David Cronenberg © Dan Kosmayer - shutterstock.com.jpg

Los comienzos

Los inicios del cine de Ontario se remontan a 1896. Ese año, los hermanos de Ottawa Andrew y George Holland introdujeron un dispositivo de proyección llamado Vitascope (creado por Charles F. Jenkins y comprado por Thomas Edison) en el West End Park de Ottawa. Ese mismo año, la primera proyección de la película en Toronto tuvo lugar en el Museo Robinson en la calle Yonge. A principios de la década de 1910, la compañía de películas Conness Till de Toronto hizo comedias y películas de aventuras, y en Windsor, la All Red Feature Company lanzó The War Pigeon, una obra sobre la Guerra de 1812. El año 1917 vio la creación de la Oficina de Cine de Ontario (OMPB), una organización patrocinada por el gobierno para desarrollar la industria cinematográfica en Ontario. Sin embargo, la producción canadiense fue casi inexistente desde el decenio de 1920 hasta mediados del decenio de 1960. Esto se debió a la dominación de la industria del cine por el gran Hollywood. Sin embargo, seis películas en inglés se hicieron durante los años 50. Entre ellas, la versión deEdipo Rey de Sófocles(Edipo Rey, 1956) de Tyrone Guthrie, uno de los fundadores del Teatro Shakespeareano de Stratford. Otro joven canadiense, Sidney Furie, hizo dos excelentes películas, A Dangerous Age (1957) y A Cool Sound from Hell (1959), que atrajeron la atención de los británicos. Ante la indiferencia canadiense hacia sus películas, Furie emigró a Gran Bretaña para siempre. El caso de Furie es un ejemplo típico del éxodo del talento canadiense a Europa en los años 60. En la década de 1960, gracias a un cineasta y director nacido en Ottawa, Crawley "Budge", el cine de Ontario dio un nuevo giro. Sus películas, entre ellas Amanita Pestilens (1963) y la historia de una valiente inmigrante, The Luck of Ginger Coffey (1964), atrajeron a los canadienses. A principios de los años 60, la Junta Nacional de Cine de Canadá (NFB) también comenzó a producir películas.

Desde los años 70 hasta la actualidad

Desde finales de los 70, un movimiento de jóvenes cineastas defendió la idea del cine de autor. Comenzó a surgir una nueva generación de talentosos cineastas y productores, entre ellos el famoso Phillip Borsos y su película The Grey Fox (1982). También fue durante este período que se introdujeron nuevas políticas gubernamentales para promover la producción y distribución de películas. Ontario fue el hogar de algunos de los más conocidos cineastas anglo-canadienses, entre ellos Norman Jewison (originario de Toronto), director de The Russians are coming (1967) y Fiddler on the roof (1971), entre otros, y David Cronenberg (originario de Toronto), que ganó audiencia con sus primeras películas, Rage (Rabid, 1977), The Clinic of Terror(The Brood, 1979) y Scanners (1980). También cabe mencionar al gran James Cameron (originario de Kapuskasing), director ganador del Oscar de Xenogénesis (1978), Terminator (1984), Titanic (1999) y Avatar (2009), por nombrar sólo algunos. Durante los años noventa surgieron directores que reflejaban la diversidad étnica de la provincia, como Srinivas Krishna con sus películas Masala (1991) y Lulu (1996), y Deepa Mehta con Sam y yo (1990) y Fire (1996). John Greyson, particularmente conocido en el mundo del cine queer, dirigió The Making of Monsters (1991), Zero Patience (1993) y Lilies (1996). David Cronenberg sigue sorprendiéndonos con obras muy diferentes como Un método peligroso (2011), Cosmópolis (2012) o más recientemente Mapas a las estrellas (con Julianne Moore) en 2014. En 2017, la directora eslovaca Ingrid Veninger ambienta la trama de su película Porcupine Lake in Northern Ontario, que gira en torno a la transición a la edad adulta de un grupo de niñas. La película se filmó en varios lugares de la región, incluyendo el condado de Port Servern y la ciudad de Barrie.

Toronto en el punto de mira

Gracias a su versatilidad, Toronto atrae a muchos directores europeos y americanos. Es difícil de decir, pero la ciudad se utiliza a menudo como telón de fondo para ciudades como Nueva York, Chicago o Boston. Por ejemplo, la Casa Loma de Toronto es uno de los lugares de filmación más populares de la ciudad, sirviendo como telón de fondo para obras de éxito como X-men de Bryan Singer (2000), Hannibal de Ridley Scott (2001) o Scott Pilgrim vs. The World de Edgard Wright (2010). La Universidad de Toronto tiene a Matt Damon en Good Will Hunting de Gus Van Sant (1997) y a Lindsey Lohan y Rachel McAdams en Lolita malgré moi de Mark Waters(Chicas malas, 2004). Chicago (2002) de Rob Marshall y La forma del agua (2017) de Guillermo del Toro han instalado parte de sus decorados en los prestigiosos teatros de Elgin y Winter Garden. En 2013, el director franco-canadiense Denis Villeneuve ambientará su película Enemigo en Toronto, a la que describe como "una ciudad con muchas facetas". Este thriller, vagamente adaptado de la novela L'Autre comme moi (de José Saramago), transforma a Toronto en una ciudad fantasma, oscura y problemática. Los fans de Stephen King deben saber que la horrible casa de Pennywise, el payaso de la reciente versión de Ça(It, 2017), se encuentra en el 450 de la Avenida Pape. Más recientemente, es la estación de metro de Lower Bay la que vemos en varias películas, como la exitosa Suicide Squad (2016, David Ayer), cuya trama gira en torno a los famosos enemigos del Caballero Negro Batman. En la pantalla pequeña, la estación también se ve en la exitosa serie distópica The Handmaid's Tale (2017, aún en producción). Tres exitosas series canadienses también sitúan su trama en la ciudad canadiense: Degrassi: New Generation (2001-2015), Blood Ties (2007) y Murdoch's Investigations (2008, todavía en producción). También se puede ver el Ayuntamiento de Toronto en la serie de ciencia ficción Star Trek: The Next Generation (1987-1994) y el Centro de la Bahía de Adelaida en la serie Suits (2011-2019).