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El baloncesto, deporte nacional

El baloncesto es el deporte favorito de los filipinos. Hay canchas en todos los pueblos del país. Desde 1975, existe una liga profesional organizada por la PBA (Asociación Filipina de Baloncesto). En septiembre de 2023, Filipinas coorganizará la Copa del Mundo de Baloncesto con Japón e Indonesia, y espera mejorar su 32º puesto de la última edición.

Boxeo inglés muy popular

El boxeo es un deporte muy popular en todo el archipiélago. Muchos boxeadores filipinos se distinguen regularmente a nivel internacional, siguiendo los pasos de la leyenda Manny Pacquiao, adorado por todos los filipinos. Auténtico héroe nacional, es uno de los dos únicos boxeadores (junto con el estadounidense Óscar de la Hoya) que han ostentado títulos mundiales (AMB, CMB, FIB u OMB) en 6 categorías de peso diferentes. Fue elegido boxeador de la década 2000-2010.

Deportes de pelota tradicionales

El jaï alaï es el legado de los colonos vascos de hace más de un siglo. Esta pelota es muy popular entre los filipinos, aunque cada vez se juega menos. La velocidad del juego es asombrosa (las pelotas pueden alcanzar los 300 km/h), por lo que los jugadores están obligados a llevar casco. Y hay muchas apuestas en los partidos.

Sepak-takraw. Antiguo deporte nacional originario de Filipinas, el sepak-takraw(takraw: pelota de ratán) es también muy físico y muy apreciado: dos equipos de tres personas golpean una pelota de ratán de un lado a otro, utilizando la cabeza, los pies, el pecho y las rodillas, sobre una red tendida a un metro del suelo en el equivalente de una pista de bádminton.

Karaoke, un pasatiempo imprescindible

El karaoke es sin duda el pasatiempo favorito de los filipinos. Hay bares de karaoke en todos los pueblos, y desde el más joven hasta el más viejo, no hay que avergonzarse de tomar el micrófono... Y a nadie se le ocurriría reírse ni del peor cantante. De ti depende encontrar un éxito internacional para tararear

Buceo, la actividad reina

Filipinas es famosa por albergar algunos de los fondos marinos más bellos del mundo. En ellos abundan los coloridos peces tropicales, así como especies menos comunes como delfines, ballenas, tiburones ballena y el amenazado dugongo. Los precios especialmente bajos atraen a buceadores de todo el mundo. En las islas rodeadas de lugares de buceo, es frecuente encontrar hoteles asociados a centros de submarinismo que ofrecen atractivos paquetes.

Farniente y deportes náuticos

El país cuenta con más de 7.000 islas paradisíacas que hacen las delicias de los viajeros. El robinsón que desee aislarse del resto del mundo puede encontrar un confeti deshabitado; los amantes de los balnearios tienen donde elegir; los submarinistas están en el paraíso... Pocos países pueden presumir de una variedad de islas tan amplia. Y algunas de las playas del país figuran probablemente entre las más bellas de Asia, sobre todo en el archipiélago de las Visayas y en el de Bacuit. En las Visayas, la isla de Boracay es el símbolo del turismo costero en Filipinas. Es famosa por su larga playa de arena blanca, White Beach, sin duda una de las más bellas del país. La provincia de Cebú -la isla de Bantayan en particular- también es muy popular. También están las playas de ensueño de El Nido y la isla de Coron, en la provincia de Palawan. Kitesurf, windsurf, parasailing, paddle boarding, snorkel, esquí acuático, wakeboard o moto acuática: no faltan actividades en las playas turísticas del archipiélago.

Un destino de surf

El surf es una actividad relativamente reciente en Filipinas. Comenzó a despegar en la década de 1990, en gran parte gracias a las competiciones de alto nivel protagonizadas por campeones internacionales y a las numerosas fotos que han aparecido en revistas especializadas. La United Philippine Surfing Association (UPSA) organiza los campeonatos locales. Los principales lugares se encuentran en la costa noroeste de Luzón, en San Juan, en la costa este de Luzón, en Baler y Daet (playa de Bagasbas), y en Puraran, en la isla de Catanduanes. La costa sureste de Samar también ofrece algunos lugares. Por último, está la isla de Siargao, capital del surf en Filipinas La isla está repleta de spots de surf. Los surfistas más experimentados pueden subir a "Cloud 9" en General Luna, un tubo legendario que acoge competiciones con regularidad.

Magníficos paseos

Un vigoroso terreno volcánico confiere a Filipinas un paisaje de gran belleza. Las sierras se precipitan abruptamente al mar, los ríos rugen por húmedos cañones y el rico clima tropical favorece el crecimiento de selvas que trepan por las montañas.

Los volcanes son, por tanto, una delicia para los excursionistas. El más alto y exótico es el Parque Nacional del Monte Apo, en Mindanao. El más majestuoso, con su cono perfecto, es el monte Mayón, al sur de Luzón, en el Parque Nacional del Volcán Mayón. El volcán Kanlaon, muy ancho y escarpado, está en Negros Occidental. Al norte de Manila, el monte Pinatubo ofrece bellos paisajes de arena y ceniza. Por último, el lago Taal con su volcán, al sur de Manila, es como una isla dentro de otra isla. Una visita obligada

Además de los volcanes, los senderistas también pueden disfrutar de los arrozales, sobre todo en Banaue. Se trata de una de las principales atracciones de Filipinas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y denominada a menudo la "octava maravilla del mundo". Estos arrozales tienen dos mil años de antigüedad y se elevan a 1.500 metros de altitud. Unos quince kilómetros más adelante, los pueblos de Banggan y Batad son magníficos puntos de parada para pasear por los arrozales. El pueblo de Batad es especialmente famoso por sus arrozales en forma de anfiteatro, que son sin duda la vista más espectacular, ya que las terrazas de arroz parecen extenderse hacia el cielo. A sólo 25 minutos a pie de Batad, también se puede visitar la cascada de Tappiya, que desemboca en una inmensa piscina natural. Impresionante

Y en todo el archipiélago (sobre todo en la provincia de Palawan), los senderistas pueden adentrarse en la jungla, donde les esperan numerosos senderos.