Hábitos alimenticios y entrada en materia

El día suele comenzar con un desayuno ligero: pan fresco con mantequilla, queso, mermelada y yogur, acompañado de aceitunas y café o té. El almuerzo es tradicionalmente la comida más importante del día y algunos albaneses van a casa a comer. Suele consistir en platos de carne en salsa, acompañados de una ensalada de verduras frescas. También se comen verduras, salchichas a la parrilla y varios tipos de tortilla, servidos con café, té o zumo de frutas. La cena en Albania es más simple, a base de pan, carne, pescado o marisco, queso, huevos y varios tipos de verduras, similar al desayuno.

Influenciado por Turquía, el arte del mezze (selección de aperitivos acompañados con una bebida) es importante en Albania. Comparable a las tapas españolas, el mezze albanés se compone de ensaladas de verduras frescas y cocidas, pepinos marinados y otras verduras, huevos duros, jamón serrano, salami y queso feta, acompañados de pimientos asados, aceite de oliva y ajo. Se sirve en fiestas y restaurantes. Una de las especialidades más auténticas es el fërgese, o fërgese tiranë, considerado uno de los platos nacionales de Albania. Se trata de un puré de pimientos verdes y rojos, tomates y cebollas confitados, que se sirve como entrante o como guarnición de la carne. También existe una versión similar llamada tave dheu o fërgese de mëlçi, que contiene hígado cortado en pequeños cubos. El speca të ferguara (pimientos asados) y el speca me gjizë (pimientos en salmuera rellenos de queso fresco) son muy populares, al igual que el japrak, parecido al dolma griego, a base de hojas de parra rellenas de arroz, carne asada y cebolla picada. Suelen servirse fríos con pan y yogur. Otros platos son: kungulleshka te ferguara (buñuelos de calabacín), turshi lakre (col en salmuera), sardele me limon (sardinas fritas con limón), papare (pudín salado de pan y queso) y bukë misri (pan de maíz).

Las ensaladas de verduras son muy populares; predominan los pimientos verdes y rojos, las cebollas, los tomates, las aceitunas y los pepinos, como en la clásica sallatë të thjeshtë. A veces se añaden otros ingredientes, como las patatas o las judías blancas. A medio camino entre una salsa y una ensalada, el tarator es un entrante frío que se sirve generalmente como guarnición durante los calurosos meses de verano. Consiste en una mezcla de pepino, ajo, aceite de oliva y yogur, que combina muy bien con verduras y mariscos fritos y a la plancha.

Los fundamentos de la cocina albanesa

Las sopas son muy populares, sobre todo en invierno, y se elaboran con diversas verduras como patatas, col y judías, además de carne y pescado. La trahana es, además de un ingrediente, una sopa, que se prepara con una mezcla de trigo y leche fermentada. Se le da forma de bolas que se secan y se comen durante todo el invierno diluyéndola en un caldo con verduras. El grosh es una sopa espesa con judías blancas y tomate, mientras que el shqeto es una sopa cremosa y alimonada a base de cordero.

Las tortadas saladas son uno de los platos más emblemáticos de la cocina tradicional albanesa. A menudo se sirven como tentempié, pero pueden constituir perfectamente una comida en toda regla. El pite es una tarta de pasta filo o hojaldrada, dependiendo de la receta. Las versiones más comunes son pite me spinaq (espinacas), pite me mish (carne picada) y pite me djath (queso fresco). La flia es una crepe de varias capas que suele servirse caliente, con verduras marinadas, o como postre con miel, yogur o mermelada de frutas. El kungullur es una pasta filo en capas rellenas de puré de calabaza. Por último, el byrek es muy parecido a la pita, aunque algo más gordo, y suele estar relleno de carne.

