Espacios protegidos

El Alentejo cuenta con varios espacios protegidos, entre ellos reservas y parques naturales:

Parque Natural del Sudoeste Alentejano y de la Costa Vicentina: compartido entre el Algarve y el Alentejo, protege una franja costera especialmente salvaje de playas, hábitats dunares y acantilados escarpados, y santuario de muchas aves (como cigüeñas, garzas y flamencos).

Parque Natural del Valle del Guadiana: alberga una gran variedad de paisajes y ecosistemas, playas y montañas, y es una delicia para los amantes del aire libre.

Parque Natural de la sierra de São Mamede: protege los ecosistemas de las montañas del mismo nombre y su rica biodiversidad.

Reserva Natural de las Lagoas de Santo André y de la Sancha: esta zona protegida acoge humedales, entre ellos las lagunas de Santo André y Sancha, que cuentan con una gran variedad de flora y fauna (incluidas las aves).

Parque Natural de las Sierras de Aire y Candeeiros: protege los ecosistemas asociados a las montañas de Aire y Candeeiros. En la región del Río Maior se encuentran también las salinas de Fonte da Bica.

 

El Alentejo también está clasificado como "región de turismo estelar" debido a la calidad de su cielo nocturno ("cielo oscuro"), libre de contaminación lumínica (observatorio de Alqueva).

Una zona sujeta al riesgo de incendios forestales

Los incendios forestales, cada vez más devastadores en Portugal, son el resultado de varios factores. Entre ellos, la elección de las especies arbóreas, incluido el eucalipto, una especie muy inflamable que se ha introducido y que cada vez está más presente. También se puede señalar la ausencia de un verdadero sistema de prevención de incendios forestales en el país, junto con una política de austeridad que ha reducido el personal del servicio forestal y ha privatizado los medios aéreos (Canadairs). Ante esta situación, están surgiendo iniciativas. Un ejemplo es el uso del pastoreo como dispositivo de prevención. Desde 2017, los científicos y las ONG advierten de incendios más imprevisibles y violentos. La frecuencia de estos fenómenos extremos o megaincendios está relacionada con el cambio climático.

Desafío climático y transición energética

Portugal aprovechó la crisis del petróleo de 2008 para iniciar su transición energética y limitar la dependencia de este. Por ello, el país aplicó una política proactiva basada tanto en la eficiencia energética como en el desarrollo de las energías renovables (eólica, solar e hidráulica). En marzo de 2008, cuando entró en funcionamiento, la planta de Amareleja era la mayor planta fotovoltaica del mundo. En marzo de 2018, Portugal produjo más del 100% de electricidad verde durante unos días. En otras palabras, el país produjo más electricidad (procedente de energías renovables) de la que consumió. Sobre la base de este éxito, Portugal se ha fijado el objetivo de lograr que el 100% de su producción anual de electricidad provenga de energías renovables para 2040. Aunque las emisiones de gases de efecto invernadero del país se redujeron un 22% entre 2005 y 2017, las energías basadas en el carbono (sobre todo el carbón) siguen estando muy presentes en el mix energético del país. Otro reto es el uso de los excedentes de energía renovable. Como la energía no se puede almacenar, es necesario desarrollar la interconexión con los países de la Unión Europea (la UE se ha fijado el objetivo de un 10% de interconexión entre los países miembros en 2020) y Marruecos (proyecto en curso).