Una convivencia sin sobresaltos

Paramaribo es una ciudad de extraordinaria arquitectura religiosa, y uno de los pocos lugares del mundo donde los lugares de culto coexisten con tanto respeto. Las iglesias católicas se codean con las protestantes, abundan los templos hindúes, y la gran mezquita y la única sinagoga del país están justo al lado.
Surinam tiene la mayor población musulmana de Sudamérica, y es miembro de la Organización de Cooperación Islámica desde 1996. La comunidad religiosa musulmana de la ciudad se reunió en 1929 para construir un lugar de culto, y fue en Keizerstraat donde se inauguró la primera mezquita en el verano de 1932, no lejos de las iglesias cristianas y justo al lado de la única sinagoga de Surinam Algunos musulmanes surinameses descienden de esclavos de África Occidental, mientras que otros son descendientes de una oleada de inmigrantes de Indonesia y el sur de Asia. El islam en Surinam está muy influido por el que se practica en Indonesia y Pakistán.
La historia del judaísmo en Surinam comienza con la fundación de un pueblo autónomo río arriba llamado Jodensavanne (la sabana de los judíos, en neerlandés) en 1639. Entonces se fundó la congregación sefardí Beracha ve Shalom (Bendición y Paz), que construyó su primera sinagoga de madera en 1665. Esta colonia del interior entró en decadencia durante el siglo XVIII y muchos de sus habitantes optaron por la capital, el único puesto comercial real de la zona. Fue la comunidad asquenazí la que adquirió un terreno lindante con la actual Keizerstraat, antes de erigir allí un lugar de oración en 1723. Más de un siglo después, el edificio fue sustituido por la actual sinagoga Neveh Shalom, inaugurada en 1842.

El winti

Otra tradición religiosa presente en Surinam es el winti. Se trata de un culto religioso afrosurinamés originario de África, resultado de la fusión de distintas tradiciones traídas por esclavos de diferentes tribus y etnias, que se desarrolló bajo el Imperio Holandés. La práctica de esta religión fue duramente reprimida por la Iglesia católica, que la asociaba con la magia negra y los espíritus demoníacos. Diez años después de la abolición de la esclavitud (1863), el Estado holandés prohibió a los esclavos liberados practicar el Winti y hablar Srnanan durante casi un siglo. Hoy en día, esta tradición se encuentra entre los negro-marroquíes, los criollos y los aborígenes, estos últimos encuentran similitudes con sus propias creencias. Algunas familias de pardos negros y criollos siguen practicando danzas y rituales tradicionales: el winti (similar al candomblé brasileño, la santería cubana y el vudú haitiano) se utiliza para calmar un conflicto dentro del pueblo, curar a un enfermo o exorcizar espíritus malignos.

Hinduismo

El hinduismo también constituye una sólida base religiosa en Surinam. Los principios subyacentes del hinduismo no son fáciles de describir: no existe una única filosofía que constituya la base de la fe para la mayoría de la población india. El hinduismo es quizá la única tradición religiosa que puede calificarse de "museo de religiones", tan diversa es en sus principios teóricos y expresiones prácticas. Esta religión no puede atribuirse a un fundador concreto, ni tiene un "libro sagrado" como guía básica de las escrituras. El Rig Veda, los Upanishads y el Bhagavad-Gītā pueden describirse como textos sagrados de los hindúes. El hinduismo es también una religión sincretista, que no rehúye incorporar deidades de otras religiones a su panteón.