Nacimiento y madurez del cine checo
El cine nació en la República Checa en 1898 con el director Jan Kříženecký. Armado con su cámara, recorrió la ciudad de Praga y capturó escenas de la vida cotidiana para deleite de sus contemporáneos y de los archiveros de películas. Puede ver estas películas en línea, y es posible que reconozca la isla de Zofin, donde los praguenses se bañaban hace más de cien años, o el puente Svatopluk Čech, que se cruza en el viaje en tranvía de 1908, una verdadera joya del cine antiguo. Al mismo tiempo, Viktor Ponrepo fundó el primer cine permanente de la ciudad en la Casa de la Pica Azul, en Karlova Ulice, que se inauguró el 15 de septiembre de 1907. Hombre de teatro, Ponrepo presentaba cada película y hacía una reverencia al final de la función, y la nueva atracción se ganó rápidamente un público fiel. El periodo de entreguerras fue una buena época para el cine checo. Los hermanos Havel fundaron dos estudios, A-B Productions y, sobre todo, el gran estudio Barrandov, creado en 1931 por Václav Havel (abuelo del presidente del mismo nombre). Todavía en funcionamiento, es una visita obligada para los amantes del cine que visitan Praga. Al mismo tiempo, la actriz Anny Ondra se convirtió en una estrella internacional del cine mudo, protagonizando con Alfred Hitchcock El hombre de Manx (1929) y luego en Chantaje
(1929), la primera película hablada británica. Con el director y actor Karel Lamač, apareció repetidamente en producciones franco-alemanas, antes de que la guerra pusiera fin a su carrera de actriz. En 1945, el cine checo fue nacionalizado. La mayoría de los cineastas de antes de la guerra abandonaron el país, pero otros tomaron el relevo al fundarse en 1946 el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Fue también durante estos años de posguerra cuando se estrenó La princesa orgullosa (1952), de Bořivoj Zeman, que se convirtió en el mayor éxito del cine checo, registrando casi nueve millones de espectadores. En el ámbito de la animación, el dibujante y cineasta Karel Zeman obtuvo reconocimiento internacional con sus películas Viaje a la prehistoria (1955) y Aventuras fantásticas (1957). Mezclando acción real, animación y efectos especiales, Zeman se inspiró en Julio Verne para sus historias y en Méliès para sus producciones, creando un estilo único que se convertiría en un hito. Hoy en día, puede descubrir su obra en el Museo Karel Zeman de Praga. Contemporáneo de Zeman, Jiří Trnka exploró la animación en volumen y las marionetas, que puso en práctica en El año checo (1947) o en sus adaptaciones de textos como El valiente soldado Chveïk (1955) o El sueño de una noche de verano (1959). Su último cortometraje, The Hand (1965), presagiaba tristemente su repentina muerte en 1969 a causa de un ataque al corazón.La nueva ola checa
Mientras se gesta la "Primavera de Praga", aparece una nueva generación de cineastas. La figura más conocida del movimiento fue sin duda Miloš Forman, que dirigió Amores de una rubia (1965) y Bomberos (1967), seleccionadas en la competición oficial de Cannes. Tras la represión de la "Primavera de Praga", Forman emigró a Estados Unidos. A partir de ahí, obtuvo el reconocimiento internacional con películas como One Flew Over the Cuckoo's Nest (1975), Hair (1979) y Amadeus (1984). Es uno de los pocos cineastas que ha ganado el Oscar al mejor director dos veces, en 1975 y 1984. En otro registro, Věra Chytilová es también una de las artistas destacadas de la Nueva Ola Checa. Más orientada al cine experimental, dirigió en 1966 Pequeñas margaritas, un ovni con una narrativa confusa pero muy visual. Por último, Jiří Menzel(Un été capricieux, 1968) y Jan Švankmajer(La Fabrique de petits cercueils , en 1967, y sobre todo Alicia , en 1988) completan esta corriente cinematográfica, cuya influencia pueden sentir Terry Gilliam, Tim Burton y muchas producciones internacionales aún hoy.
Apertura, perspectivas recientes y filmación internacional
Entre los cineastas que siguen trabajando y la nueva generación postsoviética, el cine checo tiene todavía un brillante futuro por delante. En 1996, Kolja , de Jan Svěrák, ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, y coproducciones como Divided We Fall (2000) y Pouta (2010) han acumulado éxitos de taquilla en el país. Recientemente, El pájaro pintado (2019), de Václav Marhoul, ha sido elogiada por la crítica internacional, mientras que una nueva generación de animadores, encabezada por Michaela Pavlátová(Mi familia afgana, 2021), se está integrando en el tejido cada vez más activo de las coproducciones europeas. Recientemente, fue La Traversée (2021) de Florence Miailhe la que obtuvo el éxito de la crítica, recibiendo un premio del jurado en el festival de Annecy. La República Checa también se ha convertido en un lugar de rodaje muy importante, gracias sobre todo a la experiencia de los estudios Barrandov. Entre las producciones más destacadas se encuentra Casino Royale (2006), de Martin Campbell, que felizmente utiliza los espléndidos escenarios del balneario Kaiserbad y el Grandhotel Pupp de Karlovy Vary en lugar de Montenegro, mientras que el Museo Nacional de Praga aparece como vestíbulo de un hotel veneciano. Diez años antes, la ciudad apareció en Misión Imposible , y puede sumergirse fácilmente en la película paseando por la calle Platnerska, que ha permanecido prácticamente inalterada desde el rodaje.
Nos vemos en el cine y en los festivales
El Kino Svetozor de Praga, abierto desde 1918, es uno de los muchos cines de la ciudad donde se pueden ver las últimas películas internacionales en versión original con subtítulos. El Kino Ponrepo alberga los archivos de la Cinemateca Nacional, donde se pueden ver películas de 35 mm, para deleite de los cinéfilos más ávidos. El Festival de Cine de Karlovy Vary, que se celebra cada año en los cines y teatros de la ciudad, es un festival imprescindible. Reserve sus entradas con mucha antelación, ya que este evento es muy popular entre los programadores y los amantes del cine de todo el mundo.
