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Breve historia del cine tailandés

La historia del cine tailandés se remonta a los inicios de la cinematografía, cuando el rey Chulalongkorn fue inmortalizado en una película en 1897 durante una visita a Berna. A su regreso a Tailandia con la película, el monarca la proyectó e introdujo el séptimo arte entre su familia, así como entre los empresarios locales, que rápidamente invirtieron en el medio. La industria cinematográfica tailandesa se desarrolló gradualmente a lo largo de las décadas, pasando por diversas fases y evoluciones.

En las décadas de 1920 y 1930, el cine tailandés estaba influido principalmente por el cine indio y chino. Las películas mudas de comedia, acción y aventuras atraían a grandes audiencias, aunque por desgracia la mayoría de ellas se han perdido desde entonces. En esta época surgieron las primeras estrellas del cine tailandés. Pero la industria nacional del cine mudo decayó rápidamente ante las importaciones japonesas y estadounidenses a partir de la década de 1930. Una nueva edad de oro del cine nacional comenzó en 1932 con la primera película sonora tailandesa, Long Thang, un éxito popular que impulsó la industria del país.

En las décadas siguientes, el cine tailandés siguió desarrollándose gracias al creciente número de grandes estudios, a una economía basada en el doblaje de películas y la producción ligera, y a la creciente demanda del público. A veces en detrimento de la calidad, pero siempre con gran éxito.

Durante este periodo, el cine tailandés también traspasó fronteras y conquistó festivales internacionales. Rattana Pestonji, considerado el padre del cine tailandés moderno, presentó sus películas en Tokio(Santi-Vina, 1954) y Berlín(Prae Dum, 1961). Las décadas de 1980 y 1990 vieron el desarrollo del cine de acción en el país, así como la aparición de nuevos talentos en el documental, el activismo social y político y el cine de terror. Entre los grandes nombres de la época figuran Nonzee Nimibutr (Nang Nak, 1999), Pen-ek Ratanaruang(Fun Bar Karaoke, 1997) y Wisit Sasanatieng(Las lágrimas del tigre negro, 2000). En la actualidad, el cine tailandés es uno de los más diversos del mundo, y abarca desde grandes producciones comerciales hasta galardonadas películas independientes de autor. Recientemente, el director Apichatpong Weerasethakul, ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes en 2010 por Uncle Boonmee, el hombre que recuerda sus vidas pasadas, rodó con Tilda Swinton la cautivadora Memoria, una de las grandes películas de 2021, que también obtuvo el Premio del Jurado en Cannes. Una prueba de que el cine tailandés sigue evolucionando y adaptándose a los retos y oportunidades de la industria cinematográfica mundial, al tiempo que es un importante reflejo de la cultura y la identidad tailandesas, con directores de talento que exploran temas locales y universales a través de sus películas.

De Phuket a Koh Lanta, impresionantes lugares de rodaje

Si el nombre de Koh Lanta le trae a la mente el programa de culto adaptado de la serie estadounidense Survivor, debe saber que ésta es sólo una de las muchas producciones que se han rodado en la región. De hecho, ¿sabía que sólo la primera temporada se rodó realmente en el Parque Nacional de Mu Ko Lanta? Después, la producción se trasladó a Costa Rica, la Polinesia Francesa y Fiyi, en escenarios igualmente impresionantes.

Sin embargo, los cinéfilos estarán encantados de redescubrir los numerosos lugares de rodaje en Phuket y sus alrededores, que ha acogido varios episodios de la saga de James Bond, así como a Leonardo DiCaprio e incluso a personajes de Star Wars. El más famoso de estos escenarios es sin duda la isla de Khao Phing Kan, en la bahía de Phang Nga. Hogar de El hombre de la pistola de oro en el episodio homónimo de las aventuras del agente 007, estrenado en 1974, la isla es el escenario del enfrentamiento final entre Francisco Scaramanga (interpretado por el carismático Christopher Lee) y James Bond (Roger Moore en la cima de sus poderes). Una escena que se ha convertido en culto gracias a su singular escenario, y que le ha valido a la isla el sobrenombre de James Bond Island. Veintitrés años después, Bond (esta vez en la piel de Pierce Brosnan) regresa a la bahía de Phang Nga para seguir la pista del maquiavélico Elliot Carver (Jonathan Pryce), esta vez oculto en un barco furtivo. Se trata de otra secuencia antológica en una saga decididamente dispuesta a llevarnos de viaje.

En cuanto a las estrellas, la región también tuvo la suerte de acoger a un joven y apuesto Leonardo DiCaprio, recién llegado del éxito de Titanic (1997). En La playa (2000), de Danny Boyle, interpretaba a un vicario en busca de una playa paradisíaca en los lugares más recónditos de Tailandia. El equipo de rodaje nos llevó a recorrer los rincones más bellos de la región, desde Maya Bay hasta las cascadas del Parque Nacional de Khao Yai , pasando por Phuket y Krabi. En la película también aparecen un joven Guillaume Canet y Tilda Swinton.

Tailandia también hace una breve aparición en el tercer episodio de la saga Star Wars, donde la bahía de Phang Nga, decididamente cinematográfica, sirve de telón de fondo al planeta Kashyyyk, cuna del conocido Chewbacca.

En el terreno televisivo, quienes hayan seguido de cerca la exitosa serie Temptation Island reconocerán el telón de fondo de Koh Samui, la isla donde se rueda la serie desde 2002. Y si este tipo de programas no es de su gusto, al menos podrá disfrutar de estos bellos escenarios mientras saborea su cóctel favorito lejos de la gran y la pequeña pantalla.

¿Se pueden ver películas en la región?

¡Claro que se puede! Varios cines ofrecen películas en inglés o en versión original, y tanto aquí como en otros lugares se pueden ver éxitos de taquilla internacionales. En la propia Phuket, diríjase al SFX Coliseum para ver películas de última generación en un moderno multicine. Para los más curiosos, diríjase al C.E. Paradise Multiplex, uno de los cines más antiguos de la ciudad aún en funcionamiento.