Parc national de Gesause © Jazzanna - iStockphoto.com.jpg
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Parques nacionales

Hay 6 parques nacionales en el país, con numerosas rutas de senderismo, ciclismo y equitación.

Parque Nacional del Donau-Auen: situado en parte en la ciudad de Viena, protege los ecosistemas del valle del Danubio y, en particular, el Lobau. La "selva vienesa" o llanura pantanosa alberga una biodiversidad excepcional, incluidas algunas especies amenazadas.

Parque Nacional de los Alpes Calcáreos (Parque Nacional de Kalkalpen): situado en la Alta Austria, protege uno de los bosques mixtos más antiguos del país y alberga una gran biodiversidad.

Parque Nacional de Gesäuse: situado en Estiria, el parque nacional más nuevo de Austria ofrece una gran variedad de entornos y paisajes que harán las delicias de los amantes de la naturaleza.

Parque Nacional de Thayatal: situado en la Baja Austria, preserva los ecosistemas del Valle de Thaya, entre los que destacan los humedales y los bosques caducifolios.

Parque Nacional de Hohe Tauern: situado en parte en Carintia y en parte en el Tirol, es el mayor parque nacional de Europa Central. Es conocida por sus magníficos paisajes y alberga una rica biodiversidad.

Parque Nacional de Neusiedler See (o Parque Nacional de Fertő-Hanság) : fronterizo con Hungría, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por sus paisajes culturales y sitio del Convenio RAMSAR por la importancia de sus humedales (incluido el lago Neusiedl).

La agricultura ecológica en primera línea

En 2021, con más de una cuarta parte de la superficie agrícola cultivada -y certificada- como ecológica, Austria se situará a la cabeza de la clasificación mundial en este ámbito. Este éxito se debe a los agricultores pioneros del periodo de entreguerras, a la estructuración del sector a partir de los años 60, a la comunicación en los medios de comunicación y al apoyo financiero del Estado. Los supermercados también participan en la distribución de productos ecológicos desde la década de 1990. El consumo de productos ecológicos está creciendo en el país.

Hacia una movilidad sostenible

Austria ha emprendido una ambiciosa política de fomento de la movilidad con bajas emisiones de carbono. Viena es la ciudad de la Unión Europea con más trenes nocturnos. Esta estrategia se basa, en particular, en la adquisición por parte de la compañía ferroviaria austriaca de la filial alemana de trenes nocturnos. La ambición es seguir ampliando la red, que actualmente cuenta con 27 líneas. El país también ha anunciado un presupuesto de 7.000 millones de euros para electrificar toda la red ferroviaria de aquí a 2035. Entre las medidas propuestas en junio de 2020 por la ministra de Medio Ambiente, una tarifa plana de hasta 3 euros al día para el uso ilimitado de todo el transporte público del país, con variaciones locales (tarifa plana regional de 2 euros y tarifa plana urbana de 1 euro). Tampoco se deja de lado la movilidad ciclista. En Viena le esperan 1.400 km de carriles para bicicletas y carriles exclusivos. El país está atravesado por 5 rutas ciclistas europeas. La EuroVelo 6, muy popular entre los austriacos, permite recorrer el Danubio en bicicleta. Una red de pueblos alpinos, Alpine Pearls, ofrece un turismo sin coches(www.alpine-pearls.com). El gobierno austriaco anunció medidas para un tráfico social y ambientalmente responsable en junio de 2020. El país pretende fijar un precio mínimo para los billetes de avión y gravar los vuelos de menos de 350 km. Se prohibirán los vuelos nacionales que puedan ser sustituidos por viajes en tren de menos de 3 horas. Ya en 2017, una sentencia judicial puso fin a la construcción de una tercera pista en el aeropuerto de Viena-Schwechat por motivos climáticos.

Afrontar la emergencia climática

El país, especialmente las zonas de media y alta montaña, son especialmente vulnerables al cambio climático. Un informe de evaluación científica de 2014 indicaba que el aumento de la temperatura en comparación con la era preindustrial se acercaba ya a los +2 °C. El cambio climático podría conducir a una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos (incluyendo inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra, incendios forestales). El deshielo de los glaciares -el 80% de los cuales podría desaparecer en los Alpes a finales de siglo- podría amenazar la agricultura y la producción de energía hidroeléctrica. Ante esta situación, Austria se ha fijado el objetivo de ser neutral en carbono para 2030. Además de las acciones relacionadas con la movilidad mencionadas anteriormente, el país quiere introducir incentivos fiscales, así como medidas como la prohibición de las calefacciones de petróleo para 2035. La combinación energética, compuesta en dos tercios por combustibles fósiles, vería aumentar su cuota de energías renovables (hidroelectricidad, biomasa) hasta el 50% en 2030, y se ampliaría (energía eólica y solar). Cabe señalar que Austria abandonó la energía nuclear en 1978. La eficiencia energética es una palanca importante, junto con la sobriedad y la economía circular, un enfoque ya probado con éxito en Vorarlberg.

Vorarlberg: un laboratorio de sostenibilidad

Región en declive en los años 80, Vorarlberg ha experimentado un nuevo impulso gracias a la iniciativa de sus habitantes y de un grupo de arquitectos que han sabido transformar las limitaciones del territorio en activos y aprovechar sus recursos de forma coherente y ecológica. La revitalización de la zona se basó en la construcción en madera (un recurso local abundante), con el objetivo de lograr la eficiencia energética y proporcionar servicios a la población: cafeterías, tiendas, etc. En algunos pueblos, este enfoque ha ido acompañado de la creación de monedas locales, todo lo cual ha contribuido a mantener la población, crear puestos de trabajo (incluida una industria maderera) y atraer el turismo basado en el descubrimiento de la arquitectura. En la actualidad, Vorarlberg es una de las regiones más dinámicas del país y aspira a alcanzar la autonomía energética en 2050, mediante el desarrollo de las energías renovables y la sobriedad energética. Un buen ejemplo de resiliencia basado en la gestión sostenible de los recursos locales y la inventiva de los habitantes.