Forêt d'Iraty © LUNAMARINA - iStockphoto.com.jpg
Vignobles de la Rioja © Vicenfoto - iStockphoto.com_1.jpg

Tres regiones y una flora y fauna que preservar

Desde hace mucho tiempo, España cuenta con una serie de medidas para proteger el medio ambiente. Y esto se aplica por igual a las regiones áridas del sur y a las zonas más verdes del norte. Detrás de los nombres de reservas de caza, parques naturales o incluso parques nacionales se esconde el deseo del Estado de proteger regiones de gran diversidad natural que a menudo son propensas a un alto nivel de turismo.

El País Vasco español es una zona dominada por la montaña y el mar. Dos poderosos elementos de la naturaleza que ofrecen un sinfín de actividades y descubrimientos para todos aquellos que se aventuren en la región. En el Parque Natural de la Biosfera de Urdaibai, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, podrá recorrer hermosas carreteras de montaña que ofrecen impresionantes vistas panorámicas. En una amplia zona, hay marismas, acantilados y llanuras fluviales. Sin olvidar las espléndidas playas que hacen las delicias de lugareños y turistas en los días soleados, como la bonita playa de Laga, sin duda uno de los arenales más bellos de la costa vizcaína.

Navarra también ofrece mucha variedad. Comience con un paseo por la Selva de Irati, el segundo hayedo-abetal más extenso de Europa, antes de adentrarse en los numerosos parques naturales de la región. El Parque Natural del Señorío de Bértiz ofrece un paseo por la vegetación propia de los valles prepirenaicos de influencia atlántica. En el Parque Natural de Urbasa y Andía se puede pasar de amplias praderas a profundos hayedos, atravesando paisajes de imponentes estructuras kársticas. En medio de este entorno natural se encuentra una maravilla de la naturaleza: el manantial del Urederra, cuyo color turquesa, provocado por la gran cantidad de carbonato cálcico y minerales del río, es una llamada a la contemplación. Como uno de los manantiales de agua de la región, la importancia de preservarlo es evidente. Al recorrer el río, se pasa de una Navarra atlántica a otra más mediterránea, y las influencias son evidentes al observar la flora. Y entonces, como por arte de magia, surge un paisaje extraordinario, el del Parque Natural de las Bardenas Reales. Clasificado como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, sus 42.500 hectáreas de paisaje semidesértico son una delicia para explorar. Las distintas rutas señalizadas que se pueden realizar a pie descubren un paisaje lunar, donde la erosión del suelo ha formado montículos y barrancos. La zona se caracteriza por paisajes esteparios, resultado de su clima único.

La Rioja es la región española más pequeña en superficie, pero una de las más ricas en paisaje y biodiversidad. Los viñedos tienen un aire mediterráneo, pero también hay cumbres montañosas y, aquí y allá, paisajes de áridos barrancos. La presencia de siete ríos hace que el agua sea un elemento clave de la región. En torno al río Ebro, la reserva natural de los Sotos del Ebro ocupa casi 500 hectáreas y alberga varios tipos de árboles: olmos, sauces, álamos y fresnos. La creación de espacios protegidos por las autoridades refleja también la necesidad de proteger los espacios vitales de las tres regiones. Como en cualquier otra parte del mundo, mantener las especies es un deber para conservar el planeta en perfecto equilibrio.

El deseo de preservar el territorio a escala nacional y europea

La zona de España que comprende las tres regiones del País Vasco, Navarra y La Rioja posee una gran diversidad biológica, que se debe en particular a su situación geográfica, en la confluencia de las regiones alpina, atlántica y mediterránea. El gobierno ha asumido el compromiso político de proteger esta extraordinaria zona, por un lado mediante la clasificación y, por otro, invitando a las comunidades autónomas a desarrollar sus capacidades en torno a la preservación de los espacios naturales. Pero la movilización va más allá, ya que algunas zonas de estas tres regiones del norte de España están integradas en la red europea Natura 2000. Así, el 33% del territorio de La Rioja, el 24% del territorio de Navarra y el 23% del territorio del País Vasco están afectados. Este compromiso político a nivel europeo tiene por objeto mantener la supervivencia de las especies y los hábitats amenazados a largo plazo. Esto obviamente implica la preservación de áreas naturales, algunas de las cuales también están clasificadas como Zonas de Especial Protección para las Aves (o ZEPA) y Sitios de Importancia Comunitaria (o LIC).

Iniciativas ciudadanas y profesionales

Los habitantes del País Vasco, Navarra y La Rioja también están cada vez más concienciados con el medio ambiente. Un excelente ejemplo es la majestuosa finca de Amalurra, en el País Vasco. La historia es la de un grupo de mujeres que se reunieron en 1984 para hablar de desarrollo sostenible. Hoy, 12 familias viven en la finca y reciben a los visitantes en un hotel y un restaurante que han obtenido la etiqueta ecológica de la Unión Europea. En un lugar en perfecta armonía con la naturaleza, se ofrecen a los visitantes talleres de formación en ecología emocional. En Rioja, algunos profesionales del vino también se están adaptando al cambio climático y tratan de aportar su granito de arena a la protección del medio ambiente. En la Bodega de Campo Viejo, abierta a los visitantes, los viticultores elaboran vino en una bodega ecológica. Están comprometidos con el desarrollo sostenible y utilizan materiales que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Combinar arquitectura y producción de vino respetuosa con el medio ambiente es una iniciativa necesaria cuando el entorno natural son viñedos, la cordillera Ibérica a lo lejos y el río Ebro abajo.