Clubes de fútbol legendarios
Juventus de Turín. Conocido cariñosamente como "la vieja dama" por sus aficionados, el histórico equipo turinés nació en 1897. Mítico club de fútbol, la "Juve" de la camiseta blanca y negra ha ganado todos los grandes trofeos que puede ofrecer el fútbol de clubes. Es el equipo italiano más popular y laureado, con 36 títulos de liga (mediados de 2023) y 2 Ligas de Campeones. Algunos jugadores legendarios han vestido la famosa camiseta bianconera, como Dino Zoff, Roberto Baggio, Zinedine Zidane, Pavel Nedved, Alessandro Del Piero, Gianluigi Buffon...
AC Milan. Fundado en 1899, el AC Milan es el club de los rossoneri, los rojinegros. Una camiseta que han vestido algunos de los más grandes nombres de la historia del fútbol, como Maldini, Van Basten, Gullit, Weah, Shevchenko, Kaká, Ronaldinho, Ibrahimovic... Un club legendario que ha ganado 7 Ligas de Campeones y 18 campeonatos de Italia.
Inter de Milán. Los Nerazzurri del Inter, los aurinegros, han acumulado la friolera de 3 Ligas de Campeones y 18 campeonatos. Con la ayuda de las estrellas del fútbol que han engalanado el estadio Giuseppe-Meazza (llamado San Siro cuando juega su rival, el AC Milan): Ronaldo, Lothar Matthäus, Jürgen Klinsmann, Javier Zanetti, Youri Djorkaeff, Luigi Di Biagio, Christian Vieri..
Una referencia para los deportes de invierno
Desde Trentino Alto Adigio hasta el Valle de Aosta, pasando por Piamonte, Véneto y Lombardía, los aficionados a los deportes de invierno pueden disfrutar de los Alpes italianos y los Dolomitas. Aunque la gran mayoría prefiere el esquí alpino, los cientos de estaciones italianas ofrecen a los veraneantes todos los placeres invernales: freeride, esquí de fondo, raquetas de nieve, trineo, patinaje sobre hielo, etc.
La prueba definitiva de la calidad de estas estaciones del norte de Italia es que los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 se celebrarán entre Milán ( estaciones de Livigno y Bormio) y Cortina d'Ampezzo, justo veinte años después de que los Juegos Olímpicos de Turín 2006 se celebraran en torno a Sestrieres, estación construida por miembros de la famosa familia Agnelli (propietarios de Fiat y del club de fútbol Juventus de Turín). La mejor temporada es de diciembre a marzo para practicar deportes de invierno. Aunque en marzo hay algo de nieve, ésta desaparece a partir de abril.
En verano, las montañas también son protagonistas
En verano, las pistas de esquí se transforman en espectaculares rutas de senderismo de fácil acceso, a las que acuden caminantes de todo el mundo. Un ascenso por la alta montaña, con parada en uno de los numerosos refugios o vivacs, es la ocasión perfecta para conocer los Alpes italianos, cuyo patrimonio natural está acompañado de preciosos testimonios del pasado.
Estos senderos también pueden recorrerse a caballo o en bicicleta de montaña. Están muy bien señalizados por toda la región y atraviesan paisajes impresionantes. Por otra parte, cada vez son más los que se inician en deportes extremos como el kayak, el rafting y el barranquismo en los torrentes alpinos, y son muchas las asociaciones que ofrecen cursos para principiantes. La escalada también atrae a sus aficionados. Como las vías ferratas, que, a caballo entre el senderismo y la escalada, prometen grandes emociones y paisajes grandiosos. Estos "ferrocarriles", que aparecieron en el siglo XIX en los Dolomitas, son en realidad senderos construidos con escaleras y cables para salvar empinadas pendientes. Hay unas sesenta vías ferratas en los Dolomitas. Algunas son verdaderamente emblemáticas. Desde Cortina d'Ampezzo se pueden organizar numerosas expediciones. En primer lugar, la magnífica e imperdible vía ferrata Ivano Dibona, que parte de Cortina y asciende hasta la cima del maravilloso monte Cristallo, a casi 3.000 metros de altitud. También en los alrededores de Cortina d'Ampezzo, la vía ferrata Giovanni Lipella es un gran clásico. Siempre en la misma región, la vía ferrata Luca-Innerkofler es emblemática, pero esta vez en torno a las famosas Tre Cime "las Tres Cimas", tres montañas icónicas de los Dolomitas. En los Dolomitas de Trentino Alto Adigio, hay otras vías ferratas excepcionales para descubrir los picos más altos, como el Monte Marmolada. La Via Ferrata della Cresta Occidentale es una ruta que permite acercarse a este precioso pico.
Alrededor de los lagos, senderismo y descanso en el programa
El increíble entorno natural, entre lagos y montañas, y el clima suave han hecho de los Grandes Lagos italianos un magnífico terreno deportivo al aire libre para practicar senderismo, ciclismo, equitación, escalada, rafting y barranquismo. Alrededor de los lagos, a los pies de los Alpes y en las alturas, senderistas, jinetes y ciclistas disponen de una vasta red de caminos y senderos. Verbania en el Lago Mayor, Sarnico en el Lago de Iseo, Salo y Riva del Garda en el Lago de Garda, Como en el Lago de Como y Lugano (Suiza) son sólo algunos ejemplos. También hay muchas vistas hermosas desde las colinas circundantes. También hay grandes oportunidades en los parques y reservas naturales, incluido el Parque Nacional de Val Grande, uno de los más salvajes del país, situado al norte del lago Mayor.
