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El fútbol, EL deporte nacional

¿Es el fútbol una religión? Este es el dicho común cuando se habla de fútbol en Latinoamérica, y encaja perfectamente con Uruguay. Y todos los padres sueñan con que sus hijos sigan los pasos de Enzo Francescoli, el ídolo del país, que sacudió el mundo del fútbol en las décadas de 1980 y 1990. Importado por inmigrantes ingleses y jugado inicialmente por caballeros, el fútbol pronto se democratizó y Uruguay se convirtió en una nación puntera en este deporte. En la década de 1920, el pequeño país ganó el oro olímpico en dos ocasiones, en 1924 y 1928, antes de albergar la primera Copa del Mundo en 1930. La Celeste, apodo de la selección uruguaya, se impuso en la final a Argentina en el monumental Estadio Centenario de Montevideo, construido para la ocasión. Los uruguayos conquistaron un segundo título mundial en 1950, al vencer a Brasil en casa, en el mítico estadio de Maracaná, ante... ¡173.850 espectadores! Una tragedia nacional para los brasileños, aún conocida como el "Maracanazo". A pesar de varias épicas más, en particular las Copas América de 1956, 1967, 1987 y 1995 (ganada por el equipo de Enzo Francescoli), la Celeste iba a ser más discreta en la escena internacional. Reapareció con fuerza en el Mundial de Sudáfrica 2010, donde el equipo de Diego Forlán (elegido mejor jugador del torneo), Luis Suárez y Edinson Cavani alcanzó las semifinales, y ganó la Copa América al año siguiente. En la liga nacional, el partido clásico y más caliente de la temporada es el choque entre Nacional y Peñarol, dos clubes históricos de Montevideo.

Polo, la otra herencia inglesa

Al igual que en Argentina, es un deporte muy popular en Uruguay. El polo llegó a la zona del Río de la Plata con los inmigrantes ingleses a finales del siglo XIX. El pionero fue David Shennan, que organizó el primer partido de polo en 1875 en su estancia argentina. Poco a poco se fueron creando clubes y lugares de juego en la región, ya que los amplios espacios de las estancias eran idóneos para la práctica de este deporte, al igual que las granjas de caballos. Cabe mencionar dos clubes uruguayos: el Carrasco Polo Club, en Montevideo, y el Medellín Polo Club, cerca de Punta del Este, entre La Barra y José Ignacio, donde se pueden tomar clases de polo con vistas al mar.

El pato (en Francia se llama horse-ball), practicado sobre todo por los gauchos en las pampas, es un derivado del polo al que se añaden algunas particularidades del baloncesto.

Montar a caballo, la actividad más importante

No hay nada como las estancias para montar a caballo o hacer senderismo con los gauchos, los vaqueros sudamericanos. Los gauchos, que también se reúnen durante el gran rodeo de la Semana Criolla del Prado en Montevideo en abril, siguen utilizando a sus compañeros para conducir el ganado por las vastas llanuras del país. Algunas zonas son más propicias para la equitación que otras: la Cuchilla Grande en el norte del país, sobre todo cerca de Tacaruembo, y las reservas naturales de la región de Rocha.

Actividades de ocio en la naturaleza

Es imprescindible explorar los ríos del país, como el Río de la Plata, el Río Uruguay y el Río Negro. La mayoría de estos ríos son navegables y se pueden realizar excursiones fluviales por Mercedes, Fray Bentos, Soriano y Dolores. También se puede practicar rafting en los alrededores de Paysandú.

Para practicar senderismo y escalada, vaya a la Quebrada de los Cuervos, cerca de Treinta y Tres, Valle Edén, cerca de Tacuarembó, Valle del Lunarejo, cerca de Rivera, que posee un rico patrimonio geológico, botánico y zoológico. Por último, en el departamento de Flores, merece la pena visitar la Gruta del Palacio, un complejo laberíntico.

Excelentes lugares de pesca

Uruguay es un gran destino de pesca y tres zonas son especialmente adecuadas para pescar: las orillas del Río de la Plata, entre Colonia y Piriápolis para pescar con caña; entre Piriápolis y Punta del Este (éste sería uno de los mejores lugares para pescar); y, por último, en la costa atlántica, en el departamento de Rocha, hasta la frontera con Brasil. También se puede considerar la zona costera(Río Uruguay o Río Negro), que permite a los aficionados capturar magníficos ejemplares, ya sea con mosca o a lance. El surubí, una especie de siluro gigante, y el dorado, un liquen de tamaño impresionante, pueblan las aguas de estos ríos. Incluso se organizan concursos de pesca. Otras especies son la tararira, el bagre, la corvina, la anchoa, el pejerrey, etc. Para pescar, puede dirigirse a los clubes de pesca de Salto, Paysandú, Fray Bentos, Punta del Este, Montevideo, etc. Allí obtendrá información sobre licencias, alquiler de equipos, etc.

Relajación y deportes náuticos

El país posee un magnífico litoral atlántico con playas salvajes y largas extensiones de arena dorada. Un litoral que recuerda a la costa atlántica francesa, con sus pinares sobre dunas salvajes. Animadas y bulliciosas, tranquilas y discretas, salvajes y preservadas, las estaciones balnearias tienen muchas caras. La Riviera uruguaya tiene su ración de pueblos pijos, José Ignacio a la cabeza, seguido de La Barra y Manantiales, Punta Ballena, que han destronado a su gran vecina Punta del Este. Esta última todavía ofrece algunos lugares agradables, pero su centro de hormigón al estilo americano, repleto de bares y discotecas, no suele gustar mucho a los franceses. La costa de Rocha es más "natural": las orillas de los ríos y las playas que bordean el litoral son un cambio de aires que merece la pena visitar.

Obviamente, se podrán practicar muchos deportes náuticos, en particular en los alrededores de Punta del Este, especialmente recomendada para el submarinismo, y en el departamento de Rocha. Los windsurfistas, kitesurfistas y surfistas también pueden disfrutar de magníficas condiciones, mientras que muchos clubes ofrecen deportes acuáticos motorizados como esquí acuático, wakeboard, jet-ski, parasailing y otros remolcados.