Clima Albania
Recomendamos una estancia en Albania desde principios de abril hasta finales de octubre: desde primavera para descubrir el país, y, luego, hasta mediados de otoño para disfrutar también de las playas y el buen tiempo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Albania está muy concurrida desde mediados de junio hasta mediados de septiembre, ya que las familias de la diáspora y los vecinos albaneses de Kosovo acuden en masa a la costa entre Durrës y Saranda durante todo el verano. Albania tiene un clima predominantemente mediterráneo en la costa y en la mitad occidental del país, con veranos calurosos y secos e inviernos suaves y lluviosos. En las zonas montañosas y en la parte oriental, el clima es continental, con veranos calurosos e inviernos fríos y nevados. Aparte del tiempo, el factor más importante a tener en cuenta al viajar son las horas de sol. Dado el estado de las carreteras y las condiciones del tráfico, desaconsejamos encarecidamente conducir de noche.
Invierno
Entre diciembre y febrero, los turistas son muy escasos en Albania. Es cierto que solo hay cuatro horas de sol al día, lo que complica las visitas y los desplazamientos. Sin embargo, el invierno sigue siendo bastante suave en toda la costa, de Shkodra a Saranda pasando por Durrës y Tirana: de 11 a 13 °C durante el día, y casi nunca bajo cero por la noche. En cambio, llueve mucho (unos 10 días al mes), excepto en Tirana (7 días), y, ocasionalmente, nieva. Las cosas son muy diferentes en las montañas. En Korça, por ejemplo, el clima recuerda al de Rusia: de 5 a 7 °C de media durante el día, con noches casi siempre bajo cero y fuertes nevadas. La mayoría de los hoteles de la costa cierran y los albaneses no salen mucho por la noche. Pero la acogida es calurosa, sobre todo junto a la chimenea, compartiendo un raki caliente con miel o un té de montaña.
Primavera
De marzo a mayo es la temporada perfecta para explorar el país. En mayo se alcanza una media de ocho horas de luz, lo que permite planificar viajes más largos. Las temperaturas suben despacio, de 16 a 24 °C, llegando incluso a 30 °C en Saranda. Pero la temperatura del agua aún no permite bañarse (18 °C en mayo en la parte sur). Las precipitaciones son muy variables: son bajas en Saranda (3 días de media al mes), pero siguen siendo significativas en otros lugares (entre 8 y 9 días de media). La situación también mejora en las zonas montañosas, con temperaturas que van de 10 a 20 °C, incluso aunque llueva abundantemente (10 días al mes) y con la posibilidad de nevadas hasta abril. Pero los paisajes son espléndidos, con brillantes llanuras verdes y picos blanquecinos.
Verano
De junio a agosto, hace calor en todas partes, con una media de 28-32 °C, 30-34 °C alrededor de Saranda y picos de 40 °C en todo el país. Tirana, a pesar de su caótico urbanismo, tiene veranos casi agradables, con días de 28-31 °C, pero noches de unos 15 °C. Aunque puede dar la impresión de hacer fresco en Korça, con una temperatura media de 24-28 °C, muchos días llegan a ser abrasadores sin el balsámico efecto del aire marino. Las precipitaciones son escasas (un día al mes en Saranda y hasta siete en Korça), pero la costa sur experimenta violentas tormentas en las zonas donde las montañas caen directamente al mar. La temperatura del agua oscila entre 22 y 26 °C. Es la estación en la que todo sube: las horas de sol (hasta once horas al día en julio), el número de turistas, los precios de los hoteles y el volumen de las discotecas.
Otoño
De septiembre a noviembre, la transición invernal suele ser bastante suave. A principios de otoño, el termómetro siempre llega a los 29 °C. Sigue siendo agradable bañarse en la «Riviera albanesa», con el agua a 24 °C en septiembre y 22 en octubre, aunque las tormentas sean cada vez más frecuentes. Finalmente, el mes de noviembre ahuyenta a los últimos turistas. De repente, la temperatura del aire desciende a una media de 15-16 °C, a pesar de que todavía haya jornadas agradables en Tirana (17 °C). Entre tanto, el invierno llega a Korça (11 °C). Al tiempo que aumentan las precipitaciones (una docena de días en noviembre), las horas de luz diarias descienden de ocho en septiembre a cinco en noviembre. Por último, a falta de verdaderos bosques caducifolios, Albania no puede engalanarse con los bellos colores otoñales de Macedonia del Norte o Grecia.
