shutterstock_1703379379.jpg
iStock-1157558955.jpg

Una fuerte política medioambiental

La preservación del medio ambiente es en gran parte el resultado de una política instituida por el anterior sultán, Qaboos ibn Said, que reinó de 1970 a 2020. La primera legislación medioambiental se promulgó en 1974. En 1984 se creó un Ministerio de Medio Ambiente, el primero del mundo árabe. Los proyectos llevados a cabo se referían a la preservación del medio ambiente (restauración de manglares mediante la replantación de mangles), la creación de reservas naturales con prohibición de caza, la lucha contra la caza furtiva y la reintroducción de especies. Para limitar el impacto de la creciente urbanización, el país puso en marcha en 1990 un proyecto de gestión de las zonas costeras. La protección del medio ambiente incluye también un plan de acción para la gestión de los arrecifes de coral, lanzado en 1997. Los proyectos suelen ejecutarse con donantes internacionales, entre ellos el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Por ejemplo, Omán se ha sumado a la campaña de la ONU "Océanos limpios", organizando limpiezas de playas. También es el primer país de la región que concede un premio a la preservación del medio ambiente, el Premio Sultán Qaboos.

Áreas protegidas

El país cuenta con varias reservas naturales reguladas destinadas a preservar hábitats y especies amenazadas como la gacela árabe, el monitor del desierto, la avutarda hubara y la biodiversidad marina y la avifauna.

Reserva Natural de las Islas Daymaniyat: situado en la región de Mascate, este archipiélago de 9 islas es un santuario para las aves y la biodiversidad marina. Los puntos de inmersión le permitirán descubrir más de 110 especies de coral, así como tortugas, rayas, tiburones leopardo, ballenas y otras especies marinas, algunas de ellas endémicas.

Reserva deTortugas de Ras Al Jinz: protege los lugares de anidamiento de las tortugas marinas. Podrá contemplar el momento tan especial -y conmovedor- en que las tortugas abandonan la playa y se lanzan al mar.

La Tierra del Incienso (en la región de Dhofar): la ruta del incienso fue una importante ruta comercial durante la Antigüedad y la Edad Media. La UNESCO ha designado 4 lugares emblemáticos de la producción y el comercio del incienso como Patrimonio de la Humanidad: los árboles de incienso de Ouadi Dawkah, el oasis de Shisr/Wubar y los puertos estratégicos de Khor Rori y Al-Balid. La zona también está protegida por decreto real.

Reserva Natural de Al-Wusta: en ella se puede observar una gran riqueza faunística, que incluye más de 130 especies de aves (algunas de ellas endémicas), el oryx árabe, un antílope reintroducido en 1982, así como zorros de arena, gacelas y lobos árabes.

La Reserva Natural del Parque de Qurm , cerca de Mascate, protege el ecosistema de manglares y ha sido replantada con árboles de mangle. Considerado un pulmón verde, a los habitantes de la capital les encanta pasear por aquí. Los visitantes amantes de la naturaleza podrán ver muchas aves y toda la biodiversidad asociada a los humedales. La reserva está clasificada como sitio RAMSAR (humedal notable) desde 2013.

Parque Nacional de Al Saleel: esta zona protegida está situada en la región de Sharqiyah. Está formado por diferentes entornos naturales: llanuras aluviales, valles y montañas. Alberga una gran biodiversidad, como acacias, gacelas árabes, tortugas y un gran número de especies de aves.

Reserva Natural de Jebel Samhan: situada en Dhofar, esta reserva es famosa por proteger el hábitat de una de las últimas poblaciones de leopardo árabe.

Los Khawrs de la Reserva Costera de Salalah : se trata de un grupo de 8 reservas naturales situadas en Dhofar. Conservan ecosistemas lagunares, así como restos arqueológicos como los de los puertos de Khor Rori y Al-Balid en la Tierra del Incienso.

Jardín Botánico de Omán, en Mascate. El mayor jardín botánico de la península arábiga cuenta con 420 hectáreas de flora local y endémica. La construcción de este espacio integra los requisitos medioambientales (gestión energética en particular).

Emblemática: la reserva del órix árabe de la Sultanía. Esta reserva natural se creó para proteger las poblaciones de órix árabe, reintroducidas en 1982 después de que la especie se extinguiera en estado salvaje tras años de caza furtiva excesiva. El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Las prospecciones petrolíferas provocaron la reducción del 90% de su superficie, reduciendo y poniendo en peligro las poblaciones de órix y su viabilidad. La Unesco rebajó la categoría del sitio en 2007.

Una economía basada en el petróleo

El país depende en gran medida del petróleo. La mayor parte del oro negro se importa para cubrir las necesidades energéticas del país. Las perforaciones realizadas desde los años 50 no han liberado al sultanato de esta dependencia (escasas reservas). Desde 2005, el país extrae gas.

¿Agricultura sostenible?

El país, en colaboración con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), intenta introducir lo que se conoce como agricultura sostenible, con el objetivo de alcanzar la autosuficiencia alimentaria reduciendo las importaciones de frutas y verduras y desarrollando puestos de trabajo en el sector agrícola. La pesca sigue siendo tradicional, y la de arrastre de fondo está prohibida por razones medioambientales.

Puntos de progreso

La diversificación de la economía también ha supuesto la construcción de una planta de aluminio en Solar, un proceso extremadamente contaminante y consumidor de energía. Todavía hay que hacer esfuerzos para prevenir la contaminación atmosférica y del agua y gestionar los residuos. El país ha puesto en marcha sistemas de medición de las emisiones contaminantes a la atmósfera en la capital. La cuestión de la reducción de los gases de efecto invernadero es también una preocupación que empieza a tenerse en cuenta en los proyectos. Por último, la reducción y el reciclaje de residuos, así como los sistemas de depuración del agua, siguen siendo cuestiones clave.