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L'Amazonie compte un grand nombre d'espèces d'orchidées © Al Carrera- Shutterstock.com.jpg

Biodiversidad bajo alta vigilancia

En los últimos años, el país ha tomado conciencia de la extraordinaria riqueza de su flora y fauna, y muchas zonas naturales están ahora protegidas. Las autoridades locales, asociaciones y fundaciones privadas han intensificado recientemente su vigilancia. Gracias a ello, los parques y reservas nacionales han protegido de la codicia y las agresiones humanas a un gran número de especies vegetales y animales. De la selva a la Sierra, pasando por las Galápagos, los amantes de la naturaleza se lo pasarán en grande. No olvide desviarse a la reserva ornitológica de Mindo, situada en la provincia de Pichincha, donde se han registrado más de 300 especies de aves. Si es un amante de los osos, no podemos recomendarle mejor visita que el Choco Andino, zona privilegiada de observación de una especie especialmente sorprendente, el oso de anteojos, llamado así porque su pelaje da la impresión de llevar gafas Los más aventureros pueden optar por dedicar unos días a descubrir el Amazonas en piragua, acompañados por supuesto de un guía local, y observar la multitud de animales salvajes que habitan la selva. Las noches suelen pasarse en pequeños campamentos instalados por los indígenas, acostumbrados ya a recibir visitantes. Es una experiencia inolvidable. Algunas agencias especializadas en turismo de aventura las encontrará en las páginas de esta guía.

Por último, los amantes del mar no deben olvidar que, entre junio y septiembre, las ballenas jorobadas, Megaptera novaeangliae, eligen las cálidas aguas del Pacífico para dar a luz a sus crías. Estos gigantes, que pueden medir hasta 16 metros y pesar 40 toneladas, ofrecen un espectáculo poco común en los alrededores de Ballenita y Puerto López. Cada año, más de 500 ballenas ocupan la bahía de Puerto López, donde se ha desarrollado un método de identificación basado en la forma de su aleta caudal, que permite contarlas. ¡Un gran espectáculo!

Amenaza a la naturaleza

Fue a partir de sus investigaciones en las islas Galápagos, en 1835, cuando el biólogo inglés Charles Darwin desarrolló su teoría de la evolución natural de las especies y publicó posteriormente su libro El origen de las especies (1859). En aquella época, en Ecuador no existía ninguna amenaza para la naturaleza y el archipiélago de Galápagos era un laboratorio al aire libre para cualquier científico del planeta. Los tiempos han cambiado, y si bien el archipiélago se conserva gracias a la movilización mundial, el resto del país no ha resistido al desarrollo y la industrialización. Durante el siglo XX, la agricultura a gran escala amenazó los ecosistemas de la costa y las regiones andinas. La Amazonia permaneció intacta hasta finales de los años sesenta, cuando se inició allí la producción de petróleo.

En pocos años, la destrucción de la naturaleza estaba tan avanzada que las autoridades ecuatorianas decidieron crear varios parques nacionales. Pero fue en 1978 cuando Ecuador dio un paso decisivo hacia su futuro en materia de protección de la naturaleza. Para salvaguardar este patrimonio natural se creó la Fundación Natura, que cerró sus puertas en 2012. ONG apoyada por grandes organismos internacionales como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Fundación Natura se ha forjado una reputación nacional y actúa en todos los frentes de la protección de la naturaleza. Sin embargo, su dinamismo y omnipresencia no resuelven todos los problemas. En un país donde la naturaleza debería ser el rey, su protección no figura entre las prioridades del Estado ni de las multinacionales. Queda mucho por hacer para lograr un equilibrio entre desarrollo y ecología, en particular para reducir los niveles de contaminación. Otras asociaciones como Acción Ecológica (www.accionecologica.org) y, por supuesto, la Fundación Charles Darwin (www.darwinfoundation.org), entre otras, hacen campaña para proteger el medio ambiente.

Las Galápagos, un territorio único en el mundo

También conocidas como archipiélago de Colón, las Galápagos son un mundo aparte, nacidas hace millones de años en el corazón del océano Pacífico, a unos mil kilómetros de la costa, donde el tiempo se detiene. Fue aquí, en 1835, donde el biólogo Charles Darwin estudió la evolución y la selección natural de las especies. En medio de paisajes lunares, iguanas, leones marinos, tortugas gigantes y miles de aves (piqueros enmascarados y de patas azules, pelícanos, flamencos, fragatas, garzas, ostreros de Galápagos, sinsontes, pinzones de Darwin, cormoranes, etc.) conviven en desconcertante armonía, sin temer la presencia del hombre. Animales de aspecto prehistórico, pues, pero también multitud de habitantes submarinos pueblan las profundidades: mantarrayas, cangrejos rojos y negros, tiburones (galápagos, gris, martillo, tigre, ballena y cornudo) y multitud de peces multicolores.

Una flora exuberante

Las cifras son impresionantes. Ecuador contiene el 10% de las especies vegetales del mundo. Los diferentes climas han dado lugar a 25.000 especies de árboles, de las cuales unas 10.000 crecen en la región andina. La Amazonia cuenta con 8.200 especies de plantas, incluidas 2.725 especies de orquídeas. Las islas Galápagos cuentan con 600 especies autóctonas y/o endémicas y 250 especies introducidas en la época de la colonización. Algunas especies exóticas son el ceibo con su tronco rollizo que produce ceiba, el árbol del caucho conocido por su látex, el árbol de balsa con su madera muy ligera, los mangles con sus raíces clavadas en agua salobre y las numerosas palmeras cuyas fibras se tejen y que sólo crecen en Ecuador (como la paja toquilla). Muchos de estos árboles tienen propiedades medicinales, sobre todo en la región amazónica, donde las especies gigantes pueden superar los 60 m de altura. En cuanto a los árboles frutales, plataneros, cacaoteros, árboles del pan con enormes frutos, papayeros, mangos y muchos otros, ¡se encargarán de que tengas un plato de fruta bien surtido! Tenga en cuenta que está prohibido llevar cualquier tipo de planta en el equipaje, ya que los controles son bastante estrictos al respecto.