Parques nacionales

El archipiélago cuenta con una gran variedad de entornos naturales. Los macizos coralinos, los vestigios de la antigua selva tropical y las "arboledas sagradas" (fragmentos de ecosistemas forestales sobre suelos calizos) albergan una biodiversidad excepcional y frágil. Esta biodiversidad se ha visto mermada por la deforestación, la pesca y la caza. El cambio climático y las prospecciones de petróleo y gas también suponen una amenaza para la biodiversidad. El archipiélago sólo cuenta con un parque nacional, en la isla de Unguja. Creado en 2004, su objetivo es proteger el antiguo bosque tropical, del que sólo queda un 5%. El Parque Nacional de Jozani Chwaka Bay alberga una especie endémica de primate, el colobo rojo de Zanzíbar. Amenazadas por las actividades humanas, como la deforestación y la caza, las poblaciones de colobos rojos se han protegido gracias a una asociación con las comunidades locales. También hay un parque marino en la isla de Mafia. Se aconseja a los visitantes que eviten las cremas solares con filtros químicos, que tienen efectos nocivos en el medio marino, y que se informen sobre las alternativas.

Preservar los recursos pesqueros

La sobreexplotación de los recursos pesqueros, combinada con malas prácticas pesqueras (como la pesca con dinamita, que destruye el coral, o la extracción de ejemplares jóvenes), ha contribuido al declive de ciertas especies, poniendo en peligro tanto la biodiversidad como las poblaciones humanas locales. En la isla de Misali, la red de comunidades costeras de Mwambao ha colaborado estrechamente con una ONG para concienciar a los pescadores de la necesidad de unas prácticas pesqueras más sostenibles con el fin de regenerar las poblaciones de pulpo. El cambio climático está provocando un aumento de la temperatura de los océanos, lo que repercute negativamente en las algas. El cultivo de algas constituye un medio de vida para muchas mujeres y sus familias. Ante esta situación, la FAO y una ONG (Blue Ventures) han puesto en marcha un curso de formación técnica en el cultivo de pepinos de mar. Estos pepinos de mar, que tienen propiedades alimenticias y medicinales, son objeto de un lucrativo comercio. También son más resistentes al cambio climático. También se cree que estos animales marinos tienen la capacidad de regenerar los medios acuáticos. La ONG marinecultures.org enseña a cultivar esponjas naturales (que también son más resistentes al aumento de la temperatura del océano), con el requisito previo de saber nadar. Estas dos alternativas al cultivo de algas permiten a las mujeres seguir siendo independientes al tiempo que se adaptan al cambio climático.

Lucha contra los residuos y la contaminación por plásticos

En 2010, el dhow Flipflopi, fabricado con 10 toneladas de plástico reciclado, hizo escala en Zanzíbar. El proyecto contó con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y se conoce como Iniciativa Mares Limpios. El objetivo era concienciar a las comunidades costeras de Tanzania y Kenia sobre la contaminación por plásticos, una auténtica lacra ecológica. Desde entonces, Tanzania ha dado pasos de gigante, con la prohibición total de los plásticos en Zanzíbar y en el continente en 2019. Ruanda fue el primer país en legislar sobre el tema hace 15 años, seguido gradualmente por sus vecinos. Los efectos ya se dejan sentir en términos de basura en las playas. Todos los envases de plástico están prohibidos, así que es importante no meter una bolsa de plástico en el equipaje, o podrías ser multado (aunque esto es sólo teórico, ya que nadie revisa el equipaje a la llegada).