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El canto del «bordón»

Desde 2008, las canciones isopolifónicas albanesas figuran en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Se distinguen por el «bordón» que acompaña a la melodía, una nota grave continua que da el prefijo «iso» («igual» en griego).

¿Dónde se pueden oír? En todo el sur del país, pero sobre todo en Gjirokastra. Allí se tocan canciones isopolifónicas en la Casa de la Polifonía. También se puede asistir a conciertos o participar en cursos previa petición a la oficina de turismo. Por lo demás, los grupos locales actúan principalmente en bodas y, cada cinco años, en el Festival Folclórico Nacional de Gjirokastra (la undécima edición se celebró en junio de 2023).

¿De dónde procede? Las canciones isopolifónicas son una herencia directa de la Edad Media: el bordón es similar al ison de la música bizantina, pero también podrían relacionarse con la tradición de los poemas homéricos cantados en la Antigüedad. Además de evocar las voces búlgaras, la polifonía corsa y el canto de los pigmeos sobre todo se acercan a las polifonías de los pastores del Epiro griego.

¿Cómo se cantan? Generalmente a capela y con cuatro cantantes: el marrësi («tomador»), que inicia la melodía, el kthyësi («girador») que responde con un estilo entrecortado, el hedhësi («lanzador»), que adorna la polifonía, y el mbushësat («bordador») que sostiene el bordón. Existen muchas variantes: grupos de mujeres, grupos de tres o cinco personas o grupos acompañados por instrumentos (clarinete, en particular).

Las grandes figuras de la música albanesa

San Juan Coucouzele (c. 1280-1350). Apodado la «voz de los ángeles», este monje, compositor y cantante bizantino nació en Dyrrachium, actual Durrës. Es uno de los músicos más importantes de Europa y es adulado en todos los Balcanes. Se llamaba Ioannis Koukouzelis en griego, vivió en el monte Athos, tocó para la dinastía de los Paleólogos y fue canonizado por las Iglesia ortodoxa. Fue el segundo creador más importante de la música sacra bizantina (después de san Clemente de Alejandría en los siglos II y III), y se le atribuye especialmente la invención del bel canto bizantino: canto kalofónico que requiere un gran virtuosismo y la modulación de varias notas en la misma sílaba.

Çesk Zadeja (1927-1997). El padre de la música clásica albanesa. Nacido en Shkodra, se formó con los franciscanos y continuó sus estudios musicales en la prestigiosa Academia Santa Cecilia de Roma. En 1956 compuso la primera obra clásica albanesa: la Sinfonía n.º 1 en la menor. Después compuso otras sinfonías, ballets, conciertos y partituras cinematográficas. En 1995 reorquestó el himno nacional (Hymni i Flamurit, «Himno de la bandera»), compuesto originalmente por el rumano Ciprian Porumbescu en 1912.

Jorgjia Filçe-Truja (1907-1997). Es el icono de la lírica urbana albanesa, de moda en los años 1930-1950. Nacida en Korça, se formó también en la Academia de Santa Cecilia de Roma, en 1966, y fue cofundadora de la Academia de las Artes (actual Universidad de las Artes de Tirana). Acompañada por la pianista Lola Gjoka (1910-1985), dejó un importante repertorio que sigue siendo interpretado por grupos albaneses. Las otras dos grandes cantantes de ópera del país son Tefta Tashko-Koço (1910-1947) y Marie Kraja (1911-1999).

Vaçe Zela (1939-2014). Originaria de Lushnja, en la región de Fier, es la gran cantante popular albanesa. Los Sigurimi, la temible policía política del régimen comunista, la consideraban «irrespetuosa», pero su inmensa aura la protegió. En 1962, con su canción Fëmija i parë («primer hijo»), fue la primera en ganar el Festivali i Këngës, un gran concurso de talentos radiofónicos organizado por el Estado. También fue actriz de teatro, pintora y guitarrista, y recibió el título de Artista del Pueblo en 1972. Su repertorio de composiciones, música de cine y melodías populares myzeqe sigue siendo interpretado por las nuevas generaciones de artistas.

Los herederos

Thomas Simaku. Nacido en Kavaja en 1958, este compositor británico-albanés se inspira en el zumbido de los cantos isopolifónicos y la kalofonía de san Juan Coucouzele. Sus tres álbumes incluyen colaboraciones con el violinista Peter Sheppard Skærved y el cuarteto francés Diotima.

Inva Mula. Nació en Tirana en 1963. Esta soprano es conocida sobre todo por prestar su voz a la diva Plava Laguna en El quinto elemento (1997), de Luc Besson. Hija del cantante y compositor Avni Mula (1928-2020), ha actuado en los mejores escenarios, desde La Scala a la Ópera Bastilla, pasando por Berlín, Tokio, Londres y Los Ángeles. En 1992 ganó el premio Butterfly en Barcelona.

