Italia, república parlamentaria
El Parlamento italiano es la principal institución política del país y está formado por la Cámara de Diputados, con 400 diputados, y el Senado, con 206 senadores. El número de parlamentarios se redujo tras el referéndum del 20 de septiembre de 2020 de 630 diputados y 315 senadores. El Parlamento es elegido por sufragio universal por los votantes mayores de 18 años. Las elecciones se celebran cada cinco años, pero la inestable situación política de Italia durante muchos años ha hecho que las mayorías parlamentarias se hayan roto a menudo antes de este plazo, lo que ha dado lugar a nuevas elecciones cada dos o tres años aproximadamente. Las dos cámaras del Parlamento ejercen el poder ejecutivo y nombran a un Presidente del Consejo que constituye el Consejo de Ministros. A diferencia de la república presidencialista francesa, el poder del Presidente de la República italiana consiste en representar a la Nación y su influencia en la vida política del Estado es limitada. Así, ningún acto del Presidente de la República es válido si no está firmado por los ministros que lo propusieron. No obstante, el Presidente de la República puede decidir la disolución de las dos cámaras del Parlamento, o de una de ellas, previa consulta a sus presidentes. Es elegido cada siete años por el Parlamento, no por sufragio universal. El actual Presidente de la República es Sergio Mattarella, reelegido en enero de 2022. Los principales lugares de poder se encuentran en el centro de Roma: el Quirinal, donde se sienta el Presidente de la República, el Palazzo Chigi, que alberga el Consejo de Ministros, el Palazzo Madama (el Senado) y el Palazzo Montecitorio (la Cámara de Diputados).
Desde el punto de vista local, Italia se divide en regiones, provincias y municipios. Se trata de entidades territoriales autónomas con competencias y funciones en los ámbitos administrativo, legislativo y fiscal, recogidas en la Constitución. El país está dividido en veinte regiones, cinco de las cuales tienen un estatuto especial de autonomía: Sicilia, Cerdeña, Trentino-Alto Adigio, Friul-Venecia Julia y Valle de Aosta. Una ley constitucional define las condiciones de autonomía de estas cinco regiones, que disponen de amplios poderes legislativos y una importante autonomía financiera.
La economía italiana
Esta división local también es importante en el plano económico: aún persiste una clara división Norte/Sur entre el Norte industrializado y el Mezzogiorno, el Sur, que tiene una de las tasas de desempleo más altas de Europa. En el plano monetario, Italia fue uno de los once primeros países en adoptar el euro, abandonando la lira el1 de enero de 2002. Afectada por la crisis económica de los últimos años, en particular durante el periodo Covid, la deuda pública del país es una de las más elevadas de la Unión Europea, alcanzando el 150,3% del PIB en 2021.
Aunque Italia experimentó un importante auge en la posguerra gracias al sector industrial y la agricultura, hoy es el sector servicios el que sostiene la economía italiana y da empleo a muchas personas. Los sectores más dinámicos del país son la petroquímica, el equipamiento, la siderurgia, la mecánica, la electrónica, los astilleros y los electrodomésticos. Los sectores económicos dominantes son el automóvil, el textil y la confección. En cuanto a las exportaciones, destacan los grandes grupos que hacen que los productos italianos tengan fama mundial. Pensemos en particular en la reina de la industria automovilística italiana: Fiat (Fabbrica Italiana Automobili Torino), pero también en numerosas PYME muy competitivas y con un alto valor añadido: Olivetti para el material de oficina, Zanussi para los electrodomésticos o Max Mara, Benetton, Ellesse o Sergio Tacchini para la ropa. La industria del lujo también representa una gran parte de las exportaciones italianas, con marcas de renombre mundial como Valentino, Gucci y Versace. Por último, y como no podía ser de otra manera, Italia también exporta con éxito sus productos alimentarios, bajo marcas tan conocidas como Motta, Barilla, Buitoni o Martini. Su vasta superficie agrícola le permite desarrollar numerosos cultivos y ocupar así un lugar de honor en el mundo en este sector. Los cultivos dominantes son los cereales (trigo, maíz y arroz) e Italia sigue siendo uno de los principales productores mundiales de aceite de oliva. El 80% de la producción de aceite de oliva se concentra en tres regiones meridionales: Apulia, Calabria y Sicilia. Italia también es líder mundial en producción de vino, justo por delante de Francia, con la que compite cada año por el primer puesto. La región del Véneto es la que más vino produce, seguida de Apulia, Emilia Romaña y Sicilia.
Otro factor importante de la economía del país es el turismo. Italia es uno de los cinco países más visitados del mundo cada año. Si la pandemia ha puesto en aprietos a este sector, desde 2022 las cosas han mejorado y basta con pasear por las calles del centro histórico de Roma o Venecia para comprender que ¡el turismo ha vuelto a crecer! No en vano, estas dos ciudades se encuentran entre las más visitadas por los turistas, junto con Milán y Florencia. Las cortas estancias de los europeos, que vienen a disfrutar de las delicias italianas durante un fin de semana largo, hacen que Italia esté constantemente ocupada. Los italianos también visitan mucho su país, aprovechando su gran diversidad de paisajes y contribuyendo a su economía. Durante el verano, las estancias junto al mar son más largas (entre 10 y 12 días) y las grandes ciudades son entonces abandonadas por los lugareños en favor del litoral. Agosto es el mes más popular: la mayoría de los italianos están de vacaciones en esta época. Según un informe de Coldiretti, basado en datos de Bankitalia, 55,98 millones de turistas extranjeros visitaron Italia en los nueve primeros meses de 2022. ¡Una gran recuperación para el turismo! Cifras considerables que siguen siendo inferiores a las del periodo pre-Covid, 2019 en particular.
