Arte rupestre
Justo al lado de Phuket, la bahía de Phang Nga alberga los principales yacimientos de arte rupestre de Tailandia. Debemos su descubrimiento al erudito Jean Boulbet, que los catalogó en la década de 1980. Concentrados en el norte de la bahía, estos dibujos dejados en la roca, o phap khien boran, datan del Neolítico.
Más recientes son las pinturas rupestres de Khao Kien, la "Montaña de la Escritura", que muestran animales dibujados por marineros que llegaron a refugiarse en la cueva hace 3.000 años.
El punto Laem Sak agrupa varios yacimientos (Khao Thiep 5, 6, 7, 8 y 9). El yacimiento de Laem Chao Le, conocido como la "Punta de los Hombres del Mar", presenta monstruos y criaturas asombrosas, que rodean a un hombre y un barco.
la "Montaña del Mal" es famosa por su genio, guardián del lugar, acompañado de un animal con nariz de cuerno. En Khao Khien Srah, un friso dibujado en la arenisca parece un cómic.
Al norte de la bahía de Phang Nga, la "montaña de las tortugas" está habitada por sorprendentes estatuas de arcilla. Dispersas alrededor de la antigua ermita al pie de Kha Tao, estas esculturas contribuyen a la inquietante atmósfera del lugar.
Escultura y tradición
La historia de la escultura tailandesa se cruza con la de su arquitectura. La mayoría de las obras se crean con fines religiosos, siendo las representaciones de Buda las más numerosas. La piedra es el material más común, pero nada es demasiado bello para rendir homenaje al Sabio, y los minerales y metales más preciosos también se utilizan para venerarlo. Las primeras esculturas eran de piedra o bronce y representaban a divinidades budistas e hinduistas, ya que los artistas estaban obligados a respetar ciertas reglas establecidas en la India, cuna de las dos religiones. No se sabe prácticamente nada de estos primeros escultores, ya que no se dejaron nombres en las obras.
Templos budistas
El arte tailandés está arraigado en la vida cotidiana de una población que es budista en un 95%. Los 40.000 templos del país son visitados a diario por sus habitantes. Todos estos lugares sagrados están ricamente decorados, principalmente con estatuas de Buda.
Phuket alberga una treintena de templos, todos ellos abiertos al público. El más importante de la isla, Wat Chalong, forma parte del circuito clásico con el Gran Buda. Construido en el siglo XIX, es el templo más grande y ricamente decorado de la región. En su interior, las paredes y techos están decorados con frescos que representan la vida del Iluminado. Puertas esculpidas y estatuas doradas completan el embellecimiento.
En Phuket, el gigantesco Wat Khao Nakkerd, o "Gran Buda", puede verse desde cualquier punto de la isla. Realizado en mármol blanco, el coloso de 45 metros de altura medita en la colina de Nakkerd, frente a la bahía.
También merece la pena ver el "Buda reclinado" (Wat Srisoonthorn), tallado en 1792. Situado en Thalang, el templo alberga algunas estatuas asombrosas. En el jardín del lugar se exhiben animales fantásticos y fantasmas.
Phra Phuttha Itthi Mongkhonchai, otro gigante, se reconoce por la naja de 7 cabezas con la que está nimbado. Impresiona a primera hora de la mañana, cuando emerge de entre las brumas del corazón de la jungla.
Pintura tailandesa
La pintura tradicional tailandesa es un reflejo de la vida. Sus temas favoritos giran en torno a las creencias religiosas, en particular los dioses hindúes, y los preceptos budistas. Hasta hace poco, la ausencia de perspectiva se pretendía y transmitía en todas las formas de arte visual. Los pintores utilizaban los tres colores primarios, el blanco y el negro.
A finales del siglo XIX, bajo el reinado del rey Chulalongkorn, el reino se abrió al mundo occidental. La gama de colores se amplió y aparecieron nuevas técnicas, como el uso de pan de oro. Fue entonces cuando se introdujeron la fotografía y el retrato, sacudiendo las tradiciones ancestrales.
Estilos modernos
El arte moderno nació en la Universidad de Silpakorn. Fundada en 1943 por el profesor Silpa Bhirasri, la escuela de bellas artes se convirtió más tarde en universidad. Fue la primera universidad del país en incorporar vanguardias europeas como el cubismo y el impresionismo. Las innovaciones del arte occidental, en particular la introducción de la perspectiva, se adoptaron incluso en el arte mural. El arte tailandés prefiere utilizar materiales locales a la pintura al óleo. Abalorios, encajes, telas y otros materiales evocan otros aspectos de la cultura tailandesa.
En pintura, Thawan Duchanee (1939-2014) ha ejercido una fuerte influencia en varias generaciones de artistas. Destaca por sus exploraciones técnicas y el elemento psicológico que añade a sus temas tomados del budismo. Formado en Bangkok, Thawan continuó sus estudios en Ámsterdam. Durante la década de 1980, viajó por Asia, Europa y América. Se siente próximo al movimiento surrealista y a su interés por el funcionamiento del pensamiento. Nombrado Artista Nacional de Tailandia en 2001, expuso por todo el mundo hasta su muerte en 2014.
