Un comienzo fulgurante

Las dos primeras décadas del cine gabonés fueron ricas en talentos, con figuras de la talla de Pierre-Marie Dong y Charles Mensah. Se produjeron numerosos cortometrajes y algunos largometrajes. Una de las primeras películas importantes realizadas en Gabón fue La Cage (1963), del francés Robert Darène, basada en un guión de Philippe Mory. Fue el primer largometraje bajo bandera gabonesa. Convirtió a Gabón en el primer país del África subsahariana en presentar una película a la competición oficial del Festival de Cannes. Su guionista, Philippe Mory, es una de las principales figuras de la primera década del cine gabonés. Dirigió Les tam-tams se sont tus en 1971.

El 4 de marzo de 1966, Jean-Luc Magneron presentó, bajo los auspicios de Radio Télévision Gabonaise, Chouchou Cosmonaute, una película de engaño sobre el vuelo del primer astronauta gabonés a la Luna. El aeropuerto de Libreville se transformó para la ocasión en un centro espacial, y muchos de los espectadores que acudieron a presenciar el despegue quedaron atrapados por el juego. El acontecimiento fue una experiencia sin precedentes tanto a escala nacional como continental.

Pero los días de gloria pronto llegaron a su fin: de 1978 a 1994, casi no se produjeron películas en el país, con la excepción de Equateur, de Serge Gainsbourg, adaptación de una novela de Georges Simenon, en 1983, y Raphia, de Paul Mouketa, y Le singe fou , de Henri-Joseph Koumba Bididi, en 1986.

Renovación bajo los auspicios de la CENACI

Tras esta elipsis de casi veinte años, el cine gabonés experimentó un nuevo auge con el estreno de la película de Bassek ba Kobhio, Le Grand Blanc de Lambaréné, en 1995. Este repunte se debió en gran parte a la labor de Charles Mensah, entonces director del Centro Nacional de Cinematografía de Gabón (o CENACI). El centro ayudó a poner en marcha una serie de coproducciones (para compensar la falta de financiación nacional). La apuesta salió bien, y los años siguientes fueron ricos en producción: Pierre de Mbigou, de Roland Duboze (1998), Jean Michonnet, une aventure africaine, de Alain Oyoué y Claude Cadiou (1999), Le Mvet, de Antoine Abessolo Minko (2001).

Imunga Ivanga es sin duda una de las figuras más prolíficas de este joven cine emergente. Entre sus numerosas películas destacan La fin, Les Tirailleurs d'ailleurs (1996), Dolé (2000, Tanit d'Or en Cartago) y Un amour à Libreville (ganadora del premio Beaumarchais en el Fespaco 2009). El director dirige actualmente el Institut gabonais de l'Image et du Son, que tomó el relevo del CENACI. Henri Joseph Koumba Bididi es también una figura importante del cine gabonés, con Les Couilles de l'éléphant, (2001) y Le Collier du Makoko (2011), ganadora del premio al mejor sonido en Fespaco 2013.

Recientemente destacan La Clé, de Olivier Rénovat Dissouva, que ganó el premio a la mejor película centroafricana en el Festival Ecran Noir de Yaundé en 2013, y Boxing Libreville, de Amédée Pacôme Nkoulou, que ganó el premio al mejor documental en el FCAT de Sevilla en 2018.

A pesar de una generación prometedora y de los esfuerzos de las instituciones, la industria se enfrenta a una gran dificultad: la falta de salas de cine. Los cines que se abrieron en los años 80 están abandonados por falta de rentabilidad, como el Majestic de Libreville. Las únicas proyecciones de calidad las ofrecen el Institut français du Gabon y, desde diciembre de 2018, Canal Olympia, la primera red africana de cines y locales de ocio, en Port-Gentil. El grupo tiene previsto abrir próximamente un complejo en Libreville.