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La mayor densidad de España

Con más de 2,2 millones de habitantes, Canarias representa "sólo" el 4,51% de la población española, pero al mismo tiempo ocupa "sólo" el 1,5% del territorio español. Y es en esta pequeña superficie donde radica la principal característica de la estructura de su población: un archipiélago con una elevada densidad de población, algo más de 292 habitantes por km², unas tres veces la media nacional. La mayor parte de la población se concentra en las dos islas con capital de provincia, Tenerife y Gran Canaria. Éstas siempre han sido las más densamente pobladas, beneficiándose de la inmigración interinsular de las islas menores a las mayores, y en la actualidad representan más del 80% de la población total del archipiélago (casi el 43% en Tenerife y el 40% en Gran Canaria). En 2023, Tenerife contaba con más de 944.000 habitantes, Gran Canaria con más de 857.000, Lanzarote con más de 159.000, Fuerteventura con más de 124.000, La Palma con 83.800, La Gomera con más de 22.000 y El Hierro con más de 11.600. Y ese mismo año, Las Palmas tenía el mayor número de habitantes (más de 378.000), seguida de Santa Cruz de Tenerife (más de 209.000). La tasa de natalidad y la pirámide de población han cambiado considerablemente en las últimas décadas. El fuerte crecimiento demográfico registrado en los años sesenta dio lugar en los ochenta a una pirámide de edad bastante joven, con un 50% de la población menor de 30 años. Hoy la situación es muy diferente. Mientras que hace 25 años Canarias tenía la segunda tasa de fecundidad más alta de España, el archipiélago tiene ahora una tasa media de 0,8 hijos por mujer. Al igual que en España, este descenso se explica por el retraso de la edad del primer parto, la crisis económica y la ausencia de verdaderas políticas familiares. Al igual que el resto de España, Canarias se enfrenta a un futuro marcado por el envejecimiento de la población, sobre todo en las islas más occidentales: La Palma, La Gomera y El Hierro, consideradas también las más pobres del archipiélago.

Emigración e inmigración

Forman parte del ADN de los canarios, que se enorgullecen de una cultura que lleva la impronta de muchas influencias extranjeras. Históricamente, hay tres tipos principales de aportaciones. La cultura aborigen guanche, combatida por los conquistadores españoles, ha dejado su impronta en la artesanía, los deportes (lucha canaria), las fiestas (Virgen de la Candelaría o Rama d'Agaete), la gastronomía (gofio) y la forma de nombrar los lugares, la fauna y la flora. La influencia europea fue principalmente española, sobre todo andaluza y gallega, y portuguesa, y en menor medida italiana, belga, británica y francesa. Esta influencia se aprecia en los bailes y músicas populares que utilizan el timple y aclimatan las seguidillas o malagueñas andaluzas, en la arquitectura y, por supuesto, en las fiestas y romerías que se han convertido en señas de identidad de la "canariedad". Por último, la cultura latinoamericana, sobre todo cubana y venezolana, ha influido en el idioma, en la gastronomía, con las famosas "papas arrugadas", y en el folclore musical, con ritmos musicales como el bolero. En la actualidad, el archipiélago canario registra una media anual de 50.000 nuevos residentes. Se dividen en tres grupos. Más de la mitad proceden de la Península Ibérica, atraídos a Canarias por las oportunidades de empleo en el turismo y la construcción. El segundo grupo está formado por europeos del norte, principalmente alemanes y británicos, que aspiran a vivir en un entorno más soleado. Algunos trabajan en el turismo, otros se jubilan allí. Por último, los norteafricanos, subsaharianos y europeos del Este constituyen el tercer polo de inmigración, más invisible y menos fácil de cuantificar. Sin embargo, tras haber sido sustituida por la ruta mediterránea, la ruta de la inmigración ilegal a través de Canarias vio cómo sus cifras se disparaban en 2023. Con la llegada de 40.500 inmigrantes a Canarias en 2023 (el 70% de todas las llegadas a España), se ha superado la cifra récord anterior de 36.000 llegadas en 2006 a través de la inmigración ilegal desde las pateras. Esta cifra no se redujo a principios de 2024, ya que se calcula que en enero de 2024 llegaron 25 veces más inmigrantes que en enero de 2023. Muchos de ellos llegaron a través de La Restinga, un pequeño puerto de El Hierro, antes de distribuirse por las demás islas y la España peninsular.

Entonaciones y silbidos

Los canarios hablan español, con un acento mucho más cadencioso que el de la península, adoptando el ritmo rápido de los andaluces y recordando a veces el de Sudamérica. Como en estos acentos, la "s" casi se elide y se sustituye por una aspiración casi imperceptible ([h]), sobre todo al final de palabra. Así que no dirás muchas gracias sino mucha gracia y preferirás buenas tardes al habitual buenas tardes. En Tenerife, oirá mencionar el pueblo de Mahca, mientras que en el mapa leerá Masca. La "g" también se pronuncia débilmente, sobre todo delante de una "u". Y aunque es menos perceptible, las vocales también se pronuncian a veces de forma diferente, confundiéndose a menudo las vocales cercanas (o y u, e e i). Otra herencia discreta pero real es la de los guanches, que transmitieron a los conquistadores un vocabulario ligado a la cría de cabras ("cabra" se dice baifo y no cabrito) o a otras actividades agrícolas (un goro es un cercado de piedra), a la denominación de un animal (el perenquén es el lagarto característico de Gran Canaria) o a una planta local, la tabaiba. Nótese que aún se utilizan algunas expresiones castellanas arcaicas: "antes de ayer" se dice antier y no antes de ayer), así como palabras con otros significados(luz significa luz, pero también electricidad). Por último, tendrá la oportunidad de escuchar el silbo, un lenguaje silbado específico de La Gomera, pero que también se practica en El Hierro, el único lenguaje prehispánico que se conserva, pero ahora adaptado al español (26 sonidos del castellano en 6 sonidos del silbo, con múltiples variaciones). Se incluye en la escolarización desde 1999, y en 2009 se incluyó en el Patrimonio Inmaterial de la UNESCO y se dice que lo practican unas 22.000 personas. En 2019, fue homenajeada en el Festival de Cannes con la presentación de la película La Gomera, dirigida por Corneliu Borumboiu, que presenta su aprendizaje y sus nuevos usos.