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Un éxito inmediato

El festival nació en 1991 por iniciativa de jóvenes habitantes de Saint-Louis apasionados por el jazz y deseosos de hacer vibrar su ciudad. Organizado en la Cámara de Comercio en su primer año, este acontecimiento musical sólo tenía al principio una dimensión local, acogiendo únicamente a dos grupos de Saint-Louis. Al año siguiente se creó la Asociación de Jazz de Saint-Louis, con el apoyo del Centro Cultural Francés, entre otros. El acontecimiento adquirió entonces una dimensión nacional, con la participación de grupos de Dakar, entre ellos el Cuarteto de Pape Niang. Con el apoyo de varios hoteleros, la asociación quiso convertir el festival en algo permanente, con el fin de revitalizar la ciudad y potenciar el turismo. El primer festival internacional se celebró en 1993, con invitados de renombre como Roy Haynes y Archie Shepp, que actuaron en el antiguo almacén de Peyrissac. Desde entonces, el festival ha ido creciendo año tras año, atrayendo a un número cada vez mayor de aficionados al jazz y convirtiéndose en una cita ineludible para este estilo musical. En aquella época, el presupuesto era escaso, pero los grandes nombres acudían en masa. El entonces presidente Abdou Diouf incluso puso su avión a disposición de los músicos, técnicos y equipos La plaza Faidherbe se convirtió en un escenario al aire libre, con cada vez más eventos fuera del recinto, conferencias y exposiciones que se celebraban paralelamente al festival, hoteles totalmente reservados y un sinfín de cabezas de cartel. Por no hablar de las importantes repercusiones económicas para la ciudad de Saint-Louis, que ha recuperado su antiguo renombre. Desde su creación, más de 250 artistas, entre ellos grandes como Randy Weston, Gilberto Gil o Wallace Roney, han hecho vibrar Saint-Louis a ritmo de jazz. Momentos de pura emoción que ahora forman parte del patrimonio cultural inmaterial de la vieja ciudad.

Una oferta cada vez más atractiva

A lo largo de los años, la ciudad ha desarrollado una programación paralela de gran calidad que contribuye a la influencia cultural del Festival de Jazz. Los hoteles y restaurantes se animan con conciertos de grupos locales de innegable talento, las calles acogen desfiles de moda y proyecciones de películas, y las ferias muestran la artesanía local: la ciudad está en plena ebullición, hasta altas horas de la madrugada. Varias de estas manifestaciones se han convertido en citas ineludibles y llevan ahora el sello de Saint-Louis Jazz, con el objetivo de promover la ciudad y la cultura senegalesa. Este es el caso de la Saint-Louis FashionWeek, iniciada por la diseñadora de moda de Saint-Louis Maam Madeleine Niang en 2014, que promueve a los diseñadores senegaleses. Durante el fin de semana del festival, se celebran coloridos desfiles de moda a orillas del río, bajo la mirada siempre entusiasta de los espectadores. También hay un desfile de coches de época, organizado por el club Auto Retro/Sénégal, para deleite de aficionados y coleccionistas de todo el mundo, así como proyecciones de películas al aire libre. También es una oportunidad para que las asociaciones colaboradoras sensibilicen al público mediante conferencias y debates sobre temas como el medio ambiente y la conservación del patrimonio local. Las personas con movilidad reducida también tienen su momento de protagonismo con una competición de deportes para discapacitados que incluye disciplinas como jabalina, lanzamiento de peso y carreras en silla de ruedas. Cada año, este campeonato es aplaudido por el creciente número de espectadores. Sin olvidar la feria de artesanía, en la que se exponen creaciones senegalesas, y los desfiles con cantos y danzas de todas las etnias, que demuestran la riqueza de la cultura senegalesa. Todos los rincones de Saint-Louis bullen de vida.

El festival como foco de talento

Además de los grandes nombres del jazz, el festival también sorprende con majestuosas actuaciones de artistas africanos menos conocidos por el público, pero que también ofrecen grandes momentos de emoción a los asistentes. En el Tennis Club, que acoge el After Jazz, por ejemplo, artistas locales como Carlou D y el Groupe Xalam ocupan el centro del escenario, para deleite de los asistentes al festival, que descubren un sinfín de nuevos talentos. De hecho, gracias al festival, algunos de ellos han saltado al estrellato internacional, como Khabane Thiam, icono del jazz de Saint-Louis, el cantante-griota Abdou Guité Seck y Ablaye Cissoko, el gran intérprete de kora. Este saint-louisino de corazón, que acompaña al festival desde sus inicios, acoge hoy la segunda etapa del festival, con una jam session en el Institut français. Bajo el título "Autour de minuit" (Alrededor de medianoche), esta etapa "sin orden" ofrece a los jóvenes artistas la oportunidad de codearse con los grandes nombres de la música", explica el talentoso korista. Cuentistas, raperos, bailarines y artistas de todo tipo suben al escenario hasta altas horas de la noche, recibidos calurosamente por los numerosos melómanos que acuden a escucharlos. Así es el festival de Saint-Louis: un crisol cultural donde todos los instrumentos y voces se funden en una agradable eufonía para crear una mágica atmósfera festiva.

¿Un festival amenazado?

Aunque el Festival de Jazz de Saint-Louis se ha convertido en un acontecimiento de jazz de primer orden en todo el mundo, sigue enfrentándose a dificultades organizativas y financieras. Por supuesto, cuenta con numerosos socios públicos y privados, mecenas y patrocinadores, pero desde hace varias ediciones los presupuestos son escasos y las dificultades financieras se acumulan año tras año, hasta el punto de que algunos patrocinadores se han retirado de la empresa. ¿Acaso el festival, deseoso de satisfacer a un público cada vez más exigente, ha pensado demasiado en algunas ediciones? Sea como fuere, los organizadores han dado un nuevo paso en 2019 transformando la asociación organizadora en fundación. Este nuevo estatus debería garantizar el futuro del festival a largo plazo, al tiempo que proporciona los recursos financieros necesarios para profesionalizar Saint-Louis Jazz en todos los ámbitos. ¿Le espera un futuro brillante al festival de jazz?