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¡Ah, la familia!

En muchas partes de África, la familia es la unidad en torno a la cual se basan los sistemas sociales tradicionales. El concepto de familia debe entenderse en su sentido más amplio, integrando todos los grados de parentesco así como los vínculos con el clan. Es al mismo tiempo una unidad de producción, consumo e integración social. La solidaridad que caracteriza a las sociedades africanas depende de una fuerte estructura que puede sintetizarse en la forma del grupo étnico (cuyos individuos comparten una herencia cultural y una lengua común), el linaje (formado por una familia numerosa cuyo parentesco se remonta a varias generaciones) y el clan (compuesto por un grupo de individuos referidos a una personalidad, un oficio o un animal tótem). Como muchas familias han sido diezmadas por el SIDA, las unidades familiares tradicionales se han roto a menudo para dar paso a modelos basados en la ayuda mutua entre hermanos y hermanas, en los que los mayores cuidan, como pueden, de los más jóvenes. En función de su edad, filiación familiar, clan u origen social, cada individuo tiene un papel y un lugar específicos dentro de la comunidad. Sigue siendo muy difícil transgredir estas leyes, calificadas de "naturales", aunque los cambios económicos y la urbanización tiendan a romper la unidad familiar extensa. Esta ruptura se materializa en una disminución progresiva de la solidaridad tradicional, la individualización que a veces conduce a la marginalidad, cuyas formas más graves son la delincuencia, la prostitución, el abandono de los niños o de los ancianos. El ugandés se debate, pues, entre el deseo de conservar su identidad tradicional y el de integrarse en un mundo en plena metamorfosis influenciado por los valores occidentales.

Para casarse de por vida

En Uganda, muchos matrimonios perpetúan las tradiciones: la poligamia, la dote, la unión forzada... Así, entre los Baganda, uno apenas puede casarse con una persona perteneciente al clan de su padre o de su madre. El legislador ha fijado la edad legal para contraer matrimonio en 18 años. Sin embargo, el derecho consuetudinario sigue prevaleciendo, ya que un tercio de las mujeres ugandesas se casan antes de alcanzar la mayoría de edad. En los principales centros urbanos, las prácticas mencionadas están desapareciendo y son sustituidas con frecuencia por las costumbres occidentales: libre elección de pareja, posibilidad de divorcio, etc. Cabe señalar, por cierto, que Uganda es una sociedad patrilineal, es decir, la filiación se basa únicamente en la descendencia paterna. En general, el derecho y la práctica consuetudinarios niegan a las mujeres la igualdad de derechos en materia de propiedad, herencia y matrimonio. Las esposas se mudan con sus maridos, pero no heredan sus bienes. En todo el país, los matrimonios van precedidos de acordeones. Entre los Baganda, el kwanjula es el día en que la prometida presenta oficialmente a su novio a sus padres, después de que éste lo haya solicitado por escrito. Entre palabrería y regalos, cada familia, representada por un portavoz, expresa sus dudas y exigencias sobre la futura unión, a veces con virulencia, a menudo con humor. También se elabora un retrato de la familia y sus antepasados. A los debates les siguen los bailes, en los que cada mujer luce su más bello gomesi (vestido tradicional), y luego un gran buffet. En las ciudades, los novios intercambian anillos, cortan una tarta y posan para las fotografías. No es raro ver a la futura novia con un vestido blanco. Pero ahora hay voces en contra de este tipo de kwanjula, denunciando su aspecto comercial y su exceso de regalos. El equivalente del kwanjula se encuentra en otros grupos étnicos: okuzaaliibwa mumaka entre los basoga, nyom entre los acholi... Por el contrario, los pastores ankole siguen practicandoel okukiriza, es decir, el secuestro de las jóvenes con las que desean casarse.

De la iniciación en Uganda

Las ceremonias de iniciación están muy extendidas en la mayoría de los grupos étnicos. En el momento de la pubertad, los jóvenes núbiles son introducidos, mediante una serie de ritos, en las tradiciones de la tribu, lo que le confiere una gran cohesión. Una vez completado el ritual, los adolescentes son considerados adultos y tienen los mismos derechos y obligaciones que los adultos. La iniciación se compone generalmente de pruebas simbólicas que forjan el carácter del joven iniciado. A menudo tiene lugar fuera del pueblo, en el monte o en un lugar sagrado (colina, cueva...). El joven aprende el lenguaje secreto que le permite integrar las reglas tribales y acceder a los misterios del universo y las fuerzas de la naturaleza. Se le imponen varias pruebas para que pueda afirmar su fuerza de carácter. La finalización del ceremonial marca el renacimiento, tras la muerte de la infancia. Este renacimiento se simboliza con signos externos (cabeza rapada, uso de joyas, pintura corporal...) y suele terminar con un baño purificador que confirma la pertenencia del joven al grupo de iniciados. Para las jóvenes, los ritos de iniciación suelen ir acompañados de un aprendizaje de las tareas domésticas y del papel de esposa. La circuncisión, practicada por dos pueblos, el Sabiny y el Bagisu, es un momento esencial en la vida del joven. En cuanto a la circuncisión femenina, practicada por los Sabiny, el Parlamento ugandés aprobó en 2010 una ley que la penaliza y que incluso contempla la cadena perpetua en ciertos casos extremos. Sin embargo, las ablaciones siguen realizándose de forma clandestina.

Pala bajo los árboles

La tradición oral permite la transmisión intergeneracional de la historia y los códigos de una etnia, familia o clan. Los ancianos, que son los guardianes de la tradición, son los llamados a resolver las disputas que puedan surgir. Tradicionalmente, los conflictos o los problemas de la comunidad se discuten bajo el "árbol de la palabrería". Cada miembro de la comunidad tiene derecho a expresarse y dar su opinión sobre los temas planteados. Por lo general, el jefe de la aldea preside la palestra, pero la decisión final la toma un consejo formado por los ancianos (sabios) de la comunidad.