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Grandes nombres marcados por su paso por la Gard

En el siglo XVII, Jean Racine pasó un año y medio en Uzès para ganarse el favor de su tío, vicario general del obispo. El pueblo le acogió con curiosidad y él disfrutó de esta vida de vacaciones. Nous avons des nuits plus belles que vos jours" ("Tenemos noches más bellas que vuestros días"), escribió en su correspondencia posterior, Lettres d'Uzès. Alphonse Daudet nació en Nîmes y pasó su juventud en el departamento. Concoules fue su referencia para La Chèvre de monsieur Seguin. Alès, por su parte, le dejó dolorosos recuerdos de su trabajo como tutor en el Collège Impérial, donde era regularmente insultado y humillado: ésta fue la inspiración de su novela Le Petit Chose. Por su parte, Robert-Louis Stevenson emprendió en 1878 un viaje a las Cevenas para olvidar una aventura amorosa malograda. Tras 220 km y doce días de marcha, llegó a Saint-Jean-du-Gard. Las páginas de su Voyage avec un âne dans les Cévennes, publicado un año después, son a la vez divertidas y conmovedoras, por su inexperiencia y su desorientación en este paisaje duro pero exótico. André Gide era hijo de un padre de Uzès y siempre estará ligado a sus visitas infantiles al sur de Francia. A lo largo de su obra, encontramos la garriga y su afecto por la región a través de alusiones poéticas, anecdóticas y sensoriales. En 1914-1915, el poeta Apollinaire estuvo destinado en Nîmes, donde se reunió con Lou, su musa y amante, la condesa Louise de Coligny-Châtillon. Desde Nîmes, le escribió cartas apasionadas y un total de setenta y seis poemas sensibles y apasionados.

Los que dicen que el país

Jean-Pierre Chabrol, nacido en 1925 en Chamborigaud (Cévennes), fue miembro de la Resistencia y, tras la guerra, prolífico escritor y periodista. Ha escrito unas cuarenta novelas, la mayoría históricas o autobiográficas, como Un homme de trop (Un hombre de más), sobre los maquis, de la que Costa-Gravas hizo una película homónima. Su gran obra, Les Fous de Dieu, recorre la epopeya de los Camisards y las revueltas campesinas, y a través de sus cuentos y otros escritos, no deja de sumergirnos en sus raíces cevenoles. Jean Carrière es un escritor de Nîmes que pasó toda su vida en el Gard. Tras su primera novela, Retour à Uzès, premiada por la Académie française, obtuvo el Prix Goncourt en 1972 por L'Épervier de Maheux, que narra el abandono de las Cevenas y la decadencia rural de los años cincuenta, así como la obstinación de un hombre decidido a desafiar al destino. El dramaturgo Gilbert Léautier, fundador del Théâtre du Béguin de Lyon, se instaló en Aujac en 1980. En Pour planter des arbres au jardin des autres (Para plantar árboles en jardines ajenos), creada para Radio Suisse Normande, retrata con verdad y ternura a personajes típicos de las Cevenas, a la vez realistas y anónimos. Le Savoir en herbe - Autrefois, la plante et l'enfant, de Alain Renaux, es una obra notable sobre la región, escrita en un tono más didáctico, pero con una voz reveladora.