Ermonela Jaho. Esta cantante de ópera, nacida en 1974 en Tirana, fue nombrada «Artista del año» en 2023 en los Premios Internacionales de Música Clásica. Vivió dieciocho años en Italia y ahora reside en Nueva York. Según la prensa, es «la soprano más aclamada del mundo» (The Economist), una intérprete «crística y carismática» (Le Figaro) y «un fenómeno imparable» (The Daily Telegraph de Sydney). Ha actuado en los principales teatros líricos del mundo, incluido el Liceo de Barcelona.

Elina Duni. Esta cantante de jazz suizo-albanesa nació en Tirana en 1981. Adapta con gracia los estándares albaneses, así como versiona clásicos griegos, búlgaros y turcos, canta a Aznavour y Gainsbourg, y compone en inglés. Con nueve álbumes a sus espaldas, es una magnífica puerta de entrada a la música albanesa.

Las reinas del pop

Estas estrellas hacen bailar al mundo entero. No nacieron en Albania y la mayoría canta en inglés, pero se autodenominan «albanesas» y los albaneses las consideran como tales.

Dua Lipa. Nacida en Inglaterra en 1995 de padres kosovares, tiene la doble nacionalidad albanesa y británica. Con solo tres álbumes, (Dua Lipa en 2017, Future Nostalgia en 2020 y Radical Optimism en 2024), ha vendido millones de copias y llenado estadios desde Asia hasta América. En 2023, grabó Dance the Night para la banda sonora de la película Barbie. También es modelo, «embajadora» del agua Evian y está muy comprometida con los derechos de las minorías sexuales.

Bebe Rexha. Estadounidense nacida en 1989 de padres albaneses procedentes de Macedonia del Norte, comenzó su carrera en solitario en 2013 con la composición del single Monster para Eminem y Rihana, y después colaboró varias veces con David Guetta, sobre todo en su tercer álbum, Bebe, lanzado en 2023.

Rita Ora. Nacida en 1990, esta cantante, actriz y modelo kosovar y británica ha colaborado con Jay-Z y David Guetta, ha grabado tres discos y ha interpretado a Mia Grey en la película Cincuenta sombras de Grey (2015) y sus secuelas.

Ava Max. Estadounidense nacida en 1994 de padres albaneses procedentes de Saranda y Tirana. Sus dos álbumes (Heaven & Hell en 2020 y Diamonds & Dancefloors en 2023) y su veintena de sencillos se han vendido principalmente en Europa.

Era Istrefi. A pesar de su número uno BonBon, que cosechó cierto éxito en Europa en 2015, esta kosovar nacida en 1994 es menos conocida internacionalmente. Pero ahora es la cantante más popular de Albania.

Instrumentos tradicionales

Aunque los grupos tradicionales utilizan con frecuencia el clarinete, el violín y el sintetizador, algunos instrumentos balcánicos siguen siendo muy comunes. Se puede comprar un çifteli por menos de cincuenta euros en tiendas de recuerdos y de música de Tirana.

Fyelli. Flauta de madera conocida como tzamara en griego y kaval en el resto de los Balcanes. Afinada diatónica y cromáticamente, se toca inclinada con respecto a la boca. La utilizan tanto los músicos tradicionales guegos (norte de Albania) como los toscos (sur de Albania) y a veces acompaña al canto polifónico e isopolifónico.

Çifteli. Laúd de dos cuerdas con el cuerpo tallado en una sola pieza de madera. Similar a la bağlama turca, es un instrumento microtonal, con intervalos más pequeños que un semitono, como en la antigua música griega. El çifteli se toca principalmente en el norte y el centro de Albania, Kosovo, el noroeste de Macedonia del Norte y el sur de Montenegro.

Daullja. Tambor de dos caras conocido con diferentes nombres en los Balcanes (iodra, davul, dammam, toumpano, etc.). Se golpea con palos y produce un sonido grave que acompaña todo tipo de composiciones musicales tradicionales. También son frecuentes dos panderetas, la def y la cigana, empleadas sobre todo por los grupos de tallava, un estilo musical interpretado originalmente por los gitanos de Kosovo.

Gaida. Gaita balcánica también conocida como gajde, mishnica o bishnica en albanés. Sus orígenes se remontan a la Antigüedad. Se toca sola o con una flauta y un tambor, y se utiliza en las bodas.

El baile

Marca el ritmo de vida de los albaneses: danzas tradicionales en fiestas populares y bodas; danzas clásicas y contemporáneas en el prestigioso Palacio de la Cultura de Tirana o en el Festival Albania Dance Meeting, en otoño.

