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Música tradicional

Las tradiciones de Formentera e Ibiza son tan similares que casi se podría hablar de culturas siamesas. Así, el Ball Pagès es un pilar de la identidad tanto de Formentera como de Ibiza. El Ball Pagès, una danza emblemática, está coreografiada con movimientos circulares repetidos, en los que el hombre rodea a su pareja tocando las castañuelas (de unos 15 cm de longitud), mientras ella avanza a grandes zancadas, mirando al suelo. Además del esplendor coreográfico, los Ball Pagès se distinguen por el esplendor de la vestimenta tradicional utilizada. Los hombres suelen ir vestidos de blanco y negro, con un cinturón ancho alrededor de la cintura y un gorro rojo colgando de la cabeza. Las mujeres, por su parte, llevan vestidos largos, el pelo cubierto con un velo y llevan sus emprendadas, un conjunto de collares de oro, plata o coral. Laemprendada acompaña la vida de las niñas, desde su primera comunión hasta la pubertad, y la madre la enriquece año tras año con nuevas joyas. Verdaderos tesoros familiares, estos collares se transmiten de generación en generación. La música que acompaña al Ball Pagès se basa generalmente en ritmos repetitivos que van in crescendo en intensidad.
En Ibiza, este baile tradicional se conserva muy bien. Por ejemplo, se puede ver cada jueves por la noche en Sant Miquel, el baile más antiguo de la isla, que lleva en activo desde 1965. Por lo demás, esta danza se sigue ejecutando con mucha frecuencia, sobre todo durante las grandes festividades, como las fiestas patronales. Entre ellas se encuentran Sant Francesc de S'Estany, en honor a San Francisco de Paula, Santa Eulària Des Riu, patrona de la segunda ciudad más grande de la isla, Sant Mateu D'Aubarca, en honor al Apóstol Mateo, Sant Miquel de Balansat, dedicado a San Miguel Arcángel, y Santa Gertrudis de Fruitera, que incluye una serie de eventos culturales y recreativos.
El Primer Domingo de Mayo de Santa Eulària es una de las fiestas más populares de Ibiza, con desfiles de carrozas y bailarines con trajes típicos. La Fiesta del Vino Pagès de Sant Mateu d'Albarca, que se celebra a mediados de diciembre, ofrece degustaciones de los vinos de la región, acompañadas de música y bailes tradicionales. Y durante todo el año, Can Casanova, un pequeño bar-almacén situado en el centro de Sant Llorenç, organiza todos los sábados por la tarde un baile tradicional, en el que los ibicencos se visten con sus mejores galas e interpretan bailes tradicionales de la isla hasta que se pone el sol.
Cantades y caramelles completan el folclore musical de la isla. Las cantades, canciones narrativas con rimas, elaboradas en la técnica del cantar redoblat, se interpretan también en días festivos, entre vecinos y familiares, normalmente en un entorno privado. Las cantadas, que cantan al amor y a las historias personales, siguen siendo interpretadas por algunos entusiastas y/o en diversas fiestas locales. Las caramelles de Nadal, por su parte, son canciones religiosas típicas de Ibiza y Formentera, que se cantan en las iglesias en la misa de Navidad y el domingo de Pascua. Castañuelas, espasi -instrumento típico balear en forma de espada-, flauta y tamboril marcan el ritmo. Estas composiciones tradicionales fueron declaradas "bien de interés cultural" en 2005.
Menos común, y también menos visible, es una última tradición de la isla llamada la glosa, composiciones cortas de cuatro versos octosílabos, cantadas con una melodía sencilla y animada, que algunos comparan con el rap moderno.
Para una buena panorámica del folclore local, no olvidemos mencionar el Festival Mare Nostrum, que ofrece un fin de semana para volver a la tradición con, entre otras cosas, algunas actuaciones de baile y castañuelas.

Música popular

Pequeña en tamaño, Ibiza es también pequeña en cuanto a su escena musical, que, aparte de las discotecas, es más bien modesta. Entre las entidades a recordar está Uc, un grupo legendario que dio una segunda vida folclórica a las canciones tradicionales ibicencas que habían caído en el olvido, dotándolas de un estilo folclórico. Muy activo en los años 70 y 80, el grupo no ha publicado nada desde hace algunos años. Con el mismo espíritu, pero más recientemente, en la década de 2000, Projecte Mut también se planteó mezclar el folk-rock con el repertorio y los instrumentos tradicionales. El último grupo ibicenco que hay que mencionar es Pota Lait, que tuvo cierto éxito en su momento por su mezcla de rock, folk, hip-hop, reggae y country.
Si quiere escuchar algo más que música electrónica en Ibiza, debe acudir al festival Sueños De Libertad, uno de los principales eventos culturales de Ibiza, que incluye conciertos de conocidos artistas nacionales e internacionales.

Música electrónica

Como todo el mundo sabe, la música electrónica y (por extensión) el clubbing son deportes nacionales en Ibiza. Y si las superestrellas como David Guetta hacen mucho ruido y el clubbing local se ha convertido en una industria necesitada de alma, todavía puedes encontrarte con buenos DJs como Black Coffee en Hi Ibiza (que sustituyó al icónico Space), Maceo Plex en Amnesia, Carl Cox en Pacha, DJ Harvey en Pikes Ibiza o Paul Oakenfold... en casi todas partes. Hay que tener en cuenta que este último, actor histórico del sonido ibicenco, ha popularizado ampliamente en el Reino Unido el balearic beat, un género house nacido en Amnesia en los años 80 y 90 de la mano de DJ Alfredo y que es una mezcla de música electrónica y pop psicodélico. Muy serena y elevada, esta música lleva el ADN de los grandes años de Ibiza. Para los curiosos o aficionados al género, se recomienda una excelente recopilación: Ritmo Fantasía: Synth-Pop, Boogie y House balear (1982-1992). Publicado en 2021 en el siempre excelente sello Soundway, el álbum documenta perfectamente el nacimiento de esta estética ibérica. Al margen del clubbing, la música electrónica local también ha producido cosas un poco más refinadas -y menos conocidas- como Vacabou, un dúo de trip-hop muy aéreo que recuerda a Air.