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Fondos marinos excepcionales

La configuración archipelágica de Filipinas, con más de 7.000 islas en el corazón de los mares del sudeste asiático, la convierte en un país rico en fauna y flora acuáticas. La fosa de Mindanao recorre la costa occidental de Filipinas y alcanza una profundidad de casi 10.500 metros. Sus aguas cristalinas albergan 40.000 km2 de arrecifes de coral, hogar de una intensa vida marina. Aquí se pueden encontrar nada menos que 800 especies de coral. Sin embargo, este rico ecosistema marino está amenazado por la pesca con dinamita y los tifones, entre otras causas. Cada vez se crean más reservas marinas para proteger y salvaguardar estos tesoros. Además de esponjas, corales blandos y duros, plantas luminosas y mariscos, hay unas 3.000 especies de peces. El país es conocido por albergar una de las mayores variedades de peces del mundo: meros, peces escorpión, morenas, caballitos de mar, peces cirujano, napoleones gigantes, peces loro, peces piedra, mantarrayas, pulpos, tortugas gigantes, etc. Y entre los grandes mamíferos marinos, delfines, tiburones, tiburones ballena y dugongos en peligro de extinción.

Cientos de lugares de ensueño

La bahía de Coron es mundialmente famosa por su buceo en pecios. Aquí se hundieron muchos barcos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. El lago Barracuda es otro lugar interesante, donde se pueden descubrir asombrosas formaciones rocosas, además de barracudas, ¡por supuesto!

Elarchipiélago de Bacuit, frente a la costa de El Nido, ofrece grandes opciones para los submarinistas. Los desniveles son numerosos y están adornados con coloridos corales que albergan una densa fauna.

El arrecife de Tubbataha, a 160 km de Puerto Princesa, está reconocido como el lugar de buceo más bello de Filipinas y ha sido clasificado por la UNESCO. Las aguas son cristalinas y los desniveles impresionantes. Las condiciones climáticas hacen que sólo se pueda ir allí durante un corto periodo (marzo-junio), lo que significa que el ecosistema se conserva de forma natural. No es raro ver tiburones ballena y mantarrayas.

Arrecife de Apo. Catalogado por la UNESCO, el arrecife de Apo es el segundo mayor arrecife de coral contiguo del mundo y el mayor del país. Alberga casi 400 especies de peces, entre ellos tiburones, mantarrayas y napoleones gigantes -uno de los peces más grandes del mundo, que puede llegar a medir 2 metros y vivir más de 30 años-. Una pequeña anécdota: algunos de estos peces cambian de sexo a lo largo de su vida, naciendo hembras antes de convertirse en machos.

Puerto Galera, con sus bahías, islas e islotes, se ha convertido en un lugar turístico muy popular para bucear (playa de Sabang). Se pueden ver muchos peces pelágicos y tortugas. El paso de la isla Verde es uno de los sitios más famosos.

La isla de Mactan (o Lapu-Lapu, la isla del aeropuerto de Cebú) cuenta con una docena de complejos turísticos, cada uno con su propio centro de buceo. Expediciones diarias y safaris a Olango, Hilatagan, Balicasag, Cabilao, Apo, etc.

Malapascua, una pequeña isla en el extremo norte de Cebú, ha forjado su reputación gracias a los avistamientos de una especie endémica de tiburón, el tiburón tresher . Es muy común poder admirarlo durante una inmersión matutina mientras se limpia.

Moalboal, en la isla de Cebú, es cada vez más reconocido como lugar de visita obligada, sobre todo por la experiencia de bucear en medio de un enorme banco de sardinas.

Alona Beach, en la isla de Panglao (Bohol), es el punto de partida hacia las islas de Balicasag y Cabilao. Cabilao es famosa por sus inmersiones profundas, con avistamientos ocasionales de los famosos tiburones martillo, barracudas y rayas. En cuanto a Balicasag, ofrece a los buceadores uno de los arrecifes más bellos de las Visayas.

La isla de Apo (entre Dumaguete y Siquijor), además de ser una maravilla de auténtica isla pequeña, es un santuario marino que alberga distintas especies de tiburones, espléndidos corales y, sobre todo, tortugas gigantes.

Fórmulas para todos los gustos

Tanto los principiantes como los buceadores experimentados encontrarán algo a su medida y estarán atendidos en una de las muchas instalaciones del lugar. Como el submarinismo es una de las actividades más populares entre los turistas, está muy bien organizado en todo el país. Además, Filipinas ofrece tarifas muy atractivas. Una inmersión sin equipo suele costar entre 20 y 40 euros (1.200 - 2.500 pesos filipinos), una inmersión de medio día con equipo ronda los 50 euros (3.000 pesos filipinos), y un paquete de varios días cuesta como mínimo entre 300 y 600 euros (18.000 - 35.000 pesos filipinos). En las islas rodeadas de puntos de inmersión, es habitual encontrar hoteles asociados a centros de buceo que ofrecen atractivos paquetes. De este modo, se puede combinar el viaje de isla en isla, la relajación y el buceo. Para quienes deseen que su estancia se centre totalmente en el buceo, se organizan cruceros safari de varios días. Por último, las estructuras internacionales de formación como PADI, SSI o NAUI están por supuesto implantadas en Filipinas, así que si desea realizar su Open Water u obtener un certificado, vaya a su sitio web para disponer de la lista de centros certificados.

Instrucciones de seguridad y protección

Hay que seguir algunas normas de seguridad para evitar que las vacaciones de sus sueños se conviertan en un accidente. En primer lugar, siempre hay que respetar un límite de tiempo antes y después de un vuelo, en función del tiempo pasado bajo el agua y de la profundidad. Para evitar el síndrome de descompresión, se recomienda dejar pasar 12 horas antes y después de un vuelo para una inmersión sin descompresión, y el doble para una inmersión con descompresión. Esto se debe a que, con las diferencias de presión, el buceo aumenta el nivel de nitrógeno en la sangre, que se elimina gradualmente del cuerpo, pero la presurización de la cabina del avión puede aumentar este volumen de gas, provocando accidentes. Otros consejos son evitar el alcohol después de bucear, mantenerse bien hidratado, protegerse del sol y descansar mucho.

Los arrecifes de coral y la fauna marina son frágiles y están amenazados, y más que nunca hay que preservarlos. Como buceador, hay que adoptar una actitud responsable: no tocar los corales ni los animales (y desde luego no coger ninguno) y utilizar una crema solar con filtro mineral que sea menos dañina para los océanos. Ahora sólo te queda disfrutar sin riesgos para ti ni para la naturaleza