Sahara en el norte

Mauritania está ocupada en gran parte por el desierto del Sáhara, sobre todo en el norte, donde rara vez llueve. El invierno es bastante fresco (10 °C por la noche en el desierto, nunca menos de 20 °C durante el día), y las temperaturas superan fácilmente los 40 °C de abril a septiembre Las lluvias son cada vez más escasas. Con el calentamiento global, los periodos de sequía se suceden, y la arena gana terreno. El harmattan, que sopla siguiendo un eje noreste, también contribuye al avance del desierto.

Sahel en el sur

Al salir de Nuakchot en dirección a Malí o Senegal, ¡el termómetro no tarda en empezar a subir! Se trata de una región afectada por el monzón estival. En Nema, las precipitaciones pueden alcanzar los 110 mm en agosto: la superposición de humedad y mercurio, que alcanza los 36/37 °C durante el invierno, hace que el calor sea difícil de tolerar. A lo largo de la frontera con Senegal, las temperaturas superan los 30 °C ¡incluso en invierno! La primavera es muy calurosa, y la temporada de lluvias llega como un alivio (a veces más de 200 mm en agosto).

Rumbo a la costa

El litoral, de Nuakchot a Nuadibú, se beneficia de los vientos marinos, lo que le confiere un clima casi templado. En el lado de Nouadhibou, en invierno, la temperatura ronda los 20°C, y septiembre es el mes más caluroso (rara vez supera los 30°C, a menos que el viento venga del desierto). Las nieblas son frecuentes, lo que da relieve al paisaje. En la capital, el clima es caluroso todo el año, pero soportable... Siempre que no soplen las tormentas de arena Se puede nadar de enero a diciembre: la temperatura del Atlántico oscila entre 18 y 25 °C.

¿Nuakchot inundada?

La capital mauritana, situada por debajo del nivel del mar, se enfrenta a grandes inundaciones cada vez que llueve abundantemente. El invierno de 2022, especialmente denso, provocó varias desapariciones y el desplazamiento forzoso de miles de familias. Si el calentamiento climático es el culpable, al alterar el ritmo de las precipitaciones, no es el único culpable: resulta que Nuakchot está construida en gran parte sobre una capa freática, y el gobierno ha repartido títulos de propiedad en zonas bajas y otras zonas de flujo de aguas residuales... ¡!

Frente al cambio climático

Con un clima así, Mauritania está abocada a ser sensible al cambio climático, que tiene consecuencias inmediatas y desastrosas para la vida cotidiana de la población local. Se prevé que los efectos futuros del cambio climático incluyan precipitaciones más impredecibles, un aumento de la sequía y temperaturas medias más elevadas, lo que agravará la desertificación y la pobreza rural. En respuesta a estos retos, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Mauritania ha obtenido un Plan Nacional de Adaptación y el apoyo del Fondo Verde para el Clima, con el objetivo de crear capacidad de adaptación y resiliencia.