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Los parques nacionales y el derecho de acceso a la naturaleza

El "derecho de todos"(allemansrätt) permite a todos los suecos pasear libremente por la naturaleza -en espacios públicos y en propiedades privadas- y recoger bayas y setas. Este derecho consuetudinario refleja una concepción de la naturaleza como patrimonio compartido. El país cuenta con 29 parques nacionales en su territorio que concilian la conservación de los entornos naturales y la recepción de visitantes. La Laponia sueca cuenta con 4 parques nacionales(Sarek, Padjelanta, Muddus y Stora Sjöfjället), que protegen ecosistemas de bosques, tundra, lagos y glaciares. Los parques nacionales de Fulufjället y Tiveden, en el centro de Suecia, protegen bosques antiguos, mientras que en Escania se encuentran los parques nacionales de Söderåsen, Dalby Söderskog y Stenshuvud. Suecia también cuenta con parques nacionales costeros y marinos, como El Parque Nacionalde Kosterhavet, que protege las islas Kosterhavet, y El Parque Nacional del Archipiélago de Haparanda, en el Golfo de Botnia.

La respuesta de Suecia al cambio climático

Suecia está experimentando los efectos del calentamiento global, con un aumento anual de las temperaturas que duplica la media mundial. El país experimentó una ola de calor sin precedentes en 2018, lo que provocó una grave sequía e incendios forestales. Hubo escasez de heno, lo que obligó a algunos ganaderos a sacrificar el ganado, y la disminución de las cosechas obligó a importar grano. En 2022, Suecia sufrió otra ola de calor y estuvo cerca de alcanzar la temperatura más alta de su historia (38°C en 1933 y 1947) con una temperatura de 37,2°C en Målilla, en el condado de Kalmar. El país no esperó a que se produjeran estos sucesos para tomar medidas contra el cambio climático. Desde los años 70, Suecia aplica una política voluntarista para limitar su dependencia de los combustibles fósiles, basada sobre todo en el desarrollo de las energías renovables (hidroelectricidad, biomasa, residuos, energía eólica). En 1991 se introdujo un impuesto sobre el carbono. En 2018, las energías renovables representaron el 54,6% del consumo final bruto de energía, lo que sitúa a Suecia a la cabeza de Europa. Más del 75% de la capital sueca se calienta mediante redes de calefacción urbana (principalmente biomasa y residuos) y sus autobuses funcionan con biogás. Suecia ha desarrollado distritos ecológicos: Västra hamnen, construido en Malmö, más recientemente Hammarby Sjöstad en la capital, y el proyecto en curso de Estocolmo Royal Seaport. El país, que aspira a la neutralidad del carbono en 2045, sigue siendo un gran consumidor de energía. Las presas también tienen el inconveniente de debilitar los entornos naturales y la biodiversidad.

Impactos relacionados con las operaciones forestales

Aunque los árboles ocupan el 69% de la tierra, dominan las plantaciones, y los bosques antiguos sólo representan el 12% del total, con menos del 6% de bosques clasificados. El país se desarrolló gracias a la explotación forestal en el siglo XIX y la industria sigue basándose en gran medida en la madera (biocombustibles, papel, construcción de muebles). Un estudio publicado en la revista Nature en 2020 destacó el aumento de las superficies taladas del país en el periodo 2016-2018, lo que contribuye a una disminución del almacenamiento de carbono. La replantación de madera blanda después de la tala, incluso en bosques antiguos, también conduce a una pérdida de biodiversidad y a una menor resiliencia a los peligros naturales. Un informe de Greenpeace publicado en 2017 reveló la deforestación del bosque boreal sueco y ruso por parte de subcontratistas de la empresa sueca de papel tisú y papel higiénico Essity. La fabricación de papel también provoca la emisión de contaminantes y requiere importantes recursos hídricos.

Mejora de la calidad del agua dulce y del Mar Báltico

Los vertidos agrícolas contribuyen a la eutrofización de ríos, lagos y también del Mar Báltico, donde se observan "zonas muertas". El Mar Báltico es un mar cerrado y poco profundo y está contaminado por los distintos países que lo bordean. Además de la contaminación agrícola, hay vertidos industriales y de la navegación. El Convenio de Helsinki, que reúne a los nueve países ribereños del Báltico, ha establecido un programa de acción concertada para el periodo 2007-2021 con el fin de combatir la contaminación y proteger la biodiversidad del mar.

Economía circular y sobriedad

El país recicla el 99% de sus residuos, gracias a un sólido planteamiento de economía circular y a un incentivo financiero. Los residuos se convierten en energía, y las latas y botellas de plástico se devuelven. También hay un centro comercial en el país que sólo vende productos reciclados o de segunda mano, ReTuna Återbruksgalleria. Este planteamiento es similar al Lagom, un cierto arte de vivir basado en la "media de oro" y la sobriedad. El köpskam, o vergüenza de comprar, también ha hecho su aparición en un país donde la sociedad de consumo sigue muy presente.

Movilidad suave

Suecia es accesible en tren y bicicleta, y la atraviesan los EuroVelo 3, 7, 10 y 12. El transporte público y la intermodalidad están bien desarrollados. Estocolmo introdujo una tasa de congestión tras un referéndum celebrado en 2006, y ha experimentado una reducción significativa tanto del tráfico rodado como de la contaminación por partículas finas. La flygskam, o "vergüenza de volar", se desarrolló a raíz del Acuerdo del Clima de París. Más que una emoción, el término describe una actitud basada en la voluntad de luchar contra el calentamiento global, seguida de la acción. Suecia ha experimentado un aumento significativo de los viajes en tren en 2019 y una disminución de los vuelos nacionales, también debido a otros factores, como la fiscalidad de los billetes de avión en 2018. Se están realizando inversiones para desarrollar la red ferroviaria y, en particular, los trenes nocturnos a Europa. Desde 2022 es posible llegar a Hamburgo desde la capital sueca y se están creando otras líneas.

Greta Thunberg, figura destacada del activismo climático

Por último, no podemos concluir este capítulo sin mencionar a la joven activista sueca Greta Thunberg, que inició las huelgas delos Viernes por el Futuro en 2018, y que ha arrastrado a su estela a toda una parte de la juventud mundial. La joven activista sueca también ha creado una fundación que apoya proyectos en todo el mundo, y continúa su compromiso pronunciándose en cumbres internacionales o participando en manifestaciones y acciones políticas más específicas.

Romina Pourmokhtari: ¿una esperanza para una juventud preocupada?

El Primer Ministro Ulf Kristersson (Los Moderados), elegido en octubre de 2022, ha optado por dar voz a los jóvenes para defender el clima en su Gobierno. Romina Pourmokhtari, nombrada ministra de Medio Ambiente el 18 de octubre de 2022, es la ministra más joven de la historia de Suecia. Sin embargo, cabe preguntarse si esta elección no es en gran medida simbólica, ya que la antigua presidenta de la Asociación de Jóvenes del Partido Liberal nunca antes había mostrado una especial implicación en la causa medioambiental.