Por el asalto a la naturaleza!

Senderismo. Entre valles olvidados, picos escarpados y crestas, siempre con vistas a las aguas del mar Tirreno, el senderismo es imprescindible durante una estancia en Elba. Atravesar el maquis, ascender el monte Capanne a 1.019 metros de altitud, seguir antiguos caminos de herradura, alcanzar la costa... Hay muchísimos paseos, donde los delicados aromas de las flores cambian según la hora del día. Aunque los senderos más populares se encuentran en la GTE, la Grande Traversata Elbana, hay muchas otras rutas de senderismo que atraviesan la isla. El sendero de Pietra Murata (longitud: 6 km, desnivel: 325 metros, duración media: 4 horas), por ejemplo, comienza en el centro del pequeño pueblo de San Piero, en el municipio de Campo nell'Elba. La ruta rodea el flanco sureste del monte Capanne, justo en medio de las antiguas canteras de granito. Como siempre, las balizas blancas y rojas le guiarán a lo largo del recorrido. Lleve ropa cómoda y resistente, adaptada a la estación, y calzado adecuado para caminar. Los prismáticos son una herramienta inestimable para observar el paisaje y su fauna. La mejor época es de finales de mayo a mediados de octubre. Por último, pero no por ello menos importante, es imprescindible visitar el sitio web del Parque Nacional del Archipiélago Toscano(www.islepark.it), mientras que los centros de visitantes del Parque Nacional en Marciana y Rio nell'Elba están abiertos de abril a octubre.

Teleférico de Monte Capanne. ¿Quiere alcanzar las cumbres? Una visita a Elba es inconcebible sin experimentar la famosa Cabinovia. Este teleférico biplaza le lleva hasta el legendario Monte Capanne en sólo 18 minutos. Con buen tiempo, disfrutará de una vista inolvidable de Elba y del archipiélago toscano...

BICICLETA DE MONTAÑA. Destino predilecto de los ciclistas de montaña, la isla de Elba ofrece un magnífico terreno de juego, con una gran variedad de dificultades que se adaptan a todos los niveles, así como una notable diversidad de paisajes. Magníficos senderos señalizados de dificultad variable, pistas cerca del mar, bosques frondosos, itinerarios de enduro a campo traviesa o en descenso, el cicloturismo es cada vez más popular y ofrece la oportunidad de acercarse a la naturaleza y descubrir el patrimonio cultural de la isla a su aire. Y todo el año. Tanto si prefiere un tranquilo paseo en familia por la maleza mediterránea, como si prefiere una ruta más extrema hacia las cumbres de la isla, ¡todo es posible! Elba es un terreno de juego ideal para los ciclistas de montaña, y fue sede de la Copa del Mundo de Mountain Bike en 1994. Y si desea una aventura más suave, las bicicletas eléctricas y de montaña son cada vez más populares.

Escalada. La isla de Elba es un auténtico paraíso para los escaladores amantes de la escalada libre, el placer del desafío y el enfrentamiento con la naturaleza y consigo mismos. Entre los lugares más interesantes se encuentran las rutas de roca granítica de las laderas occidentales en torno a Chiessi, Pomonte y Marciana, y en particular la vía ferrata que lleva a la cumbre del macizo de San Bartolomeo. Hay que tener al menos 5c y ser muy independiente, ya que no hay agencias profesionales en la isla.

Los 4 mejores paseos por la isla de Elba

Monte Capanne (distancia: 11 kilómetros - duración media de la marcha: 5 horas).

Partiendo de San Piero in Campo, el pueblo de los trabajadores del granito, el sendero atraviesa antiguas canteras que evocan un pasado de picapedreros y canteros, así como el enigmático lugar de los Sassi Ritti, el "Stonehenge" de Elba. Al llegar a la cima del monte Capanne, se alcanza el punto más alto de la isla, a 1.019 metros de altitud: una terraza panorámica que domina las islas de Córcega, Capraia, Pianosa, Montecristo y Giglio. ¡Unas vistas magníficas! Una vez recargadas las pilas, es hora de completar la ruta con un rápido descenso entre encinas y castaños hasta el pueblo de Poggio.

San Martino (distancia: 5,5 kilómetros - duración media: 2 horas).

Se dice que a Napoleón Bonaparte le gustaba pasear por los senderos cercanos a su casa de campo de San Martino para disfrutar de la tranquilidad y planear su regreso del exilio sin miedo a los espías. Tras una visita a la residencia de verano del emperador y a la Galería Demidoff, la ruta atraviesa uno de los bosques más extensos de la isla, alternando ascensos y descensos, en medio de una vegetación exuberante y, sobre todo, al abrigo del calor.

