shutterstock_2089394254.jpg

Parques nacionales y biodiversidad

La provincia cuenta con diferentes tipos de zonas protegidas, como parques naturales regionales y un parque nacional.

Parque Natural del Delta del Ebro: clasificadocomo reserva de la biosfera por la UNESCO, el parque natural protege el mayor delta del Mediterráneo occidental, una amplia zona de cultivo de arroz, huerta y frutales. También alberga lagunas y humedales que sirven de hábitat a las aves migratorias y residentes. La bahía de los Alfacs alberga el último refugio de los nacras en peligro de extinción, gracias al istmo del Trabucador, una barrera de arena que protege la bahía. Sin embargo, el istmo, que protege la bahía de la alta salinidad y del parásito que diezma el gran nácar, está amenazado de inmersión. Se ha reforzado.

Riesgos relacionados con la urbanización

La planificación del uso del suelo ha contribuido a la vulnerabilidad de la región a los riesgos naturales. En efecto, la artificialización de la tierra conduce a una fragmentación de los entornos naturales, y el sellado de los suelos ya no permite una infiltración adecuada del agua de lluvia. Además, algunas construcciones se han realizado en zonas propensas a las inundaciones.

Cambio climático

Cataluña está considerada como un punto caliente del cambio climático, es decir, una zona donde el aumento de la temperatura es superior a la media mundial. El calentamiento global, que ya está en marcha, está provocando una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos: sequías, olas de calor, incendios, inundaciones y tormentas. Ejemplos de ello son la ola de calor del verano de 2021 seguida de un incendio forestal en la provincia de Tarragona, el temporal Filomena de enero de 2021 y la tormenta Gloria de enero de 2020, que provocó el avance del mar 3 km hacia el interior del Delta del Ebro, con olas de más de 6 m de altura, y playas que perdieron un tercio de su arena.

El cambio climático también está acelerando la erosión de la costa y el retroceso de las playas, que son los elementos más atractivos de la región. Está perturbando la biodiversidad marina, con efectos nocivos para el plancton (a través de la calcificación de los océanos) y la migración de las especies. También favorece la aclimatación de parásitos, como elHaplosporidium pinnae

, que ha provocado una elevada mortandad entre el gran nácar, una especie de marisco endémica del Mediterráneo, que ha sido declarada "en peligro" en 2019. La tropicalización del clima también plantea cuestiones de resistencia alimentaria y de salud humana (enfermedades transmitidas por vectores, olas de calor).

Salvar el Delta del Ebro

La erosión del Trabucador, junto con la de las playas, amenaza con sumergir el Delta del Ebro. Otro símbolo de la región, el faro de Bouda, situado actualmente a 3,5 km del mar, fue construido en la costa al este del delta a finales del siglo XIX. La ordenación del territorio también es responsable de la desaparición gradual del delta. Las presas que se han construido han acelerado la erosión, impidiendo la deposición de casi el 90% de los sedimentos, lo que supone una amenaza para las tierras agrícolas. Un plan de protección del Delta del Ebro, publicado en 2021, pretende frenar el fenómeno depositando en el delta los sedimentos almacenados en los embalses de las presas. El plan también prevé la regeneración de los ecosistemas dunares.