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Vida salvaje omnipresente

Durante su estancia en Uganda, el zoólogo no sabrá a qué atenerse. Arrastrándose, volando, nadando, corriendo: la fauna está por todas partes. Fuera de las zonas protegidas que son los parques y las reservas, se pueden observar multitud de animales (desde el vervet hasta la vaca ankole, pasando por el varan), pescar (siguiendo el ejemplo de la tilapia y la invasora perca del Nilo) y ser temidos por los hombres (mamba negra, naja...). Sin embargo, la mayoría de los viajeros están más interesados en los grandes mamíferos y reptiles (pitón, cocodrilo del Nilo...) que rondan los bosques, la maleza y las aguas de los parques nacionales. Aunque los ñus y sus famosas migraciones están ausentes, aunque los rinocerontes ya no vagan libremente por la sabana (la especie, reintroducida en Uganda, apenas está presente hoy en día salvo en el santuario de Ziwa), aunque las manadas son menos consecuentes que las de los parques kenianos y tanzanos, las zonas protegidas ugandesas, más íntimas, recompensarán a sus visitantes con creces. Un pequeño bestiario para los escépticos: además del gorila de montaña (la atracción número uno de la fauna silvestre de Uganda), el país alberga cerca de veinte especies de primates, como el travieso chimpancé, el omnipresente babuino, el endémico mangabey ugandés, el raro mono dorado y el protegido cercopiteco de Hoest. Los félidos no se quedan atrás, ya que el rey león está presente, así como el serval, el caracal, el leopardo, el gato montés y el guepardo (en Kidepo y Pian Upe). Entre los grandes herbívoros, mencionemos el elefante, el búfalo, la jirafa, el hipopótamo, la cebra, etc. Los antílopes también son numerosos: tarabés de Jackson, zapatero de media luna, eland del Cabo, impala, sitatunga, kudú mayor y otros... Añadamos a este resumen la hiena manchada carnívora. ¿Convencido?

Chirridos y cotilleos

Con más de 1.000 especies de aves registradas, Uganda es uno de los destinos favoritos de los observadores de aves. No es necesario visitar los parques y reservas para emocionarse con este pequeño mundo aviar. Águilas, ibis, abejarucos, rulos, martines pescadores, pelícanos, la elegante y fascinante alta burguesía alada ha tomado, de hecho, todo el territorio nacional Sin embargo, los aficionados ilustrados podrán tomar la dirección de los bosques, sabanas y pantanos del país para dedicarse al birding (observación y reconocimiento de las aves), una actividad citada a la que los guías ugandeses suelen estar muy bien formados. No tienen rival en su capacidad de rastrear las aves más sigilosas y los gavilanes endémicos. Aparte de la fotogénica grulla coronada (emblema del país), algunas especies son especialmente codiciadas, como el pato zapatero del Nilo y la eurila de Grauer. La primera se encuentra en los pantanos de Mabamba, en el delta del Nilo Victoria (Parque Nacional de las Cataratas Murchison) y en la reserva Toro-Semliki (que alberga otras 439 especies de aves...). Para esto último, hay que dirigirse a la selva de Bwindi (donde se encuentra el 90% de las especies endémicas del Rift Albertino, incluidos el magnífico Touraco de Rwenzori y el Souimanga Real). Entre esta miríada de pájaros, mencionemos, sin ningún orden en particular, el tejedor (destacado constructor de nidos), el avestruz (presente en el parque de Kidepo y en la reserva de Pian Upe), el gran touraco azul (estrella de las marismas de Bigodi), el apalis de Karamoja (endémico de la región del mismo nombre), el rodillo de Abisinia (con su brillante plumaje), el chitrec del paraíso (un paseriforme popular), el gonolek del papiro (escondido en las arboledas de papiro), el águila pescadora africana (que vuela), la golondrina azul (una sexta parte de la población mundial pasa el invierno en el sistema lacustre del lago Nabugabo), el francolín de Nahan (en peligro de extinción) y el marabú (de visita obligada en Kampala).. Para su información, el Parque Nacional Queen Elizabeth, con unas 620 especies, es el más rico, ornitológicamente hablando, de África Oriental. No olvide sus prismáticos

Uganda: un país de hermosas plantas..

La flora de la "Perla de África" no debería dejar indiferente al botánico informado. Los hermosos barrios de Kampala, donde crecen flamboyanes, frangipani y ravenalas, las parcelas rurales cultivadas, donde crecen plátanos, café, té, mandioca o boniatos, y los pantanos del sur, donde florecen los papiros, constituyen una buena introducción antes de explorar los soberbios bosques y sabanas que conforman los parques nacionales. Las sabanas de Uganda son uno de los paisajes más emblemáticos del país, con árboles y hierba. A grandes rasgos, esta formación vegetal prospera en regiones con una marcada estacionalidad en las que la precipitación media anual se sitúa entre 500 y 1.500 mm. Además, según las estaciones, el color de la sabana cambia de verde a amarillo y luego a marrón chamuscado. En este matorral, más o menos tupido, en el que dominan las acacias (degustadas por elefantes y jirafas), destacan también la euforbia candelabro, el árbol salchicha(Kigelia africana), la higuera sicomoro y, más concretamente en Kidepo y Murchison Falls, el árbol ruano. Pasemos ahora a las no menos conocidas silvas. Los bosques lluviosos de las tierras bajas requieren una temperatura media anual de 25°C y al menos 1500 mm de lluvia al año. Son de hoja perenne, con una flora muy variada y un denso dosel que apenas deja pasar la luz del sol. Cada árbol está cubierto por una multitud de epífitas (como orquídeas) y lianas. Estos bosques higrófilos desprenden una fuerza impresionante. Los bosques de altura son del mismo tipo. En su caso, la vegetación cambia según la altitud y la pluviometría: se pasa así de la etapa (1 500 a 2 500 metros) donde dominan las especies forestales típicas de las montañas tropicales(prunus africana, teca...), al bosque abierto (de 2.500 a 3.000 metros), salpicado de bambúes (y a veces de coníferas como el enebro africano), luego al páramo (de 3.000 a 3.500 metros), salpicado de arbustos, brezos y helechos, para llegar finalmente al estadio afroalpino (por encima de los 3.500 metros), en el que destacan la lobelia gigante, la hierba de trapo, la siempreviva, los líquenes y los musgos..