Uno de sus émulos, Jirapat Tatsanasomboon, ha creado un arte que combina tradiciones locales con culturas lejanas. Influido por el impresionismo, Therdkiat Wangwatcharakul representa la vida cotidiana de los tailandeses.
Fotografía
Aunque la fotografía llegó a Tailandia en 1845, sólo seis años después de la creación del primer daguerrotipo, hasta la Segunda Guerra Mundial siguió siendo una forma de arte reservada a la élite. No fue hasta después de la guerra cuando el medio se abrió a los ciudadanos de a pie, convirtiéndose en un medio de expresión artística, así como en una herramienta de documentación e información.
El padre de la fotografía tailandesa, Chitt Chongmankhong (1922-2009), es famoso por su innovador uso de las técnicas del cuarto oscuro. A lo largo de su carrera, viajó por toda Tailandia fotografiando sus paisajes rurales y urbanos y poniendo de relieve a sus poblaciones más humildes. Pero su obra adopta a veces una forma menos convencional, acercándose al collage surrealista y cuestionando la fotografía como medio. Al principio impopular dentro de la comunidad fotográfica tailandesa, los numerosos premios internacionales que recibió acabaron por legitimar su trabajo.
Hoy, muchos fotógrafos tailandeses son reconocidos en la escena internacional. Entre ellos, Manit Sriwanichpoom y Michael Shaowanasai han propuesto un uso innovador de este medio. Con su enfoque, la fotografía sacude las tradiciones y pone de relieve a las clases trabajadoras.
Arte contemporáneo
En la actualidad, el arte tailandés oscila entre la tradición y la modernidad, y la religión desempeña un papel fundamental a pesar de los cambios de las últimas décadas. Los últimos años de la década de 1980 suelen considerarse el inicio de este periodo crucial, que alcanzó su apogeo creativo en la década de 2000 y vio el desarrollo de diversos géneros, desde la instalación al videoarte. Artistas innovadores salieron a la palestra, atreviéndose a romper con los estilos y normas tradicionales y proponiendo nuevos enfoques radicales, tanto artística como políticamente.
Arte callejero
La primera obra de arte callejero apareció en 2012 en el casco antiguo de Phuket, en el cruce de Thalang Road y Soi Romanee. La cara pintada por el artista francés Noé Two en un edificio decrépito fue fotografiada por visitantes de todo el mundo antes de ser arrastrada por el sol y la lluvia.
Posteriormente, artistas locales e internacionales colaboraron para embellecer un viejo barrio que no hace tanto parecía abandonado. Proyectos como FAT (Food Art Town) fomentan el arte urbano de alta calidad en el casco antiguo.
¿Dónde se pueden admirar en Phuket? Han surgido obras de arte en Krabi Road, cerca del Museo Thai Hua. También en Phang Nga Road, conocida por sus galerías de arte, se pueden admirar escenas de la vida tradicional tailandesa.
Los muros de Phang Nga Road también son populares entre los artistas urbanos.
Otra forma de arte público, el Phuket Art Village de Rawai, reúne a una comunidad de artistas. Cada uno expone su obra, y están representados todos los estilos. Estas extraordinarias personalidades son especialmente aficionadas al salvamento, recogen madera flotante y todo tipo de objetos abandonados y los transforman en obras de arte. Una visita obligada al subir desde la playa de Rawai.
Hoy en día en las islas
En Koh Lanta, el talentoso Mitree Dumsri se inspira en la naturaleza, y más concretamente en los elefantes. Pinta obras originales, en la encrucijada de varios géneros. Con un toque de arte abstracto y abundancia de color, trata sus temas típicamente tailandeses con un estilo único. Se puede descubrir en la Galería de Arte de Lanta.
Koh Samui es un vivero de artistas de talento. Pintores y escultores encuentran en la paradisíaca isla una fuente inagotable de inspiración. Varios lugares exhiben sus creaciones. La primera galería de arte que abrió en la isla, The Modern Thai Art Gallery, lleva apoyando a artistas tradicionales e innovadores desde 1987. La Galería La Fayette de Chaweng, visita obligada desde hace más de veinte años, es famosa por la calidad de sus retratos. Reproducciones y creaciones atraen a los coleccionistas. Para empaparse del ambiente creativo, la Galería de Arte Chujai es uno de los lugares culturales más interesantes de la isla. Fundada por dos artistas con una energía desbordante.
Una docena de galerías de arte exponen obras locales. La Galería Koko (Lamai Plaza, Maret) está dirigida por Koko Aung. Pintora originaria de Myanmar, Koko Aung destaca en la técnica conocida como pintura Myanmar Knife. Unos paisajes magníficos para llevarse a casa como recuerdo.
El Museo Art Samui está especializado en ilusiones ópticas. Unas sesenta obras invitan a disfrutar de una experiencia interactiva. Se anima a los visitantes a hacerse fotos inmersos en las obras en 3D. Una mezcla de paisajes locales, experiencias visuales y risas.