Danzas tradicionales. Cada región tiene su propia danza o danzas. La más famosa es la Tropoja (Vallja e Tropojës), en la región del mismo nombre, en los Alpes albaneses. Se baila con trajes coloridos y pañuelos, sobre todo durante el festival Sofra Dardane, en Bajram Curri, a mediados de junio. Algunas de las bailarinas llevan la xhubleta, un vestido grueso cuyos orígenes se remontan a la Antigüedad y que está inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO desde 2022. Siguiendo con la tropoja, Valbona cuenta con varias danzas típicas (la danza de la espada, la danza de la novia, la danza de las flores, etc.) y la danza de los Kukës (Vallja e Kukësit), una danza semicircular muy rápida que ahora se baila en todo el país. Originaria de la región de Gjirokastra y del norte de Grecia, la danza del Pogon (Valle Pogonishte o Pogonissios en griego) también se ha extendido por toda Albania y alterna movimientos rápidos y lentos. Las otras cuarenta danzas albanesas locales son bastante similares. Hay dos danzas muy particulares comunes en todo el país: el Valle Napoloni, que bailan los novios en las bodas, y el «baile doble» (Valle dyshe) llevado a cabo por dos hombres, uno que apoya al segundo, que hace los pasos más complicados. Por último, aunque no se practica en Albania, cabe mencionar el gusharaveli de los albaneses de Ulcinj/Ulqin, al sur de Montenegro: su rasgo distintivo es la incorporación de ritmos africanos. Los mejores bailarines del «mundo albanés» se dan cita cada cinco años en el Festival Folclórico Nacional de Gjirokastra.

Danza clásica y contemporánea. Aunque los orígenes de la danza tradicional se remontan a mucho tiempo atrás, la historia de la danza clásica y contemporánea en Albania no comenzó hasta 1949, con la llegada del coreógrafo ruso Georgi Perkun (1916-1983), quien antes de marcharse de nuevo en 1953, dirigió las primeras representaciones del ballet nacional albanés y dio a conocer al bailarín estrella Timoleo Pappa, miembro de la minoría griega y nacido en 1933. Pappa participó en el primer largometraje del país, El guerrero invencible (1953), dirigido por el ruso Sergei Yutkevich. Pero durante la primera gira de la compañía por la URSS, Timoleo Pappa aprovechó una escala en Atenas para quedarse en Occidente. Hizo carrera en Grecia y bailó con Nureyev en Estados Unidos, antes de regresar a Albania en 2015. Hoy, los bailarines del Ballet Nacional forman parte del TKOB (tkob.gov.al), el Teatro Nacional de Ópera y Ballet, que tiene su sede en el Palacio de la Cultura de la plaza Skanderbeg. Se dividen entre la compañía de danza clásica y contemporánea y la de danza tradicional (unos cuarenta bailarines cada una). Desde la caída del régimen comunista, el TKOB ha colaborado con prestigiosos coreógrafos, en particular con Angelin Preljocaj, cuya familia albanesa es originaria de Vermosh. Desde 2006, el país acoge a compañías contemporáneas de todo el mundo en el marco del Albania Dance Meeting Festival (dancealbfest.com), que se celebra de mediados de septiembre a mediados de noviembre en Tirana y Durrës.

El teatro

A menos que entienda el albanés, no es el tipo de arte más comprensible en Albania.

Aleksandër Moisiu. Es la única personalidad famosa en el extranjero. Este actor austriaco de origen albanés (1879-1935) fue una «estrella» en Europa en los años 1900-1920. Aunque nunca actuó en Albania, muchas instituciones llevan su nombre, como el teatro de Durrës. La ciudad portuaria alberga también la casa de su familia, hoy convertida en museo etnográfico.

Renacimiento nacional. El teatro albanés moderno nació a finales del siglo XIX con la construcción del primer teatro en Shkodra en 1890. Sami Frasheri, figura política destacada del movimiento Rilindja Kombëtare, fue el primero en traducir una obra turca en 1902. Posteriormente, el obispo ortodoxo y político Fan Noli adaptó a Shakespeare y el sacerdote franciscano y poeta Gjergj Fishta tradujo a Eurípides y Molière.

Influencia italiana. Tras la independencia en 1912, toda una generación de autores y directores representó obras que escenificaban a grandes figuras históricas, como La muerte de Skanderbeg, escrita por el poeta Köle Mirdita en 1917. La dictadura de Zogu y la fuerte influencia italiana de los años 1925 a 1940 acompañaron el desarrollo de la escena albanesa.

Dictadura comunista. Fue esta dictadura la que dio al teatro albanés su sentido de nobleza. Estructuró el sector construyendo teatros y creando escuelas, compañías profesionales y de aficionados en casi todas las unidades de producción. Sin embargo, la censura era estricta, los textos eran examinados por el Sigurimi y se autorizaban pocas obras extranjeras: las de Molière, Shakespeare, Brecht o Godini, así como las de autores rusos considerados acordes a los cánones del estalinismo.

Desde 1992. La caída de la dictadura y el caos subsiguiente provocaron una brusca ralentización de la actividad teatral, la casi desaparición de la producción cinematográfica y la fuga de talentos al extranjero. Pero el país también se ha abierto a colaboraciones internacionales. En la actualidad, solo diez ciudades cuentan con un teatro público, Tirana es una excepción: cuenta con tres pequeños teatros privados, pero el Teatro Nacional fue demolido en 2020 para dar paso a las «torres de la mafia». Se espera un nuevo edificio en los próximos años. España tiene un Convenio de Cooperación Cultural desde 1999 con Albania.