Parques nacionales
El país cuenta con 37 parques nacionales, además de reservas naturales y monumentos, que pretenden conciliar la protección de la biodiversidad con el turismo. He aquí algunos de los más emblemáticos:
Rapa Nui: ubicado en la Isla de Pascua y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, protege un área cultural y arqueológica única en el mundo.
Nevado Tres Cruces: situado en Atacama, destaca tanto por sus paisajes (desiertos, salares, volcanes) como por su biodiversidad.
Lauca : en el norte del país, famoso por sus lagos y humedales, entre ellos uno de los más altos del planeta, el lago Chungara.
Patagonia:
Torres del Paine: famosa por sus glaciares, lagos y montañas.
Cabo de Hornos: es el parque nacional más austral del planeta, e incluye el mítico Cabo de Hornos.
Villarrica : este parque es emblemático no sólo por su volcán, sino también por sus montañas y vastos bosques.
Vicente Pérez Rosales : el parque nacional más antiguo de Chile, alberga el lago Todos los Santos y el volcán Osorno.
Parque Nacional Patagonia : , creado en 2018 gracias a una donación de tierras de la Fundación Tompkins, alberga una rica biodiversidad.
Pali Aike : frecuentado por muchos vulcanólogos, es reconocido por su geología y, en particular, por su terreno cubierto de lava basáltica.
Hornopirén, al sur de Puerto Montt, alberga bosques dealerces.
Cuando la piscicultura perjudica al medio ambiente
Chile es el segundo productor mundial de salmón. Sin embargo, este récord oculta una realidad preocupante. La introducción del salmón -una especie exógena- ha ido acompañada de la introducción de agentes patógenos (virus, bacterias y parásitos) hasta ahora ausentes del medio ambiente, lo que ha provocado alteraciones en los ecosistemas. Así, se sospecha que la actividad de estas "salmoneras" está relacionada no sólo con las "mareas rojas", sino también con los varamientos de ballenas y otras especies marinas que se vienen produciendo en las playas desde hace varios años. Argentina decidió en julio de 2021 prohibir este tipo de cría, y las ONG piden a Chile que siga su ejemplo.
Los bienes comunes y las "zonas de sacrificio" de la industria minera
La bahía entre Quintero y Puchuncavi, expuesta a los desechos tóxicos de la industria pesada y a la inercia de las autoridades públicas, ha sido descrita como una "zona de sacrificio". También se incluyen zonas degradadas o contaminadas por la minería. El impacto de la minería es el consumo excesivo de agua y la contaminación del medio ambiente (aire, agua, suelo), que tiene efectos sobre la salud de las poblaciones locales y contribuye también a la desaparición de los glaciares. El almacenamiento de residuos mineros es una amenaza real, como en el caso del yacimiento de El Mauro, uno de los mayores depósitos de residuos mineros del mundo. Si se rompiera, sus lodos tóxicos podrían verterse en el pueblo de Caimano. El otro aspecto ligado a la industria es el consumo excesivo de agua, en manos de los operadores (que poseen los manantiales y la distribución desde Pinochet), lo que contribuye a agravar el ya elevado estrés hídrico. En 2021, ante las protestas locales generalizadas, las multinacionales tuvieron que acceder a liberar agua para satisfacer las necesidades de la población local, prueba de que David puede imponerse a Goliat. En 2020, una sentencia judicial puso fin al proyecto de la mina de oro de Pascua Lama ( ), por razones ecológicas y sociales. La Reserva Nacional Pingüino de Humboldt debe su supervivencia a la tenacidad de las familias de pescadores frente a proyectos a gran escala, incluido un proyecto minero.
Enfrentarse al cambio climático
La ONG Germanwatch ha clasificado al país entre los 20 más vulnerables al calentamiento global en 2019. El centro y el sur del país se encuentran entre las zonas más expuestas, con el consiguiente deshielo de los glaciares y la desertización. El país podría experimentar una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos extremos (sequías, incendios, escasez de agua, inundaciones). Un estudio publicado en 2021 en el Journal of Climate destaca el papel desempeñado por el calentamiento de una bolsa de agua cálida situada en el Pacífico Sur en las megasequías que sufre el país desde 2010. La escasez de agua y la sequía son ya una realidad en algunas zonas, donde en 2021 y 2022 los residentes tuvieron que abastecerse de agua en camiones. Además de afectar a los recursos hídricos potables, la crisis del agua en Chile también está afectando a la agricultura y la industria (la minería en particular).
Iniciativas que prosperan
En 2019 se protegieron más de 4 millones de hectáreas de la Patagonia gracias a donaciones en parte privadas. El objetivo es aumentar la superficie de los parques nacionales y conectarlos entre sí, para mantener la dinámica evolutiva de los organismos vivos. En cuanto al clima, el país se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono de aquí a 2050, mediante el desarrollo de las energías renovables (central termosolar de Cerro Dominador, central hidrosolar de agua de mar de Cielis de Tarapacá), así como el cierre de las centrales de carbón. La gestión del agua también es una cuestión clave. En manos de las multinacionales, su consumo excesivo para la minería y los monocultivos de exportación es perjudicial para las poblaciones locales y los ecosistemas. Los ríos y lagos se están secando, como en el caso del lago Aculeo, que ha sufrido tanto la extracción excesiva de agua como la sequía relacionada con el cambio climático. Ante estas dramáticas situaciones, han crecido las reivindicaciones para luchar por la preservación de la vida, contra las "zonas sacrificadas" y por la reapropiación de la gestión del agua como "bien común". En este contexto, la población votó en referéndum en 2020, con una alta participación y en medio de una pandemia, a favor de una nueva constitución redactada por ciudadanos elegidos. Esta nueva constitución se sometió a referéndum en 2022, pero fue rechazada por abrumadora mayoría. Y fue la oposición conservadora la que ganó las elecciones constituyentes de mayo de 2023.
