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Un fuerte descenso de la natalidad

En diez años, el número de nacimientos en España ha caído un 30%, según un informe del INE (Instituto Nacional de Estadística) publicado en la primavera de 2019. Las mujeres tienen una media de 1,25 hijos, frente a los 1,44 de hace diez años. Esto se tradujo en 370.000 nacimientos en 2018, la cifra más baja desde 2002. Otra de las conclusiones de este estudio es que el descenso del número de hijos por mujer va acompañado de una disminución de la edad media del parto. Ahora es de 31 años, uno de los más bajos del mundo, frente a los 29,3 años de hace diez años. Y lo que es aún más sorprendente, el estudio muestra que casi el 63% de las madres tienen cuarenta años o más. Para muchos analistas, esta crisis demográfica coincide con la crisis económica que atraviesa España desde hace unos diez años. Aunque las cifras se han recuperado a nivel macroeconómico desde 2013, año oficial en el que el país salió de la crisis, este fin de la crisis no se ha reflejado necesariamente en los bolsillos de la población, y en la mente de la gente sigue habiendo cierta preocupación. Al ser encuestadas sobre este tema, la mitad de las mujeres en edad fértil querrían tener dos hijos, pero no se atreven a dar el paso, alegando la precariedad de las condiciones laborales, la rigidez de los horarios y la falta de ayudas para el cuidado de los niños. En España, el 63% de los niños menores de tres años no van a la escuela por falta de guarderías. Al reducir el número de inmigrantes, la crisis económica también ha frenado la contribución habitual de estas poblaciones al crecimiento demográfico. Por último, otro factor explica este descenso de los nacimientos: la salida cada vez más tardía de los jóvenes, que abandonan el hogar unos diez años más tarde que en los países nórdicos. También hay razones económicas para ello, como el tiempo que se tarda en encontrar un trabajo estable y el aumento del coste del alquiler. Esta fuerte caída de la natalidad no se ha visto alterada por la pandemia y el confinamiento de la primavera de 2020, según un nuevo informe del INE publicado en diciembre de 2021. Con 341.315 nacimientos en 2020, España registra esta vez la cifra más baja desde la posguerra de 1941.

Una estructura familiar cambiante

La época postfranquista ya había supuesto una gran revolución política y cultural al sacar a las mujeres de las tres "C" a las que estaban destinadas: cocina, chiquillos y cura. Sin embargo, la estructura familiar española ha sufrido otros cambios profundos en la última década, sobre todo por la evolución del papel de la mujer. Algunas cifras nos ayudan a entender el panorama actual. Si el matrimonio sigue bajando de forma constante (-5,7% en 2018 respecto a 2017), otra tendencia profunda marca esta institución, el descenso regular de los matrimonios por la iglesia, superados por los civiles desde 2009. La edad media de los matrimonios sigue aumentando: más de 38 años para los hombres y más de 35 para las mujeres. Y el 50% de los niños nacen fuera del matrimonio. En cuanto a los divorcios, afectan a uno de cada dos matrimonios. Aunque la presencia de la mujer en el mercado laboral aumentó en 2018 con una tasa de empleo del 61% (frente al 53,1% de 2013 - Fuente: Eurostat), España sigue siendo el segundo país europeo en tasa de paro femenino (17%), cuando la media europea es del 7,1%. Ocupan los puestos de trabajo más precarios y se calcula que, incluso con las mismas cualificaciones, cobran un 13% menos de media por hora. Y en 2018, solo el 27% de las empresas españolas tenía una mujer en un puesto directivo, según un estudio de Grant Thornton. Políticamente, cabe destacar que las elecciones municipales de 2015 llevaron a dos mujeres a las dos primeras ciudades españolas, Manuela Carmena en Madrid y Ada Colau en Barcelona, y que el Gobierno de Pedro Sánchez dio una señal fuerte en 2018, nombrando a más mujeres que hombres (11 frente a 6). Desgraciadamente, al mismo tiempo, España ha sufrido muchos asesinatos de mujeres: 39 a mediados de octubre de 2018, casi 1.000, desde que se empezaron a contabilizar en 2003. Por ello, el Día de la Mujer del 8 de marzo de 2018 estuvo marcado por manifestaciones sin precedentes en toda España. Un día que pretendía ser un día de los derechos de la mujer, pero que también fue la ocasión de la primera huelga feminista. Este enfado volvió a manifestarse en abril de 2018 tras la decisión del tribunal de Pamplona, considerada laxa, de no acusar de violación sino de abuso de debilidad en el juicio a cinco andaluces, tras la agresión a una joven en las fiestas de Pamplona. Para combatir la violencia contra las mujeres, España aprobó en 2017 un plan de 1.000 millones de euros en 5 años (200 millones anuales), y dedicará parte de los fondos europeos recibidos por España tras la pandemia de Covid a la lucha contra la violencia de género. Además, en julio de 2021, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley "sólo el sí es el sí", que considera que cualquier acto sexual no consentido es una violación

