La Côte d'Ivoire produit beacoup de cacao © BOULENGER Xavier - Shutterstock.com.jpg

Los resultados de una recuperación económica estabilizada

El notable crecimiento del PIB se mantuvo en el 8% entre 2011 y 2019, antes de la crisis de Covid-19. Al mismo tiempo, las finanzas públicas han mejorado. Mientras que el primer Plan Nacional de Desarrollo (PND 2012-2015) se centró en grandes obras de infraestructura para catalizar la recuperación económica, el PND 2016-2020 se centra en la transformación estructural de la economía a través de la industrialización y la consolidación macroeconómica mediante un alto nivel de inversión productiva pública y privada. Según la OMC, la balanza comercial del país será superavitaria en 1.320 millones de dólares en 2021, impulsada por las exportaciones agrícolas (cacao, anacardos, café, algodón, caucho, aceite de palma, plátanos, etc.) y los productos petrolíferos (refinados y crudos). Los productos importados son principalmente combustibles, bienes de equipo y alimentos. En 2018, los principales clientes del país fueron Países Bajos, Estados Unidos, Vietnam, Alemania y Francia, mientras que sus principales proveedores fueron China, Nigeria, Francia, India y Países Bajos.

El Centre de Promotion des Investissements en Côte d'Ivoire señala que entre 2013 y 2018 se crearon cerca de 57.000 empresas que emplean a casi 150.000 personas. Para atraer a los inversores extranjeros, el país ofrece créditos fiscales, en lugar de exenciones fiscales. Finalmente, los donantes han recuperado la confianza en Costa de Marfil. En 2019, el importe comprometido alcanzó los 11.600 millones, lo que equivale al 84% de las promesas realizadas en tres años. Estas cifras recuerdan el "milagro marfileño" de la época de Houphouët, entre 1960 y 1980. La economía marfileña ha recuperado su posición de locomotora de África Occidental y se sitúa entre las diez economías africanas más competitivas.

Grandes desigualdades e insuficiente progreso social

El Instituto Nacional de Estadística de Costa de Marfil contabilizó 10,5 millones de marfileños (46% de la población) que aún viven por debajo del umbral de pobreza de 1,5 dólares. ¿Dónde está el dinero para el milagro marfileño? Es cierto que los dos mandatos de Ouattara han supuesto un progreso numérico para los más pobres. El gasto social fue de 2.361.000 millones de francos CFA en 2018, frente a los 845.000 millones de francos CFA del último año de la presidencia de Gbagbo, en 2010. Así pues, Outarra ha cumplido sus promesas electorales, un hecho poco frecuente que hay que destacar. Casi el 80% de la población tiene ya acceso al agua potable y a la electricidad, frente al 55% de 2011, y la tasa de acceso a los servicios sanitarios ha pasado del 44% en 2012 al 69% en 2019, gracias sobre todo al plan de Cobertura Sanitaria Universal (CMU), que desde octubre de 2019 cubre a 3 millones de personas. El país ha rehabilitado 40 000 km de carreteras desde 2011, ha construido 22 puentes y 115 km de autopistas, y ha pavimentado 545 km de carreteras interurbanas. Outarra había prometido la escolarización gratuita y obligatoria hasta los 15 años: ahora es obligatoria de los 6 a los 16 años.

Pero la parte más pobre de la población sigue al margen del crecimiento. La falta de empleo y el paro persistente, la insuficiencia de los servicios públicos, las desigualdades entre los más pobres y los más ricos, la corrupción en las administraciones, el acaparamiento de la riqueza por un puñado de privilegiados en el poder, alimentan fuertes tensiones sociales. Las grandes obras no han permitido que los sectores más pobres de la población se beneficien de este repunte económico. "No echamos de menos el alquitrán, no comemos cemento", repiten para ilustrar su desconcierto.
Además, la disparidad sur-norte provoca enormes desigualdades. El sur del país concentra el 85% de la actividad económica, ya que Abiyán concentra la comunidad empresarial, el clima tropical húmedo de la región la hace muy adecuada para el cultivo del cacao y el café, y los puertos de la costa crean agrupaciones económicas estratégicas. El centro y el norte son todos matorrales y sabanas rurales donde la agricultura no mecanizada es una actividad de subsistencia.

