Guía de viaje Cordes Sur Ciel

"Qué nombre tan poético y, al mismo tiempo, tan acertado", se dice uno al divisar la ciudad encaramada a su promontorio rocoso Su nombre, al igual que el de Córdoba en España, procede de la industria del cuero y el tejido que floreció allí en los siglos XIII y XIV. Cordes, fundada en 1222 por el conde de Toulouse, fue una ciudad próspera, tanto que llegó a tener hasta cinco líneas de fortificaciones. Su riqueza permitió construir y conservar un gran número de monumentos medievales, por lo que también se la conoce como la "ciudad de los cien arcos". La ciudad le revelará su historia y sus tesoros en un paseo gratificante y un tanto desafiante... La empinada subida le llevará junto a recintos, puertas y calles adoquinadas bordeadas de antiguas casas históricas. Al llegar a la Grand-rue, se topará con altas y vastas casas góticas, únicas en Francia por sus arcos apuntados, y descubrirá sus esculturas y estatuas simbólicas o misteriosas. La ciudad que coquetea con el cielo también presume de una iglesia gótica meridional (declarada Monumento Histórico en 1922) y, sobre todo, de museos, artistas y artesanos inspirados. Es una forma estupenda de sumergirse en la historia de la región y contemplar los tesoros que aún hoy florecen en este entorno de piedra. En un día lluvioso, puede visitar uno de los museos de la ciudad. En verano, acérquese al centro de ocio de Vère-Grésigne.