El sector primario, un fuerte potencial

El sector primario representa alrededor del 20% del PIB y proporciona el sustento a más del 60% de la población activa. Se basa principalmente en la agricultura, sobre todo en la producción de cacao, café y aceite de palma. Sin embargo, con unas infraestructuras deficientes, unos servicios públicos inexistentes y un gran número de pequeños propietarios, la productividad es baja. Como consecuencia, el país tiene que importar gran parte de sus alimentos, especialmente el arroz. Los inversores extranjeros ayudan a diversificar y aumentar la producción agrícola, como la empresa francesa Hénaff, que importa toda la pimienta ecológica que necesita de 250 productores locales, lo que supone más de 12.000 toneladas al año. La producción de cacao ecológico certificado está creciendo, pasando de 40 toneladas a casi 1.100 toneladas entre 2006 y 2015. El sector ofrece a los productores un precio más de seis veces superior al del cacao convencional. Sin embargo, la producción de cacao se ve afectada por la parcelación de las tierras, que limita fuertemente su desarrollo, y también por el cambio climático, ya que cada vez se registran más sequías. En la actualidad, algunas iniciativas privadas intentan diversificar los cultivos para compensar la menor rentabilidad del cacao y el café: los cultivos de vainilla, pimienta y nuez de palma son algunos de estos experimentos. La pesca ofrece verdaderas perspectivas económicas y podría resultar decisiva para el empleo, la renta, la seguridad alimentaria y la diversificación. Mientras que los lugareños practican la pesca artesanal, la pesca industrial ha sido objeto de un acuerdo con la Unión Europea (UE) que permite a los arrastreros, principalmente de España, Francia y Portugal, surcar las aguas santomeranas. La producción de vino de palma también forma parte de la producción local típica, así como los cocos por su pulpa y aceite.

El turismo, un sector en desarrollo

El turismo ofrece un fuerte potencial de crecimiento, y el Gobierno cuenta con que se convierta en el motor del desarrollo del país. El número de visitantes no deja de aumentar, en consonancia con el incremento de la capacidad de alojamiento, y se espera que alcance unos 15.100 en 2021, frente a los 8.000 de 2010. El formidable potencial turístico del archipiélago se basa en su patrimonio cultural y natural único. Pero sigue habiendo limitaciones estructurales, como el precio de los billetes de avión, que sigue siendo elevado debido al número limitado de enlaces aéreos disponibles, aunque el número de viajes de ida y vuelta esté aumentando. Se están preparando grandes proyectos que deberían ponerse en marcha en breve, como la creación de una escuela de turismo y hostelería en la capital.

Los hidrocarburos, el sueño de Santo Tomé

La producción de petróleo y gas en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) podría transformar la economía de Santo Tomé y Príncipe. En 2001, el establecimiento de una Zona de Desarrollo Conjunto (ZDC) entre Nigeria y el archipiélago permitió a los dos países obtener los derechos de explotación de esta zona rica en petróleo. Las perspectivas de perforación siguen siendo inciertas y se ven empañadas por desacuerdos contractuales sobre lo que se considera un reparto desigual de los beneficios. La perforación ha comenzado, pero el proceso es largo y las ganancias financieras tardan en llegar. Las esperanzas están puestas ahora en la creación de una Zona Especial de Exploración Conjunta con Guinea Ecuatorial, firmada en marzo de 2020, en la que Santo Tomé podrá beneficiarse de la experiencia de su vecino en el campo de los hidrocarburos.