Guía de viaje Tournemire

Si Tournemire, ciudad ferroviaria, ha perdido su antiguo esplendor simbolizado por su bulliciosa estación, su marquesina sobre los andenes, su depósito de bellas máquinas de vapor... Sin embargo, ha conservado su encanto de pequeño pueblo -poco más de 400 habitantes- que ve pasar a diario sus dos trenes Béziers/París y sus lanzaderas entre Béziers y Millau. Situado entre el combalou de Roquefort y la meseta del Larzac, Tournemire es un pueblo tranquilo y soleado, cuya mayor atracción es el circo de Brias, por el que se puede llegar a pie a la meseta del Larzac, en una hora y media. Se puede llegar por el centro del pueblo -hacia la oficina de correos o el convento- o prolongando la carretera en coche hacia Viala-du-Pas-de-Jaux. Al llegar a la Croix de Crépounac, se puede ver el circo, que domina Tournemire y Roquefort, con una vista impresionante del valle. El municipio también es conocido por el descubrimiento, en 1986, de un esqueleto fosilizado de un plesiosaurio de 180 millones de años. Se encontró en su marga gris - una maqueta está expuesta en el ayuntamiento, el original está en el museo de Millau. El convento del siglo XIX de las Hermanas de Notre-Dame (actualmente de propiedad privada) y la iglesia del siglo XVIII-XIX también forman parte del patrimonio de la ciudad. Tournemire también es famosa por sus fiestas: el mercadillo del 14 de julio, con más de 300 expositores, con su exposición de coches antiguos y piezas de recambio, uno de los eventos más populares del sur del Aveyron.