Les terres agricoles grignotent les forêts. shutterstock - Matthew John Photography.jpg

La deforestación y la caza furtiva: dos grandes desafíos

La deforestación es uno de los principales problemas ambientales de Côte d'Ivoire. Los bosques - especialmente los primarios - son a la vez sumideros de carbono y depósitos de biodiversidad. Están amenazadas por la fragmentación, la invasión de tierras agrícolas (con el uso de técnicas de tala y quema), la explotación industrial, la leña y la tala ilegal (tráfico de maderas preciosas), así como el pastoreo excesivo. Su desaparición amenaza todos los equilibrios naturales, el clima y la biodiversidad. La caza furtiva, que ha ido en aumento durante los conflictos armados, constituye un riesgo de destrucción de especies tanto animales como vegetales. De hecho, las "especies clave", incluyendo algunos monos herbívoros, esparcen semillas. Frente a estos desafíos, se han realizado esfuerzos en varias escalas, pero siguen siendo insuficientes hasta la fecha. Por otra parte, la última crisis sociopolítica ha ralentizado las acciones emprendidas anteriormente en materia de gestión sostenible. La tasa de deforestación del país es una de las más rápidas del mundo. De 16 millones de hectáreas en la década de 1960, los bosques representaban sólo 2,5 millones de hectáreas en 2018. Existe una necesidad urgente de invertir la tendencia mediante una política firme de protección y restauración de los bosques. Sin esto, los beneficios del ecosistema para los humanos se perderían.

Un país sujeto a contaminación múltiple

Las ciudades, especialmente la capital, están expuestas a múltiples problemas ambientales, que se ven incrementados por el crecimiento de su población. En Abidján, por ejemplo, la gestión de los desechos es un problema importante. La ciudad no tiene un sistema de recolección en todos los distritos y por lo tanto muchos residuos son arrojados a la naturaleza y llevados por la lluvia a la laguna de Ebrié. Los residuos recogidos por la ciudad son llevados al vertedero de Akouédo, una instalación sin ninguna medida de protección ambiental. Como resultado, los residuos líquidos también terminan en la laguna. La minería también se considera una fuente de contaminación (uso de productos químicos y mercurio) y de deforestación.

Iniciativas prometedoras

Se despliegan en el país proyectos de múltiples asociados, incluso con el apoyo de instituciones internacionales. Así pues, los programas de microfinanciación permiten trabajar en la gestión sostenible de los recursos directamente con las comunidades locales. Se han llevado a cabo con éxito proyectos de rehabilitación de manglares, por ejemplo. En el Parque Nacional de la Comoé, un proyecto entre ganaderos y agricultores no sólo ha calmado los conflictos, sino que también ha permitido proteger el medio ambiente natural mediante el establecimiento de corredores de trashumancia y la gestión concertada de los puntos de agua. En 2013, el país inició un programa de gestión de los plaguicidas obsoletos y actualmente está estudiando alternativas a los plaguicidas químicos. En el ámbito de la energía, Côte d'Ivoire ha emprendido el camino de las energías renovables con, en particular, un proyecto de central solar flotante.