Clima au Canada

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Con un territorio tan enorme, Canadá tiene una gran variedad de climas, dependiendo de su distancia a los océanos: las ciudades costeras disfrutan de un clima más suave que las del centro del país. El estado de ánimo de los canadienses está en perfecta sintonía con el tiempo, fluctuando según la temperatura, las precipitaciones y los pequeños excesos de la Madre Naturaleza.
Aunque el verano es hermoso y cálido en muchas partes del país, es el invierno el que causa mayor impresión, sobre todo a los visitantes internacionales y expatriados. Vivir el primer invierno es sin duda una experiencia inolvidable. La nieve, el frío y el viento pueden hacer temer lo peor, pero uno no sólo se acostumbra, sino que lo disfruta, siempre que vaya bien vestido. Pero no todo es idílico: Canadá -como el resto del mundo- está sintiendo el impacto del cambio climático.

El panorama del clima canadiense

El país se divide en siete zonas climáticas distintas, cada una influida por factores como la proximidad a grandes masas de agua (océanos, Grandes Lagos...), la altitud y la latitud.

Costa Oeste. Esta región goza de un microclima debido a su situación geográfica entre el océano Pacífico y las Montañas Rocosas. En invierno, las temperaturas oscilan entre 0 °C y 15 °C, con precipitaciones generosas, mientras que en verano el tiempo es seco y las temperaturas también son muy agradables (en torno a 25 °C).

Región de la Cordillera. El clima difiere mucho según la situación geográfica: los valles del sur de la Columbia Británica disfrutan de los climas más secos del país, mientras que las capas de hielo permanentes se encuentran a mayor altitud, sobre todo en el Yukón. Esta región también experimenta un fenómeno particular, el Chinook, un viento cálido procedente del Pacífico. Cargado de humedad, el viento se levanta al encontrarse con la Cordillera, provocando nubes y precipitaciones en la vertiente occidental, y al descender hacia las Praderas, la temperatura sube bruscamente en la vertiente oriental.

Praderas. Tierra de contrastes, aquí los veranos son muy calurosos y los inviernos especialmente duros y ventosos. Las condiciones por encima o por debajo de la media son frecuentes y se repiten cíclicamente. Otro fenómeno cíclico son los años de lluvias e inundaciones seguidos de grandes sequías.

Grandes Lagos. En verano domina el aire cálido y húmedo del Golfo de México, y el paso de frentes fríos puede desencadenar tormentas bastante violentas. El sur de la región disfruta de mucho sol y calor. El invierno es más suave aquí que en las regiones continentales más alejadas de la costa, y las tormentas de nieve pueden convertirse en lluvia helada o incluso llover más al sur. Las zonas costeras sufren a menudo borrascas de nieve provocadas por el viento dominante del "Cinturón de Nieve".

Costa Este. El clima húmedo al sur del San Lorenzo y a lo largo de la franja atlántica se traduce en una atmósfera pesada y bochornosa en verano y fuertes nevadas, nieblas y tormentas en invierno. Las provincias atlánticas reciben más precipitaciones durante todo el año, sobre todo en Terranova, y las variaciones de temperatura son menos extremas que en Quebec.

Zonas subártica y ártica El clima subártico se encuentra en el centro, en el Escudo Canadiense, y conlleva inviernos rigurosos y veranos cortos y frescos. Las precipitaciones se producen generalmente en verano, aunque también en invierno en Ungava-Labrador, que recibe más nieve que el noroeste. En cuanto al clima ártico del extremo norte, el invierno domina la mayor parte del año, con temperaturas que no superan los 10 °C en verano. Las precipitaciones anuales son escasas, lo que provoca lo que se conoce como sequía ártica.

El sol de medianoche y la noche polar

Estos dos fenómenos se producen en las regiones más septentrionales y meridionales del mundo, más concretamente en los círculos polares. El número de días de sol u oscuridad continuos aumenta cuanto más al norte se va: de 24 horas en la latitud más baja a seis meses en el Polo Norte. Ni que decir tiene que estos fenómenos deben ser tenidos en cuenta por cualquiera que planee un viaje al Extremo Norte de Canadá.

¿Qué es la sensación térmica y la humedad?

En Canadá, si consulta las noticias meteorológicas o una aplicación como The Weather Network, verá que siempre hay dos temperaturas: la real y la sentida. Pero, ¿qué es esa famosa "temperatura sentida"? En realidad es una sensación más que un dato medible. Tiene en cuenta dos factores, la sensación térmica (FRE) en invierno y el humidex en verano.
En el caso de la sensación térmica, es la sensación de frío provocada por el viento y que se siente en la piel expuesta. Humidex se refiere al nivel de humedad del aire. Ambos se utilizan para medir la incomodidad y el riesgo para el organismo.
En un futuro próximo, sin embargo, estos dos índices podrían ser sustituidos por el Índice Universal de Clima Térmico (UTIC). No combina la temperatura con ningún otro factor, sino que incorpora cuatro: la temperatura, la humedad del aire, la velocidad del viento y la insolación, es decir, la cantidad de radiación solar que se recibe.

Impactos del cambio climático en Canadá

El impacto del cambio climático es un tema candente en todo el mundo, y Canadá no es una excepción. Según un informe de Environment Canada publicado en 2022, la temperatura media mundial ha aumentado 1,9 °C desde 1948, el doble que en el resto del planeta. Las repercusiones son numerosas, sobre todo para la salud y la seguridad públicas (problemas respiratorios y cardiovasculares debidos al aumento del número y la duración de las olas de calor, o al aumento de la contaminación atmosférica). Algunas especies animales y vegetales podrían desaparecer y otras desplazarse más al norte, mientras que ya han aparecido especies exóticas o nocivas, como demuestra la rápida propagación de garrapatas portadoras de la enfermedad de Lyme en el sur del país. La subida del nivel del mar, la disminución de la capa de hielo -sobre todo en el Ártico-, el deshielo del permafrost, las lluvias torrenciales, el aumento de las tormentas y la mayor frecuencia de los ciclos de hielo-deshielo, las condiciones extremas que favorecen los incendios forestales y la escasez de agua en verano también están teniendo efectos desastrosos en las infraestructuras, así como en determinados sectores de la economía, como la agricultura, la silvicultura, la minería y el turismo. Existen soluciones, y Canadá afirma a voz en grito que quiere respetar el Acuerdo de París, que ratificó en 2015, pero aún tenemos que ponernos serios al respecto sin esperar más.