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Una historia de sincretismo y mezcla cultural

Oruro está situada en un antiguo emplazamiento de ceremonias andinas, entre las que destaca la gran fiesta de Ito, donde los Urus, antiguo pueblo del imperio Tiwanaku, realizaban sus rituales sagrados en honor de la Pachamama y el Tío Supay (dios de la montaña). La ciudad fue tomada por los conquistadores a principios del siglo XVII y, a pesar de la prohibición española de continuar con estas ceremonias, siguió siendo un lugar sagrado para los Urus. Para eludir esta prohibición, los Urus asimilaron la figura de la Pachamama a la de la Virgen, y el Tío Supay se vistió con el traje del Diablo, para seguir celebrando a sus dioses bajo la apariencia del cristianismo. A finales del siglo XVIII, se dice que apareció una extraña imagen de la Virgen en una de las minas de plata más ricas de la ciudad. Desde entonces, el carnaval se celebra en honor de la Virgen del Socavón (Virgen de la Mina), entonces equiparada a laVirgen de la Candelaria. La imponente estatua de 45 metros de la Virgen del Socavón, erigida en 2013 en las alturas de la ciudad, vigila los festejos, a los que asisten cientos de miles de espectadores de toda Bolivia...

Los orígenes del carnaval

A finales del siglo XVIII se empezó a hablar de la Diablada, la danza de los diablos, que antes era la llama de los Urus y que simboliza la lucha del bien contra el mal. Las vestimentas de los ángeles y arcángeles eran de plata y no de latón, como hoy en día. A principios del siglo XX aparecieron las increíbles máscaras de la Diablada, que representan al Tío Supay bajo la forma de la imagen del diablo de cuernos rojos del cristianismo, pero también de los animales que los Urus consideran sagrados. La Diablada, con todos sus símbolos y referencias, es considerada por muchos la danza que encarna el carnaval de Oruro. A lo largo de los años, el carnaval ha atraído a otros bailarines de toda Bolivia, especialmente de las zonas urbanas.

Que empiece la fiesta!

Desde las 7 de la mañana del sábado anterior al Martes de Carnaval, una procesión de unos 28.000 bailarines y 10.000 músicos, orgullosos representantes de la juventud boliviana, marchan por las calles hacia el Santuario de la Virgen del Socavón (templo situado en la Plaza del Folklore, que no debe confundirse con la estatua de la Virgen del Socavón). La procesión, que dura unas 20 horas, se desarrolla en un recorrido de algo más de 3 km, que comienza en la Avenida Aroma y pasa por las principales vías del centro de la ciudad (Avenida Bolívar, Plaza 10 de Febrero, Avenida Rodolfo Meier, etc.), para llegar finalmente al Santuario del Socavón. Mientras tanto, en un feroz cara a cara, los espectadores de las gradas se enfrentan. En ambos bandos, los más atrevidos lanzan bombas de agua y petardos contra sus adversarios. Los más expuestos se ven reducidos a defenderse con sus paraguas de las incursiones de espuma de afeitar.

Cada grupo representa a una región o etnia de Bolivia y está formado por varios centenares de bailarines, que son el escaparate de su región. Los bailarines se adornan con intrincados (¡y a menudo muy pesados!) trajes, así como con las sublimes máscaras por las que es conocido el carnaval. Los "veteranos" forman la banda detrás de cada desfile. Dan la impresión de ser los más alegres del grupo, tan comunicativa es su alegría de vivir. Vestidos con el mismo traje y con un sombrero idéntico, siguen incansablemente los ritmos del Altiplano al son de los metales y la percusión. Los grupos más esperados son los del Altiplano y sus principales ciudades: Oruro, La Paz y Potosí.

LaDiablada, danza símbolo del carnaval, es la más esperada. La interpreta la Gran Tradicional Auténtica Diablada de Oruro. Los disfraces y las máscaras son de los más espectaculares del desfile. A la cabeza van los diablos Lucifer y Satanás (a veces representados como TíoSupay), con máscaras cornudas y trajes cuyos colores principales son el rojo y el negro, acompañados de varias China Supay, diablesas. Les siguen los bailarines que representan los 7 pecados capitales y, a continuación, las legiones de ángeles encabezadas por San Miguel, vestidos todos de azul. A lo largo de la danza, los ángeles y demonios se arremolinan y ejecutan una coreografía regulada al milímetro, en un frenesí de movimiento y color.

La danza delos Caporales es la especialidad de Oruro y La Paz. Los trajes de los hombres remiten a los de los capos, que dirigían a los esclavos en las minas de Potosí. El objetivo es caricaturizar e incluso ridiculizar a los conquistadores españoles, mostrando al mismo tiempo la riqueza de las tradiciones andinas. Es una danza sensual en la que se seduce tanto a los bailarines como a las bailarinas.

LaMorenada también retoma el tema de los esclavos contra los españoles, y la bailan sobre todo las comunidades afrobolivianas de los Yungas. Los bailarines llevan el tradicional bombín en la cabeza, cholitas y faldas muy cortas.

