Le vélo fait partie de quotidien de nombreux Japonais, Osaka. shutterstock - RPBaiao.jpg
Le Jardin Saiho-ji, surnommé  le « Temple de Mousse », Kyoto. shutterstock - Taromon.jpg

Paisajes formados por los humanos

Tres parques nacionales se encuentran en parte en Kansai. Su vocación es tanto la protección de los ecosistemas y paisajes, como la educación ambiental del público.

ElParque Nacional San'in Kaigan: alberga los paisajes costeros de pinos y arenas blancas a lo largo de la costa de Uradome. Es parte de un GEOPARK de la UNESCO y protege notables sitios geológicos desde Kyoto a Tottori.

Parque Nacional Setonaikai (Parque Nacional del Mar Interior de Seto): protege más de 3.000 islas y sitios de gran belleza, como el santuario sintoísta de Itsukushima, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Parque Nacional Yoshino-Kumano: hogar del Monte Yoshino y en las Montañas Kii, lugares sagrados y rutas de peregrinación, clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con caminos y senderos a lo largo de sus costas hasta sus montañas, ofrece maravillosos paseos para excursionistas y ciclistas.

Jardines japoneses

Es interesante recordar que el paisaje en el territorio es a menudo el resultado de la construcción hecha por el hombre. A lo largo de los siglos, las montañas han sufrido la deforestación. La erosión ha dado lugar a la formación de arenas, y las coníferas han reemplazado gradualmente al bosque primario, el laurel, creando paisajes de "pinos azules y arenas blancas". En las ciudades, los jardines son una construcción intelectual. La tierra y el agua son elementos simbólicos, representados por los estanques, que los visitantes pueden contemplar o recorrer. Los jardines zen o los jardines secos, casi exclusivamente minerales, son espacios que invitan a la meditación. El viajero que visite Kioto tendrá que elegir cuando se trate de sumergirse en la atmósfera de los jardines japoneses. Se estima que hay más de 300 jardines de monasterios en la antigua capital.

Jardín del TemploRyoan-ji: es un jardín Zen(karesansui) que invita a la meditación.

El Ginkaku-ji y sus jardines (Pabellón de Plata): alberga un jardín seco (conocido como "Mar de Arena de Plata") y un jardín de musgo, compuesto de estanques, puentes, pequeños arroyos y plantas.

El Jardín Saiho-ji, apodado el "Templo del Musgo": este colorido jardín te lleva en un recorrido circular por el "Estanque Dorado".

Una zona favorable a la movilidad suave

En Osaka, al igual que en otras ciudades de Kansai, la bicicleta forma parte de la vida cotidiana de muchas personas (25% de cuota modal). Así conocerás los famosos "mamachari" ("bicicletas de las madres"), bicicletas equipadas con asientos para niños, cestas u otros dispositivos para llevar tus compras... y a tu descendencia. Sin embargo, el problema radica en las dificultades de aparcamiento. La densidad de bicicletas estacionadas es a menudo muy alta, y a veces se amontonan en las aceras. Se construyen grandes aparcamientos para bicicletas, así como parquímetros. Aunque el robo es casi inexistente, todavía puede encontrar su bicicleta en el área de incautación. Como los locales, no dude en pedalear en las ciudades de Kansai (hay muchas empresas de alquiler de bicicletas en la zona). Los fans de la pequeña reina también encontrarán un museo de bicicletas en Sakai. También debes saber que la costa y las zonas rurales se prestan bien para un descubrimiento en un vehículo libre. Las líneas de tren conectan las ciudades de Kansai. Hay que mencionar la línea Shinkansen, un tren de alta velocidad, que conecta Kyoto con Tokio, y el Monte Fuji. Para aquellos que les gusta viajar despacio, pueden caminar a lo largo de partes de la carretera de Tokäido, la "Carretera del Mar del Este", entre Tokio, Kyoto, Osaka y Kobe. Para un viaje por el interior, las rutas de peregrinación de las Montañas Kii le ofrecerán paz y un cambio de escenario. Las zonas boscosas también se prestan a los "Shirin Yoku" o baños del bosque, con sus reconocidas virtudes terapéuticas.

¡Vamos a cero desperdicios!

Ciertos valores ancestrales forman parte de la cultura japonesa, como la lucha contra el despilfarro y el vivir de forma sencilla, sin superfluas. Este arte de vivir inspirado en el "wabi-sabi" facilita el despliegue del enfoque de "cero desechos" promovido en el país. Algunos ejemplos: el furoshiki o el arte de empacar con telas recuperadas, el tawashi, una esponja hecha de telas usadas, o eloriculi, un auricular de bambú. El diario de Mainichi Shimbun está hecho de papel reciclado hecho de agua y semillas; una vez que hayas terminado de leer el periódico, sólo tienes que plantarlo... para tener flores. La reutilización de objetos rotos también es posible con la técnica kintsugi. En Kioto, también puedes encontrarte con "samuráis" antidesperdicios equipados con pinzas para la basura.

Una región sujeta a los peligros naturales y al calentamiento global

Kansai está sujeta a importantes peligros naturales, incluyendo terremotos y volcanes. Desde hace varios años, asistimos a un aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos (tifones, inundaciones, sequías) vinculados al cambio climático. En 2020, la ONG Germanwatch incluyó al Japón entre los países más afectados por el cambio climático. Por su parte, la OCDE ha clasificado a Osaka y Kobe entre las ciudades costeras más expuestas al riesgo de inundaciones. La intensificación de los fenómenos extremos ha puesto de relieve la vulnerabilidad del territorio y la necesidad de aplicar una estrategia de prevención de los riesgos climáticos. En cuanto al dilema entre la economía y el clima, la aplicación de medidas preventivas sigue siendo menos costosa que las medidas curativas. Tal vez el ejemplo más emblemático sea el tifón Jedi, que dañó el KIX, el aeropuerto internacional de Kansai. Construida en 1994 en una isla artificial que se hunde en el agua, ha sido continuamente reforzada. Como infraestructura estratégica para las actividades económicas y turísticas del Territorio, se vio obligado a cerrar temporalmente tras el tifón de 2018. Ya en 1994, cuando se construyó, los científicos estimaron que el aeropuerto tendría dificultades para resistir más de 50 años debido al cambio climático.