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Un país poco poblado

Bolivia tiene pocos habitantes: sólo 9,8 por km², una de las densidades más bajas del mundo. Pero a diferencia de otros países, Bolivia se libró de las masacres de amerindios en el siglo XIX. Ya en la primera constitución de Simón Bolívar en 1825, Bolivia admitió, al menos en teoría, su riqueza étnica. En realidad, hasta la revolución de 1952 no se abolió la servidumbre, que había permitido a los terratenientes y barones del estaño compartir el control del país. 60 años después de la revolución de 1952, y a pesar de un ex presidente nacido en tierra aymara y criado en una región quechua, sigue siendo la misma "élite" blanca la que preside los destinos de Bolivia. Hoy en día, el país sigue teniendo varias docenas de grupos étnicos diferentes, la mayoría de los cuales han conservado sus formas de vida ancestrales mientras viven al margen del mundo moderno. Algunos están ahora en peligro de extinción.

Los diferentes grupos étnicos

A continuación se enumeran algunos de los principales grupos étnicos de Bolivia. La treintena de naciones y pueblos indígenas del país son originarios de tres zonas geográficas distintas: la Amazonia, los Andes y el Chaco.

Los quechuas. Este pueblo amerindio andino fundó el reino de Cuzco en el siglo XII, antes de incorporarse al Imperio Inca. En Bolivia hay algo menos de 2 millones de quechuas. Hablan la lengua del mismo nombre. Aunque los descendientes de los quechuas han sufrido cierto mestizaje, siguen siendo los depositarios de la cultura inca.

Los aymaras. Originarios de la región del lago Titicaca, son los descendientes de la civilización Tiwanaku. Son casi 1,5 millones de personas en el territorio. También conocidos como pueblo kolla, los aymaras cayeron bajo el control del Imperio Inca antes de pasar a ser dominados por los españoles. Hablan aymara, una lengua vernácula. Los aymaras participaron activamente en la lucha por la independencia en el siglo XIX, pero sus condiciones de vida no mejoraron.

Los chipayas son quizás el primer grupo étnico que habitó el Altiplano. Viven a más de 4.000 metros de altitud en la región desértica del salar de Coipasa. Conocidos por sus originales técnicas de irrigación, también se les conoce como el "pueblo del agua". Diezmada por los colonos españoles, esta comunidad no supera ahora los 2.000 individuos.

Los kallawayas son un pueblo itinerante de curanderos que aún practican una de las medicinas naturales más antiguas del mundo. Originarios del norte del lago Titicaca, tienen un gran conocimiento de las plantas medicinales y los rituales de curación. Los kallawayas despiertan temor y admiración, ya que se les considera hechiceros que también pueden predecir el futuro. La cultura kallawaya, más concretamente la "cosmovisión andina de los kallawayas", está incluida desde 2008 en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Los Chiquitos. Este pueblo es en realidad un conjunto de varias comunidades indígenas reunidas por las misiones jesuitas en el siglo XVI. Viven en la Chiquitania, vastas llanuras al este del departamento de Santa Cruz. La huella de los misioneros jesuitas sigue viva entre los chiquitos: su lengua común, el chiquito, es hablada por los diferentes grupos étnicos que se convirtieron al cristianismo.

Los moxos son un pueblo amazónico que también fue evangelizado por los misioneros jesuitas en el siglo XVII. Viven en las proximidades del río Mamoré, en el departamento del Beni, al noreste del país. En la actualidad, son más de 30.000, agrupados principalmente en torno a las ciudades de Trinidad y San Ignacio de Moxos. Sus lenguas son el mojeño ignaciano y el mojeño trinitario, cercanas a la lengua arawak. La coloridaFiesta Ichapekene, que celebra su conversión al cristianismo, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2012.

Los guaraníes son un grupo de pueblos amerindios que viven en la región del Chaco de Bolivia, Paraguay y Argentina, aunque también están presentes en Brasil y Uruguay. Tienen un profundo respeto por la naturaleza y no conocen el concepto de propiedad privada. Viven en grupos en un Tekoha, que es mucho más que un territorio donde viven y cazan, es también donde se transmite y desarrolla la cultura guaraní

Los europeos llegaron al país en sucesivas oleadas de inmigración. Sin embargo, su presencia en el territorio es mucho menor que en Argentina, Uruguay o Chile, por ejemplo. La primera oleada llegó en el siglo XVI con la llegada de colonos españoles, atraídos por las riquezas de las minas de plata del Cerro Rico de Potosí. Una segunda oleada, formada por alemanes, franceses, portugueses e italianos, llegó en el siglo XIX durante la revolución industrial. En la actualidad, se calcula que los bolivianos de ascendencia europea representan alrededor del 15% de la población.

Los mestizos. También conocidos peyorativamente como cholos o cholas, son personas nacidas de un padre indio y otro europeo. Se calcula que estos criollos representan entre el 20 y el 65% de la población. ¿Por qué una brecha tan grande? El tema de los mestizos es muy sensible en el país, donde el discurso político e ideológico suele oponer lo indio a lo blanco. Los mestizos no pueden pretender tener una cultura específica. Evo Morales eliminó el término mestizo del censo nacional, obligándoles a declararse amerindios o europeos. Hoy, los mestizos luchan por el reconocimiento de su estatus e identidad, incluido el derecho a tener voz en la vida política.

Afrobolivianos. Son los descendientes de los esclavos africanos traídos por los colonos españoles para trabajar en las minas de Potosí. Esta comunidad indígena de más de 20.000 personas está reconocida oficialmente por el Estado. Viviendo principalmente en los Yungas, esta comunidad es famosa por la Saya, expresión cultural y política de su identidad (música, instrumentos, danza y vestimenta). La saya afroboliviana de los Yungas se interpreta en carnavales y festivales folclóricos de todo el país.

Otras minorías. Entre los otros grupos étnicos presentes en el país, cabe mencionar a los menonitas, una comunidad que vive en autarquía en el departamento de Santa Cruz, descendientes de holandeses, rusos, alemanes... Finalmente, el país cuenta con algo menos de 15.000 habitantes procedentes de las oleadas de inmigración japonesa del siglo XX.