La agricultura, impulsada por los ingresos del cacao

En 2021, el sector primario representará el 28% del PIB del país y el 40% de sus exportaciones (62% excluyendo el petróleo). La población de Costa de Marfil se divide a partes iguales entre los habitantes de las ciudades y los del campo (unos 12,5 millones de cada uno). El sector agrícola emplea al 46% de la población activa, la mitad de la cual trabaja en las plantaciones de cacao, y proporciona el sustento a dos tercios de la población, incluidas las familias. La agricultura está ampliamente mecanizada y orientada a la exportación, con el impulso de los inversores extranjeros. Costa de Marfil es elprimer productor mundial de cacao, anacardos y nueces de cola, elquinto productor mundial de aceite de palma(el segundo de África), elprimer productor africano y el séptimo del mundo de caucho natural (hevea), el 43º productor africano de algodón y café. Junto con Camerún, Costa de Marfil es el primer exportador africano de plátanos y el 13º del mundo. El recurso agrícola más importante es el "oro negro", el cacao, del que Costa de Marfil es el primer productor mundial. El problema es que la parte de los ingresos de los productores representa actualmente sólo un 6% del valor total del sector internacional del chocolate. Se han iniciado negociaciones con comerciantes, transformadores y fabricantes para aumentar directamente el valor del sector en Costa de Marfil.

Industria y energía en fuerte desarrollo

La industria en Costa de Marfil representa casi el 25% del PIB. Los principales sectores son el refinado de petróleo, la energía, la agroalimentación y la construcción. El sector minero (oro, hierro, níquel, manganeso, bauxita) y el de los hidrocarburos (petróleo crudo y gas natural) son la prioridad de las inversiones masivas del gobierno durante elsegundo mandato de Ouattara, lo que los convierte en el segundo pilar de la economía marfileña después de la agricultura. Se han llevado a cabo reformas institucionales y empresariales para impulsar el sector.

En primer lugar, la extracción de oro se ha desarrollado considerablemente. El país produjo una media de 25 toneladas de oro al año entre 2015 y 2020, frente a solo la mitad de esa cantidad en 2012. En materia de energía, el Gobierno ha invertido 7 billones de francos CFA (más de 10.000 millones de euros) entre 2011 y 2020 para el programa de potenciación del parque energético. Como resultado, la capacidad aumentó un 60% durante el periodo, hasta los 2.200 MW. El objetivo era duplicar esta capacidad en 2020, gracias al nuevo complejo hidroeléctrico de Soubré construido por los chinos e inaugurado a mediados de 2017, e incluso 6.000 MW en 2030 (con la presa de Gribo Popoli aún en construcción, y el proyecto de otra presa en el departamento de Méagui). El objetivo es satisfacer el constante aumento de la demanda local, continuar con las exportaciones (20% de la potencia) y permitir el desarrollo del sector agroalimentario y de las actividades mineras. En términos de desarrollo sostenible, el objetivo del gobierno para 2030 es establecer un mix compuesto por un 60% de energía fósil y un 40% de energía renovable, incluyendo al menos un 6% de energía fotovoltaica. Las dos primeras centrales solares se han inaugurado en Korhogo (90 MW), mientras que en Aboisso (sureste) funciona desde 2021 una central de biomasa (46 MW). Está prevista una línea de muy alta tensión (225 kilovoltios) de 1.300 km desde Costa de Marfil a Guinea, pasando por Liberia y Sierra Leona. Coste estimado: 450 millones de dólares.

