Artesanía

Los indígenas, primeros habitantes de Surinam, siempre han desarrollado actividades creativas y artísticas vinculadas al mundo natural que les rodeaba. Posteriormente, la inmigración de gentes de etnias muy diferentes (África, Asia, Europa...) ha enriquecido y diversificado la artesanía surinamesa. En las galerías de Paramaribo, esta mezcla de culturas está omnipresente, en todas las formas de arte, desde la pintura a la cerámica, pasando por la alfarería y la cestería. Winston van der Bok, por ejemplo, es uno de los principales pintores indígenas de Surinam, uno de los que intentan transmitir mensajes contundentes sobre su cultura en peligro. En los puestos de Paramaribo también se venden collares y pendientes de semillas, todos ellos productos de la artesanía indígena.

En cuanto a la cultura negro-marroquí, Marcel Pinas y George Struikelblok, entre otros, luchan por promover su arte y saber hacer tradicionales, para que su historia no caiga en el olvido. Encontrará preciosos objetos de madera tallados por los cimarrones negros (descendientes de esclavos africanos), como taburetes saramaca; telas de colores y hamacas; cerámica, collares, cestería y otras artesanías indígenas; pinturas de artistas locales; seda, muñecas y adornos de pared; jades importados de China; telas de colores de la India; y joyas de oro y plata. Gracias en parte a las influencias indias, las joyas de Surinam no sólo son magníficas, sino también muy especiales por su forma de fabricación: Surinam es uno de los pocos lugares del mundo donde las joyas se siguen haciendo a mano, verdaderas creaciones únicas de artesanos con dedos mágicos.

Y cuando se trata de ropa hecha a mano, piense en el "Pangi": auténtica prenda tradicional de color negro-marrón, el pangi es una colorida tela de madrás en la que la costurera ha cosido motivos. Ciertos motivos y colores permiten identificar de qué pueblo procede. Las mujeres a veces lo cubren con una hangisa, una tela utilizada para llevar a sus hijos. Los hombres llevan con orgullo la kamisa, esta vez atando la tela al hombro: es la tapa koto o bandjakoosu. Estas telas son muy populares en el río, y cada modelo es único, confeccionado para cada ocasión especial. Durante las fiestas tradicionales, los colores brillantes, incluso fluorescentes, del pangi iluminan los pueblos y dan testimonio de una extraordinaria riqueza cultural.

Por último, está el tembé, una forma de arte negro y marrón originaria de la Guayana Francesa y Surinam, y particularmente presente en los ríos Maroni, Tapanahoni y Surinam. Originalmente, este arte pictórico bushinengue utilizaba el negro, el blanco y el rojo, pero se ha abierto a una paleta más amplia, con el amarillo, el verde y el azul, por ejemplo, cada uno de los cuales simboliza un elemento o un estado. Los dibujos se hacían originalmente sobre madera, pero ahora se hacen sobre lienzo, y representan formas geométricas, cada una con su propio significado. Esta práctica forma parte incluso del patrimonio cultural inmaterial de Francia desde 2020.

Música

Otra idea para regalar: CD de música surinamesa. Los grupos populares surinameses mezclan sonidos actuales y tradicionales de distintas culturas. He aquí algunos consejos para orientarse en el paisaje musical surinamés.
Kasseko y Kawina. El kasseko (música popular en las ciudades) es muy importante, al igual que el kawina (más extendido en el interior). Hay grupos muy conocidos en Surinam, como el grupo Aptijt, que significa "apetito". Tocan Kabula, una mezcla de kasseko y música callejera. El grupo Naks Kasseko Loco está formado por unos 11 artistas que mezclan kasseko y kawina modernos con instrumentos tradicionales. También Hugo Lieve, llamado el Rey de Kasseko, en los años 60-70.
Aleke. Música del río y de los Noirs-Marrons por excelencia. Muy presente en Moengo y más generalmente en todo el este de Surinam, especialmente en el distrito de Marowina.
Pop java. Esta vez son los javaneses quienes mezclan su música tradicional (Krontgong o Dandoet) con ritmos más modernos.
Jazz moderno y Paramaribop. Para los oídos más exigentes: nace de la mezcla de jazz (be-bop) con ritmos Kasseko y Kawina. El grupo por excelencia de Paramaribop se llama 4Sure, antes Survive, encarnado por el gran bajista Pablo Nahar, e influenciado por el Suriname Music Ensemble, que ha tenido mucho éxito en Ámsterdam. Describe Paramaribop como "una historia de amor entre las complejas armonías del jazz y el bebop y los ritmos exóticos de Kawina y Kasseko".
Rap, dancehall, soul y R'n'B. Entre los artistas que representan estas diferentes tendencias musicales figuran Crazy G, Damaru, King Koyeba, Scrappy, Miriam Simone, Sabrina Starke y Max Nijman.