La danza de los Tobas. Los Tobas representan al Beni, la parte tropical de Bolivia. Contrastan fuertemente con los anteriores Caporales. El físico de los bailarines ya es diferente: son indios de las regiones amazónicas. Pequeños y ágiles, presentan al público una danza que simboliza la energía, compuesta de saltos sucesivos y grandes movimientos de brazos y cuerpo. Muy a menudo van con el torso desnudo, simplemente adornados con plumas de ave y grandes cinturones con flecos.

La Llamerada es una danza que rinde homenaje al animal más importante de la cultura aymara: la llama. Todos los bailarines van equipados con un objeto propio de los pastores: la honda utilizada para conducir el rebaño, que aquí se utiliza como accesorio rítmico.

Lascomparsaschapaqueñas de la provincia sureña de Tarija son parte indispensable del carnaval. Nada que ver con el orgullo que muestran los caporales. Aquí priman el buen humor, las canciones melodiosas y, sobre todo, los bailes desenvueltos y no espasmódicos. El traje de los bailarines es muy típico: muchas diademas y correas colgando del cinturón de todos los colores.

El grupo Wistu baila el Tinku, un simulacro del rito tradicional del Altiplano en el que los hombres luchan entre sí con las manos desnudas para derramar sangre y nutrir así a la madre tierra, la Pachamama. La danza escenifica estas luchas, mezclando a los bailarines en grandes movimientos.

También se bailan otras danzas folclóricas: la Kullawada, en la que los bailarines llevan una rueca en honor a las hilanderas de lana de La Paz, el Potolo, bailado por grupos de Potosí y Sucre, y el Waca Waca de La Paz.

Un carnaval unificador

Aquí todo el mundo se divierte: en el carnaval de Oruro se codean bolivianos del Altiplano, guaraníes del Sureste, bolivianos del Oriente y de los Yungas, que conforman el rico patrimonio cultural del país. Los grandes, los mayores y los pequeños; todos tienen su lugar, ricos o pobres.

El público está encantado, ellos también forman parte del espectáculo, aplauden, dan palmas al ritmo de la orquesta, cantan, pero sobre todo motivan a todos estos bailarines que tanto lo necesitan ya que su camino es largo. A pesar de los dolores y de la caída de la noche, la fiesta continúa durante toda la noche hasta las 3 de la madrugada. Hacia las 7 de la mañana del domingo, el carnaval comienza de nuevo, y es otro día de celebraciones, música, bailes, explosiones de alegría y colores.

Asistir a la feria

Obviamente, los viajeros que deseen asistir a este gran acontecimiento del país deberán organizarlo con suficiente antelación. La forma más fácil de hacerlo es recurrir a los servicios de una agencia de viajes, que se encargará de todo (reservas, alojamiento, transporte). Si quiere ir por su cuenta, hay varios factores que debe tener en cuenta. En primer lugar, el alojamiento; debe saber que las tarifas de las habitaciones de hotel en Oruro se triplican e incluso cuadruplican durante el carnaval. Además, a menudo es necesario reservar por un mínimo de 3 noches, lo que incrementa rápidamente el coste. Los hoteles se llenan durante este periodo, así que es mejor reservar con varios meses de antelación. Es más fácil encontrar transporte, los autobuses llegan desde toda la ciudad, pero los precios también pueden estar ligeramente inflados. Luego hay que comprar una entrada para acceder a las gradas. Los precios varían según el lugar y los servicios (algunas entradas incluyen comida y bebida), y oscilan entre 100 y 900 bolivianos por persona. Una vez cumplidas todas estas condiciones, ¡es hora de disfrutar del desfile! En general, el clima es bastante suave, pero puede refrescar rápidamente, sobre todo si se está estático. Las temperaturas suelen oscilar entre los 5 °C por la mañana y por la noche y los 18 °C por la tarde. El sol es fuerte a esta altitud, así que recuerde protegerse la cabeza. Se deben tomar precauciones básicas, ya que es habitual que las multitudes se rocíen unas a otras con agua, crema de afeitar, etc. Lleve ropa impermeable y proteja sus pertenencias (bolsa, cámara). Recuerde también recargar las baterías de sus dispositivos electrónicos para no perderse ninguna foto En cuanto a la seguridad, todo está previsto, ya que el carnaval está vigilado por unos 3.000 policías y se han instalado 300 cámaras de seguridad para la ocasión. Algunos números de emergencia que hay que conocer: la policía (✆ 110), el hospital general (✆ +66 52 77408), la Cruz Roja (✆ +66 52 74958) y la ayuda pública (✆ +66 52 51404). Por la comida, no te preocupes, hay infinidad de opciones disponibles por toda la ciudad (restaurantes, vendedores ambulantes...). ¡Ya está todo listo para disfrutar de uno de los carnavales más coloridos y divertidos del continente!