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La igualdad entre mujeres y hombres

La reciente consecución de la igualdad de género fue una de las condiciones para la adhesión a la Unión Europea. Durante la última guerra (1991-1995), las mujeres croatas sufrieron el endurecimiento de la estructura social paternalista, especialmente en las zonas rurales. La política natalista había relegado a la mujer a su única función materna. No fue sino hasta la acción militante de las feministas (en la década de los 2000) que se empezó a legislar para castigar la violencia doméstica y promover una mayor paridad en el trabajo, en particular en la esfera política. Hoy en día, las mujeres ocupan el 25 % de los escaños del Parlamento, lo que sitúa al Estado croata, con su expresidenta Kolinda Grabar-Kitarović, por encima de la media europea.
Otra lucha para las mujeres: el derecho al aborto. Aunque fue aprobado durante la época yugoslava, es cuestionado regularmente por médicos reacios que se amparan en la causa del «dilema moral» y el apoyo de los activistas antiabortistas, muy activos, como en los Estados Unidos.

Educación primaria, secundaria y superior

La escolarización en las escuelas públicas primarias y secundarias es gratuita. Los alumnos entran en el primer grado a la edad de 7 años, donde comienzan a aprender inglés —casi todos los jóvenes croatas hablan con fluidez al menos un idioma extranjero—. Se alternan cinco días a la semana —de 8 a 13 y de 14 a 19 h—. Así que no hay comedor, pero los niños tienen más tiempo para los deportes, la música, la danza o las clases de arte. Las vacaciones de verano duran desde mediados de junio hasta principios de septiembre, más dos semanas en Navidad y una en Pascua.
Las escuelas secundarias se dividen según los programas de los institutos generales, profesionales (técnicos, industriales, artesanales) o artísticos (música, danza, artes plásticas). Al cabo de cuatro años, es obligatorio aprobar el examen final conocido como de madurez (nivel de bachillerato) para acceder a la universidad. Desde 2009, las universidades aplican el sistema de Bolonia, y el diploma obtenido en Croacia tiene sus equivalencias en toda la UE.
Todavía no existe un sistema de becas estatales, de manera que las familias tienen que asumir todos los gastos del día a día de los estudiantes. Muchos jóvenes graduados van a estudiar al extranjero y a menudo se quedan allí. Se necesita una reforma educativa para renovar los planes de estudio y asegurar el compromiso del Estado para que ofrezca ayudas que promuevan el acceso a la educación superior y a la formación continua de acuerdo con las demandas del mercado laboral.

La familia, entre el tradicionalismo, la cooperación y la solidaridad

En un país con una economía neoliberal, donde la ayuda financiera del Estado es insignificante, la solidaridad familiar no es una palabra vacía. En el campo, cuando los jóvenes tienen la edad suficiente para ser independientes, si no tienen los medios para establecerse, se alza un nuevo piso para ellos. No es raro ver tres o incluso cuatro generaciones compartiendo el mismo techo. También es común que los jóvenes que trabajan en el extranjero envíen dinero a sus padres.
El compromiso de muchos croatas con los valores cristianos tradicionales está teniendo un impacto en la sociedad. Por ejemplo, en 2013, un referéndum exigido por las asociaciones católicas se centró en la definición constitucional del matrimonio como «el fundamento de la familia y la sociedad». Consagraba solo una posible unión, la de un hombre y una mujer. Entre los votantes, el 65,76 % dijo no al matrimonio gay. Después de un feroz debate, la Iglesia cambió el Tribunal Constitucional, y la educación sexual también fue prohibida en las escuelas. No obstante, en julio de 2014, el Parlamento aprobó una ley que permite las uniones civiles entre personas del mismo sexo, concediéndoles los mismos derechos en materia de herencia, prestaciones sociales e impuestos, pero excluyendo el derecho a la adopción. Si bien el comportamiento homofóbico sigue siendo una preocupación para los activistas de los derechos de los LGBTI, hay una mayor aceptación de los derechos de los homosexuales. Se ha dado mayor visibilidad a la pequeña comunidad a través de nuevos espacios comunitarios y eventos festivos, como el Orgullo Gay.

Salud, el sector privado

La medicina, que es bastante fiable, evoluciona en un sistema moderno de salud que aplica rigurosas normas de calidad en sus prácticas e incluso ofrece turismo médico (cirugía estética y dental). Para los usuarios croatas, el sistema de seguridad social obligatorio incluye seguro de enfermedad-maternidad, discapacidad, vejez y muerte, y seguro de desempleo, pero ofrece escasas prestaciones familiares. No hay seguros específicos para accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. El cuidado de los enfermos e indigentes está cubierto por el seguro médico privado y los fondos de pensiones. Para los hogares modestos, los altos costos de la atención sanitaria a menudo significan que tienen que depender de los remedios de la abuela.

Cohesión social que promueve los valores de la honestidad

Aunque la corrupción sigue siendo común, incluso en la administración, la policía, las escuelas y los hospitales, es algo que deja a la población más o menos indiferente. La gente deplora estas prácticas, pero convive con ellas. Deslizar un pequeño sobre en manos de funcionarios del Gobierno «puede» mejorar las cosas, acelerando el tratamiento de un paciente, por ejemplo. Desde la adhesión a la UE, este modus operandi se ha reducido. Representantes elegidos, directores de clubes deportivos y líderes empresariales han sido condenados.
Por otra parte, la delincuencia callejera es muy baja. No obstante, hay que seguir algunas precauciones básicas, especialmente en verano en las zonas costeras (carteristas). En los restaurantes, es mejor mirar la cuenta dos veces, pero Croacia sigue siendo un país seguro. El Índice de Paz Mundial, que clasifica a los países de todo el mundo según su pacifismo, teniendo en cuenta el grado de participación en los conflictos locales e internacionales y el grado de armonía o discordia dentro del país, sitúa a Croacia en el 17.º lugar en 2021, por delante de España (31.º).