La ternera y la vaca son las carnes más consumidas en Albania. Aunque el país es predominantemente musulmán, una gran parte de la población es cristiana, por lo que el cerdo también es muy popular, junto con el cordero. El tavë kosi es uno de los platos más emblemáticos del país. Es una receta de cordero y arroz al horno, servido con una salsa de yogur aromatizada. Recientemente, también se ha hecho popular en Grecia y Turquía. Las qebapa son pequeñas croquetas caseras de cordero y ternera, parecidas a salchichas sin piel, cuyo nombre es una deformación de la palabra turca kebab. Se sirven principalmente con cebolla, crema agria y pan de pita llamado pitalka. Aunque de origen húngaro, el gullash, o tasqebap, es muy común en las zonas montañosas de Albania. Se trata de un guiso de carne condimentado con pimentón, popular en toda Europa Central y los Balcanes. Las qofte —cuyo nombre procede del persa kefta— son albóndigas fritas elaboradas normalmente con carne picada, hierbas y especias, y cocinadas con salsa de tomate y verduras o alubias. En todo el país hay tiendas especializadas, llamadas qofteri, que venden qofte y cerveza. El  piqem mish es un gratinado de ternera y patatas en salsa de tomate, mientras que el tavëme qepë es un estofado de ternera y verduras. El mish jahni es una especialidad del norte del país preparada con carne de cordero, cebollas, ciruelas secas y pimientos, mientras que el mish çomlek es una receta de ternera cocinada a fuego lento con berenjenas, cebollas y espinacas.

Proshute es un término utilizado en Albania para muchos tipos de salami y jamón, que se condimentan y secan al aire. El proshute suele servirse en el desayuno o el almuerzo como aperitivo. La casquería también es común y se utiliza para preparar el kukurech, un plato a base de tripas de cordero rellenas y asadas. Los platos de ave más populares son el pollo y el pato. El pollo se prepara de muchas maneras, desde un simple asado al horno hasta elaborados guisos con ricas salsas. Pule me oriz es un arroz pilaf —cocinado por absorción— cubierto de pollo, mientras que el gjellë me arra es una especialidad de pollo con nueces.

El pescado fresco es fácil de conseguir y se pesca frente a las costas del mar Adriático, así como en los numerosos lagos y lagunas del país. Puede servirse entero al estilo mediterráneo, a la plancha, hervido o frito en rodajas, y a veces solo con un chorrito de zumo de limón. Los platos de pescado suelen condimentarse con vinagre blanco y aceite de oliva virgen, muy utilizado en el sur de Albania. Los albaneses que viven en ciudades costeras, sobre todo Durrës, Saranda y Vlorë, consumen habitualmente pescado y marisco, como calamares, pulpos, sepias, salmonetes, lubinas, doradas y otros; los mejillones (midhje) son una especialidad de la región de Saranda.

Los lagos y ríos también proporcionan excelentes pescados de agua dulce, como la carpa de Shkodra y pez ángel koran del lago Ohrid. Por lo general, solo se sirven en restaurantes de ciudades y pueblos cercanos a lagos y ríos. Lo mismo ocurre con la trucha de río. Algunos restaurantes de la capital las sirven, pero a precios desorbitados. En las regiones donde abundan los humedales, las ancas de rana también forman parte del menú.

Postres y bebidas

Aunque en Albania hay una gran densidad de pastelerías y cafés, la mayoría de los dulces son variaciones de especialidades de otros países, sobre todo de Italia. Esto no significa que a los albaneses no les gusten los dulces, pero a diferencia de los españoles, tienden a comerlos como tentempié. Después de comer, suelen ofrecer fruta. Gracias a su clima generalmente suave y soleado, Albania cultiva una gran variedad de frutas: naranjas, melones, albaricoques, melocotones, uvas, manzanas, fresas, sandías, ciruelas, nísperos, etc.