Las orillas de los lagos Mayor, Como, Iseo y Garda forman también un auténtico mar interior, y los numerosos centros náuticos que rodean estos lagos son una delicia para los amantes del relax y los deportes acuáticos. La vela, el windsurf, el funboard y el kitesurf son especialmente populares alrededor del lago de Garda (sobre todo en Riva, Torbole, Gargnano, Toscolano-Maderno y Malcesine) y al norte del lago Mayor, hacia Cannobio; el wakeboard y el esquí acuático pueden practicarse hacia Gravedona, al norte del lago de Como. Pero en todas partes es posible alquilar pequeñas embarcaciones, así como kayaks, canoas, hidropedales y remos.
Mar y deportes náuticos
Por supuesto, la costa también es ideal para relajarse y practicar deportes acuáticos.
En lacosta tirrena, las Cinque Terre son un auténtico paraíso para los submarinistas: el litoral de la región está protegido y la vida marina es floreciente. Y sin bombonas, puede divertirse igualmente con una máscara y un tubo. Y después de recorrer el centenar de kilómetros de senderos del Parque Nacional de Cinque Terre, la amplia playa de Monterosso al Mare (la única de arena) y las calas rocosas de los demás pueblos costeros esperan a los bañistas para darse un chapuzón. Se pueden alquilar fácilmente kayaks y canoas para explorar la costa.
En Toscana, las localidades costeras de Marina di Massa, Viareggio, Forte dei Marmi, la costa etrusca y la isla de Elba ofrecen agradables cruceros, sesiones de buceo y numerosos deportes acuáticos.
En elAdriático , el litoral de Trieste, con sus playas de guijarros, calas y cabos rocosos, es ideal para relajarse y practicar deportes náuticos. No muy lejos, los aficionados a la vela no querrán perderse una escala en la ciudad de Barcola, famosa por su playa, muy frecuentada por los triestinos, y por su puerto deportivo. El lugar es mundialmente famoso por acoger la mayor regata de la cuenca mediterránea, la Barcolana, el segundo domingo de octubre. Más allá, al otro lado del golfo, comienza la costa friulana, con sus largas playas de arena y sus reservas naturales pobladas por numerosas especies de aves. Las lagunas de Marano y Grado son el refugio ideal para quienes evitan las playas abarrotadas y desean disfrutar del litoral en compañía de garzas y cormoranes.
Tras una escapada a la famosa playa del Lido, frente a Venecia, diríjase a Emilia Romaña y Rímini. Una ciudad que cobra vida en verano y atrae a cientos de miles de turistas (¡hay más de 5.000 hoteles en la zona!) gracias a sus extensas playas de arena. Riccione, Cattolica, Rímini... Son muchas las posibilidades que ofrece esta región italiana para practicar deportes acuáticos. Esquí acuático, wakeboard, submarinismo, vela... el litoral ofrece un amplio abanico de disciplinas a los veraneantes que buscan diversión junto al mar.
Por último, en la región de Las Marcas, el parque natural del Conero, cerca de Ancona, es una visita obligada. En efecto, más allá de los pinares, este parque ofrece una hermosa apertura hacia un litoral con paisajes que cortan la respiración. Esta zona protegida ofrece paisajes, playas, vegetación y fondos marinos únicos. En verano, las playas de arena fina de Porto Novo atraen a mucha gente, y quienes deseen un poco de tranquilidad pueden llegar hasta la magnífica playa de Due Sorelle, accesible en barco desde Numana.
En el interior, bellas actividades en la naturaleza
En el interior, entre los mares Tirreno y Adriático, el desarrollo del agroturismo (turismo verde) es cada vez mayor (una buena opción para montar a caballo, por cierto) y los parques nacionales y regionales y las reservas protegidas permiten practicar senderismo, observación de aves, ciclismo de montaña, pesca fluvial y todo tipo de actividades de ocio basadas en la naturaleza.
En Emilia-Romaña, el Parque Nacional de los Apeninos, compartido con la vecina Toscana, ofrece a los excursionistas paisajes de montañas, bosques, lagos y cascadas donde deambulan lobos, ciervos y muflones, vigilados de cerca por águilas reales. El otro parque nacional son los Bosques Casentinesi, que albergan algunos de los bosques mejor conservados de Italia, si no de Europa. Por último, en el norte, el Parque Regional del Delta del Po también ofrece paisajes soberbios, ricos en pinares y marismas. Un lugar de ensueño para los aficionados a la ornitología
En la cadena de los Apeninos, la ciudad de Norcia, en Umbría, puede ser una base de apoyo ideal para el Parque Nacional de los Montes Sibilinos, aunque la mayor parte de este paraje natural (80%) se encuentra en la vecina región de Las Marcas. Este parque nacional es un lugar privilegiado para practicar senderismo en una naturaleza salvaje de flora y fauna excepcionales.
El hermoso paisaje de la Toscana es perfecto para practicar senderismo, montar a caballo, montar en bicicleta e incluso volar en globo aerostático. La Vía Francígena, una de las rutas de peregrinación más importantes de Europa, ofrece una gran oportunidad para el senderismo. La región de Chianti es también un lugar ideal para pasear entre viñedos y pueblos encantadores.