Servicios y turismo en alza

El sector terciario representa el 47% del PIB marfileño. Está dominado por las telecomunicaciones, que siguen desarrollándose con el auge de la banca móvil, los transportes (portuarios y aéreos), la distribución y las actividades financieras, con casi treinta bancos comerciales y treinta compañías de seguros.
El sector turístico también es muy prometedor. Costa de Marfil ha vuelto a ser "frecuentable" desde el final de la crisis postelectoral de 2011. Casi 3,4 millones de turistas han visitado el país. Así, la contribución del turismo al PIB marfileño ha aumentado espectacularmente, pasando del 0,6% en 2011 al 7,3% en 2019, justo antes de la crisis de Covid-19. El objetivo del gobierno es aumentar al 8% en 2025. La organización de la Copa Africana de Naciones (CAN) en Abiyán en 2024 debería impulsar el sector.
Sin embargo, el atentado terrorista de Grand-Bassam en marzo de 2016, en el que murieron 19 personas, preocupa a las autoridades, al igual que el avance de los terroristas en los vecinos Burkina y Mali. Costa de Marfil mantiene el control de sus fronteras y por el momento no se han registrado ataques en el norte del país.

¿Quién es ADO, Alassane Dramane Ouattara?

Sus partidarios le han apodado "Bravetchè", en dioula "el valiente". Se le considera un buen marfileño lleno de cualidades cuando está en la oposición, pero de repente se convierte en un burkinés y lleno de defectos cuando llega al poder. Bédié, Guéï y Gbagbo le llamaron marfileño, y luego burkinabé, según sus intereses de la época. Nacido en Costa de Marfil, completó sin embargo sus estudios en la actual Burkina Faso, donde nació su padre, antes de ir a estudiar a Estados Unidos. Fue nombrado Primer Ministro de Costa de Marfil por Félix Houphouët-Boigny cuando era Gobernador del Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO). Entonces apuntó a la presidencia, lo que disgustó mucho a Henri Konan Bédié, que llevaba años esperando suceder al anciano. Su candidatura en las elecciones presidenciales de 1995 y 2000 fue impedida por la ley de "ivoirité" que promulgó Konan Bédié. Los diez años de reinado de Laurent Gbagbo le acercaron a su antiguo enemigo. Así, Konan Bédié lo hizo elegir presidente por arrastre de votos en 2010 y 2015. En marzo de 2020, renunció a su candidatura para un tercer mandato de cinco años en favor de su sucesor Amadou Gon Coulibaly. Pero este último murió repentinamente en julio, y ADO decidió volver a presentarse a pesar de que la oposición denunciaba estetercer mandato. Es reelegido a finales de 2020.

La CAN, un evento muy esperado

El torneo de fútbol de la Copa Africana de Naciones se celebrará en Costa de Marfil en enero de 2024, en las principales ciudades del país, donde se están construyendo estadios que están a punto de terminarse en 2022. Inicialmente previsto para los meses de junio a julio de 2023, el concurso se ha trasladado a enero de 2024 debido a la temporada de lluvias en Costa de Marfil, que tiene lugar en esas fechas, lo que se adapta bien al calendario para finalizar las grandes obras iniciadas en el país antes del concurso. Es muy esperado por los marfileños, que esperan mucho de su selección en casa, y crea una verdadera dinámica urbana. No sólo se dotará a las principales ciudades de nuevos estadios que servirán para albergar otras competiciones y espectáculos de gran envergadura en Abiyán (60.000 asientos), Bouaké (40.000 asientos), San Pedro, Yamusukro y Korhogo (20.000 asientos cada uno), sino que, sobre todo, se están construyendo carreteras para facilitar el transporte de los aficionados y, en su momento, garantizar la fluidez de las conexiones en el país. La autopista Yamoussoukro - Bouaké está a punto de concluirse, al igual que la carretera Bouaké Korhogo, mientras que la ambiciosa carretera costera que une Abiyán y San Pedro, casi intransitable desde hace años, está a punto de concluirse