El aumento de la pobreza infantil

Un estudio realizado en 2016 por el Centro Reina Sofía para la Adolescencia ya presentaba un panorama bastante preocupante de la situación de los jóvenes españoles. Analizando 5 dimensiones de su vida y comparándolas con los resultados de otros países de la Unión Europea: empleo, emancipación, educación, vida (tasas de mortalidad y fecundidad, accidentes, suicidios...) y nuevas tecnologías. En total, el joven español se encontró con un índice global de 5,6, en la vigésimo cuarta posición de la Unión Europea, por delante de Croacia, Italia, Bulgaria y Rumanía y muy lejos de Dinamarca, que obtuvo un 8. Fue el empleo y la emancipación lo que hizo que España se quedara atrás, ya que en educación y vida las cifras estaban a la altura de la media europea y la superaban en nuevas tecnologías. La misma brecha dentro de España: el País Vasco, Madrid, Cataluña, Navarra y Asturias se sitúan a la cabeza, mientras que Andalucía, Castilla y León, Baleares y Canarias se sitúan a la cola. Un nuevo estudio presentado en julio de 2018 por el Consejo de la Juventud vuelve a poner de manifiesto la precariedad del empleo juvenil y sus consecuencias en la dificultad de abandonar el hogar familiar. En 2018, solo el 19% de los jóvenes de 16 a 29 años pudo convertirse en autónomo, la cifra más baja desde 2002. Esto se debe principalmente a su mayor precariedad laboral (el 55,5% de los jóvenes tienen un empleo temporal frente al 26,9% de media en el conjunto de la población) y al cada vez más elevado coste de la vivienda, que aumentó un 9,28% de 2017 a 2018. Con un salario medio estimado de 900 euros, se calcula que ahora tendrían que destinar más del 91% de su presupuesto a la vivienda, cuando hace ocho años era suficiente con más del 45% y el 30% sería lo ideal. Este aumento de la pobreza entre los jóvenes se reflejó en términos sociales en el movimiento milleeurista, que en la década de 2000 agrupó a jóvenes licenciados que no ganaban más de 1.000 euros. Pero con la crisis, le siguió un nuevo movimiento, el de los nimilleuristas, que unos años más tarde quisieron dar a conocer que ya no ganaban ni siquiera esa cantidad, a pesar de sus estudios.

A la vanguardia del matrimonio entre personas del mismo sexo

Bajo el lema "la familia sí importa ", y a convocatoria del Foro Español de la Familia, unas 180.000 personas se manifestaron en Madrid en junio de 2015 para protestar contra la inminente aprobación de la ley que autoriza el matrimonio homosexual. A la manifestación asistieron también una veintena de obispos y una delegación del PP, pero sin su líder Mariano Rajoy ni el presidente de la Conferencia Episcopal Española. Esto no impidió la aprobación de la ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo el 30 de junio de 2015. " Un pequeño cambio en el texto que supone un enorme cambio en la vida de miles de nuestros compatriotas", subrayó José Luis Zapatero, jefe del Gobierno. España se convirtió en el cuarto país del mundo en adoptar este tipo de ley, tras Holanda, Bélgica y Canadá, pero el primero en cuanto a la posibilidad de adoptar, que también se incluyó en la ley. Un año antes, la ley había sido aprobada por el 66% de los españoles encuestados por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), aunque la posibilidad de aprobarla recibió algo menos del 50% de los votos. En 2018, los matrimonios entre parejas del mismo sexo ascendieron a 4.726, el 2,9% de los matrimonios. También es significativo que, bajo el acrónimo MADO (Madrid Orgullo), la Marcha del Orgullo que se celebra en Madrid en julio es una de las mayores de Europa, acogiendo regularmente a más de un millón de personas. En cuanto a la legislación social, el año 2021 estuvo marcado por otro texto relativo a la transidentidad. Aprobado por el Gobierno español en junio de 2021, tras un gran debate incluso en el seno del Gobierno, este proyecto de ley permite la autodeterminación de género a los mayores de 16 años (sin necesidad de declararse enfermos, como ocurre actualmente), así como a los mayores de 14 años (con el apoyo de sus padres o tutores) y también garantiza el acceso a la reproducción asistida a las personas lesbianas, bisexuales o trans.

El destino Erasmus

La alta descentralización y la importancia de la enseñanza privada confesional son las dos principales características del sistema escolar español. Se basa en tres estratos: educación preescolar, educación escolar y educación universitaria. En consonancia con el Espacio Europeo de Educación Superior, desde 2007 el sistema de educación superior español se compone de tres niveles, grado, máster y doctorado. En toda España, la comunidad es responsable de la educación hasta la enseñanza superior. Esto último es responsabilidad del Estado. Para los que puedan estar tentados, deben saber que España es el país que más estudiantes extranjeros recibe en el marco del programa Erasmus, según los datos facilitados por la Comisión Europea para el año 2017-2018. Con una media de 60.000 estudiantes al año. Y en los cinco primeros puestos del top 10 de ciudades más populares en este ámbito, encontramos regularmente, por orden de preferencia, Granada, Madrid, Valencia, Sevilla y Barcelona.