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Lo que hay que tener

El recuerdo más popular que compran los turistas es el caballo de Dalarna, un auténtico símbolo de Suecia. El modelo clásico está tallado en madera y pintado de rojo, pero hoy en día existen infinitas variaciones de todos los tamaños y colores. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando los leñadores tallaban a mano juguetes para sus hijos. En el siglo XIX, empezaron a decorarse según los famosos murales de la región. Hoy, la tradición continúa en el pueblo de Nusnäs, cerca de Mora. Si se toma la molestia de ir hasta allí, podrá visitar las dos fábricas artesanales donde se fabrican a mano. Para los suecos, el caballo de Dalarna representa la fuerza, el valor, la lealtad y la dignidad. Los encontrará en casi todas las tiendas de recuerdos del país, ya que se fabrican 400.000 de estos caballos al año

Otro imprescindible es el tradicional zueco sueco, el träsko. Estos populares zuecos se venden en la mayoría de zapaterías. La parte inferior es de madera y la superior de cuero, y todo sueco posee (al menos) un par. En Båstad, al noroeste de Escania, una empresa artesanal vende el más auténtico de todos, el modelo Båstad-toffeln.

Para los que quieran mantener las manos calientes, compren un par de manoplas Lovikka. Estas bonitas y cálidas manoplas se fabrican en el pueblo de Lovikka, en el norte de Suecia. Fueron creadas por Erikka Aittamaa en 1892. La marca se registró en los años 60 y garantiza la producción local y el respeto por la artesanía original. Sin embargo, pueden ser difíciles de encontrar y su precio puede sorprender (entre 30 y 100 euros).

En cuanto a objetos útiles, no puede irse de Suecia sin un famoso ost-hyvel, o plano para queso. Este pequeño rallador es esencial, ya que es necesario para cortar los grandes quesos de forma triangular que a los suecos les encanta comprar en trozos de 1 kg. Esta herramienta permite cortar una loncha fina y uniforme de este enorme queso, siendo la loncha del tamaño y grosor perfectos para colocarla en un knäckebröd rectangular... ¡Qué satisfacción! Además, los cortadores de queso significan queso, y queso significa knäckebröd. Un buen regalo para sus amigos sería un cortador de queso, acompañado de uno de estos famosos quesos y un paquete de knäckebröd , ¡ para una experiencia completa!

Otro artículo útil es el cuchillo de madera para mantequilla. Este objeto artesanal de punta redonda facilita el uso de la mantequilla (blanda). No encontrarás un sueco que no tenga al menos dos de estos en su cocina (junto a sus dos ost-hyvel).

Para completar el conjunto, añadimos a nuestra maleta un tarro de mermelada de arándanos. Muy apreciada por los suecos, esta mermelada muy ligeramente azucarada puede acompañar sus bocadillos (de queso), ¡pero también sus carnes y pescados!

Artesanía saami

La artesanía sami es de una belleza y finura notables, ya que los sami son maestros de un saber hacer ancestral. Los colores utilizados en la producción de joyas y prendas de vestir suelen ser representativos de la bandera sami: azul oscuro, rojo vivo, verde y amarillo dorado. Se pueden comprar trajes tradicionales sami (sombreros, guantes, zapatos y zapatillas), así como cajitas de corteza de abedul, objetos de madera y otros pequeños artículos como llaveros de cuerno de reno.

Especialmente populares son las pulseras saami hechas con alambre trenzado de plata o estaño, colocado dentro de un cordón plano de cuero y cerrado con un pequeño botón tallado en hueso. El cuero procede del reno, al igual que el botón, tallado en la cornamenta del animal. Los alambres son difíciles de tejer, ¡y se puede tardar horas en hacer un solo centímetro de tejido! Los motivos se componen de hileras de alambres simples, dobles o cuádruples, a veces con nudos en miniatura o cuentas de metal. Hay una amplia gama de tamaños, y las pulseras pueden ser anchas o estrechas. Las pulseras están arraigadas en la cultura saami y están pensadas para durar toda la vida, o al menos hasta que el cuero se desgasta, lo que lleva muchos años. Así que es un regalo estupendo para alguien a quien aprecias

El Reino de Cristal

El arte de fabricar vidrio tiene una larga historia en Småland. De Växjö a Kalmar, éste es el reino del cristal, donde figuras y jarrones son elaborados por hábiles artesanos. Hoy, quince fábricas de cristal continúan la tradición con productos de gran finura. El artista Mats Jonasson, que trabaja para la Fábrica de Cristal de Målerås, el tercer mayor fabricante de cristal de Suecia, es conocido por sus estatuas de cristal con rostros misteriosos. Las máscaras llevan nombres de personajes mitológicos como Morgana, Dafne y Batzeba. Otra fábrica de cristal de fama mundial, Kosta Boda, se especializa en la fabricación de bellos objetos, incluida la imprescindible pieza de cristal con un caballo de Dalarna en su interior (¡si quiere matar dos pájaros de un tiro!). Si no puede acceder a las tiendas de la fábrica in situ, estas piezas pueden encontrarse en las principales tiendas de exposición del país.

Fuera de los caminos trillados

Si te sientes aventurero y quieres traerte algo menos convencional de Suecia, no te preocupes, ¡hay un montón de tesoros secretos en el país! Por ejemplo, ¿quién sabe que Suecia es (también) conocida por la calidad de sus cepillos, escobas y pinceles? Desde pequeños cepillos redondos para lavar la vajilla hasta escobas de suelo (hechas de abedul seco), desde suaves látigos para la ropa hasta cepillos de baño de mango largo, ¡hay un cepillo para cada necesidad doméstica! Las maderas utilizadas para fabricar estos cepillos son roble, abedul y fresno, y las cerdas, crin de caballo cuidadosamente tratada. La cadena de tiendas Iris Hantverk es el lugar ideal para comprar cepillos artesanales de buena calidad, así que no lo dudes si eres un adicto a las tareas domésticas

Otro souvenir inverosímil: comida en tubos. El más famoso es el tubo azul de Kalles Kaviar, con el legendario niño rubio sonriente en el tubo. Este caviar sueco es más bien una crema para untar, hecha de huevas de bacalao ahumado, aceite, especias y copos de patata... ¡sin olvidar una buena dosis de azúcar! Se puede desayunar sobre un huevo o una rebanada de pan. ¿No te gusta el caviar? No te preocupes, los supermercados suecos tienen otros tubos para sorprenderte: los clásicos tubos de queso fundido, ¡con sabor a gambas o a carne de reno! Si estos nuevos sabores te asustan, siempre puedes recurrir a los sucedáneos del Brie o el Roquefort... ¡también en tubos!