El kanojët, por ejemplo, es un pastel de origen siciliano —llamado cannolo (pl. cannoli) en Italia—. Es un tubo de masa frita relleno de una crema a base de requesón. La petulla, un tipo de rosquilla hecha con harina de trigo o alforfón, también es popular entre los albaneses. Se sirve con azúcar en polvo o queso feta y mermelada de frutas, conocido como reçel en albanés. El pandispanjë es una variedad de bizcocho. Se rellenan con gelatina, chocolate, fruta y crema. Ballokume es una galleta originaria de Elbasan, elaborada especialmente para el día de Dita e Verës, el 14 de marzo, para celebrar la transición del invierno a la primavera. De origen italiano, la zupa es un postre popular hecho con capas alternas de galleta o bizcocho y natillas. Krem karamele, primo de la crema catalana, suele aromatizarse con vainilla, ralladura de naranja, limón y canela. El trileçe es una adaptación albanesa del tres leches latinoamericano. Consiste en un bizcocho empapado en leche condensada azucarada y leche entera, coronado con nata montada. Se cree que la popularidad de las telenovelas en Albania llevó a los cocineros locales a introducir poco a poco este postre, que luego se extendió a los Balcanes y Turquía. Por último, pastashu es el nombre albanés de los petisús y los bollos de crema. De hecho, si quiere un helado en Albania, debe pedir un akullore.

Pero también hay postres de inspiración más oriental, como el baklava, muy común en Albania, sobre todo en ciertas fiestas religiosas. Se prepara en grandes bandejas y consiste en una multitud de capas de pasta filo y nueces picadas, todo ello empapado en almíbar de canela. El kadaif es un pastel elaborado con largas tiras de fideos finos rellenos de nueces o pistachos y endulzados con almíbar, y a veces se sirve junto al baklava. Más extraño aún, el kabuni es un postre tradicional albanés que se sirve frío y se prepara con arroz caramelizado en mantequilla y cocido en un caldo dulce de cordero, adornado con pasas y aromatizado con canela y clavo molido. En todo el país se preparan diferentes tipos de hallvë —turrón—, normalmente a base de sémola o tahini (crema de sésamo) cubiertos con nueces y pistachos. El tambëloriz, también conocido como sultjash, es una especie de arroz con leche con canela y nueces, al que también se le pueden añadir pasas sultanas. De origen turco, la tollumba es un postre similar al churro, pero empapado en almíbar. Por último, el ashure se sirve principalmente durante las fiestas musulmanas en Albania. Es un pudin hecho con una mezcla de cereales, frutos secos y fruta.

Para disfrutar de todas estas sabrosas especialidades, nada mejor que una taza de té. Esta bebida se consume mucho en toda Albania, y es especialmente popular en cafés, restaurantes, y en casa. El país cuenta con una gran variedad de hierbas utilizadas como infusión, como el de montaña —que en realidad es un pariente de la salvia—, que crece espontáneamente en estado salvaje. También se bebe té negro al estilo ruso o turco, con azúcar, o té con limón, leche o miel. El café es otra bebida habitual. Hay distintas variedades de café de inspiración italiana, como el expreso, el capuchino, el macchiato, el moca y el latte. Las cafeterías son también populares lugares de encuentro, y casi todas sirven bollería y bocadillos, y algunas incluso comidas ligeras. Albania ostenta el récord mundial de cafeterías per cápita, con 654 por cada 100.000 habitantes. Otras bebidas sin alcohol son el dhallë, elaborado mezclando yogur con agua o leche y especias. Es especialmente popular durante los meses de verano y puede servirse con sal, según los gustos. El boza es una bebida malteada de maíz y trigo muy consumida con los postres en Albania.

En cuanto al alcohol, aunque la mitad de los albaneses son musulmanes, el país sigue siendo mayoritariamente no religioso, y el consumo de bebidas alcohólicas es común a todas las comunidades. Albania es un país tradicionalmente vinícola, y los orígenes de la viticultura en la región se remontan a hace más de 6000 años. Los vinos ilirios eran muy apreciados en las mesas de los emperadores romanos, pero decayeron mucho tras la conquista otomana. Su consumo no se reanudó hasta después de lograr la independencia. Desde entonces, el consumo de vino ha aumentado mucho, aunque también es muy popular la cerveza, tanto internacional como de marcas locales como birra Kaon, Korça y Tirana.

Pero si hay un alcohol que simboliza más ampliamente Albania y los Balcanes es el raki, con diferencia el aguardiente más popular en el país. Los tipos de raki más comunes son los de uva, pero también los hay de ciruela y mora. Cuando se sirve a los ancianos, se calienta, se endulza con miel y se aromatiza con especias, como un grog. En el sur del país, el raki rigoni se aromatiza con orégano, que crece de forma natural en la región.