Monte Calamita (distancia: 19 kilómetros - duración media: 9 horas).

Esta excursión al Monte Calamita, rico en yacimientos de magnetita y hierro, nos sumerge en la gran historia industrial de la isla de Elba. La leyenda cuenta incluso que las brújulas se volvían locas al acercarse a las orillas del promontorio de Capoliveri La ruta serpentea entre explotaciones mineras abandonadas (se ofrecen visitas guiadas a la mina subterránea Miniera del Ginevro), matorrales mediterráneos y fragantes pinares. Un panorama rico en arqueología industrial que destaca sobre el azul profundo del mar.

Porto Azzurro (distancia: 6 kilómetros - duración media del trayecto: 2 horas).

El paseo "Carmignani" sigue un itinerario panorámico que parte de la playa de Pianotta, bordea el antiguo fuerte de San Giacomo y conduce a las playas de Barbarossa y Terranera, famosas por las incursiones de los piratas berberiscos y por la explotación del hierro, importante mineral en la costa oriental de la isla. La ruta puede prolongarse hasta el santuario de Monserrato, famoso lugar de peregrinación en los siglos XVII y XVIII, desde donde es fácil regresar a Porto Azzurro.

Farniente y deportes acuáticos

El accidentado litoral de la isla de Elba, formado por una sucesión de picos, islotes y cuevas, alterna calas, altos acantilados y playas de arena dorada, negra o blanca. Nada menos que 200 lugares de ensueño para unas vacaciones activas entre dos sesiones de sol. En la región occidental, se puede ir a la hermosa playita de arena de Cotoncello (Sant'Andrea), a la sombra de coloridos tamariscos y rodeada de pulidas rocas de granito, o a la playa de Cavoli, una de las más famosas gracias a sus aguas cristalinas. En la región central, la playa de Capo Bianco, cerca de Portoferraio, está bordeada por altos acantilados blancos que se sumergen majestuosamente en un mar azul turquesa. Por último, en la región oriental, la playa de Cannello, accesible sólo por mar, se extiende con bandas oscuras (vinculadas a la presencia de minerales) que contrastan con el azul celeste del mar, así como la playa de Barabarca, cerca de Capoliveri, en el corazón de una bahía verde esmeralda y bien protegida de la mayoría de los vientos, son también buenas opciones.

La navegación. Echar el ancla! Navegar por la isla de Elba es un continuo descubrimiento... La paleta de colores de las aguas claras alterna armoniosamente entre el turquesa y el azul marino. El litoral es muy accidentado, dividido entre hendiduras, acantilados escarpados y calas, algunas de ellas paradisíacas. Por ello, no es de extrañar que aquí se organicen regularmente regatas y que se puedan admirar yates de competición tripulados por tripulaciones de renombre internacional. La isla cuenta con numerosos clubes náuticos y escuelas de vela que ofrecen cursos para todos los niveles por toda la isla.

Kayak y remo. El kayak y el remo son medios ideales para navegar por las aguas cristalinas, explorar los rincones escondidos entre las rocas y detenerse, por ejemplo, ante las calas de granito de Marina di Campo, las playas escondidas de Ischia o La Rota, el islote de Porto Caccamo, o vadear las cuevas de agua dulce, refugio de innumerables aves marinas. Silenciosa, su embarcación será la forma privilegiada de acercarse al medio marino. Otra mirada a la costa de Elbo

Un destino de buceo de renombre

Uno de los aspectos más destacados de Elba es sin duda su riqueza submarina, protegida por el mayor parque marino de Europa. Las aguas claras y templadas lo convierten en un lugar perfecto para el buceo. La naturaleza aquí es exuberante: congrios, meros, morenas, langostas y pulpos, corales y gorgonias; por no hablar de los delfines que no es raro encontrar. Un paraíso que también ha atraído a grandes campeones, como Jacques Mayol y Umberto Pelizzari, que establecieron varios récords de buceo. Entre los lugares más buscados: el pequeño islote de Corbella, frente al monte Calamita, es uno de los mejores lugares de inmersión para observar gorgonias. Pero también hay que descubrir los arrecifes de Formiche della Zanca, en Capo Sant'Andrea, formados por una cresta rocosa que desciende hasta más de 40 metros; Scoglietto, al norte de Portoferraio, donde se entroniza una estatua submarina de Cristo; Capo Fonza, cerca de Marina di Campo, desgarrado por una falla que termina en una cueva, refugio de langostas, pulpos, pequeños zorros voladores, nudibranquios y gorgonias rojas, espirógrafos, ramas de coral rojo...