L'île d'Es Vedrá aperçue dans le film More de Barbet Schroeder © MichaelUtech - iStockphoto.com.jpg

Cuando los hippies hacían películas

Si los primeros en colonizar las playas de la isla a principios de los años 60 fueron los beatniks, esta tendencia más bien marginal fue rápidamente sustituida por cohortes de hippies, desertores pacifistas y otros ciudadanos estadounidenses que huían de un país cuyos valores ya no compartían. En sus maletas, estos turistas de nuevo cuño traían una nueva forma de relajación, así como nuevas drogas como el cannabis, pero también la heroína. Y es en este contexto efervescente en el que el director suizo Barbet Schroeder rueda su primera película, More, en la isla. Película franco-alemana-española que se convirtió en un referente del movimiento hippie, estrenada en 1969.
La historia gira en torno al encuentro de dos jóvenes que ya no están activos en una década que ya no les corresponde. Stefan, un recién licenciado de Berlín, decide hacer autostop hasta París. Allí conoce a Estelle, una expatriada estadounidense. Juntos, van a Ibiza en busca de sol y respuestas. El romance degenera cuando Estelle introduce a Stefan en la heroína, sustancia a la que ambos se vuelven adictos. Arrullado por las melodías de Pink Floyd, que proporcionan una banda sonora memorable a la película, More filma la isla de Ibiza y la diversidad de su paisaje. En la película se puede ver un molino que recuerda al de Sa Punta des Molí, que se puede visitar en Sant Antoni. Y aunque la ciudad ha cambiado mucho desde el rodaje, el islote Es Vedrá ha permanecido igual, preservado por su condición de reserva natural. La casa de la madre del cineasta, en la que rodó el resto de su película y sus alrededores, sigue en pie. Como prueba, Schroeder volverá a sus raíces para rodar Amnesia en 2015, un complejo trabajo sobre la llegada de los primeros DJ a la isla y la imposible reconciliación de las dos Alemanias tras la caída del Muro de Berlín. Los acantilados de Calo d'Hort, los mercadillos típicos de la isla y el Cabo Nonó son algunos de los nuevos paisajes que el cineasta añade a su paleta. Un mensaje de amor de un cineasta a su isla, donde ha pasado buena parte de su vida.

Ibiza en el cine español

Julio Medem se aventuró en las Islas Baleares por segunda vez con Caótica Ana en 2007. En 2001, puso su cámara en Formentera para Luciá y el sexo, una película que le reportó el éxito de la crítica, así como un Goya -el equivalente al Oscar español- a la actriz principal Paz Vega por su interpretación. En Caótica Ana, el director profundiza en la psique de su personaje. Un thriller intrigante que atraerá a los fans del estilo del cineasta. La isla, por supuesto, contribuye a esta extraña atmósfera, entre las influencias hippies y la tranquilidad del paisaje.
Otras producciones cinematográficas de mayor o menor éxito se han instalado en la isla desde principios de la década de 2000. Entre ellas, destaca la película Aislados, de David Marqués, una comedia negra protagonizada por dos jóvenes que recrean el mundo tomando una copa en una casa rural del pequeño pueblo de Santa Agnes de Corona, mientras que el cortometraje Los Crímenes del Día de Todos los Santos hace un repaso a los terribles asesinatos en serie cometidos en los años cincuenta y sesenta, cuyo culpable no fue capturado hasta 1974. Una película ibérica ambientada principalmente en los bosques de Sant Miquel de Balansat, donde se encontraron los cuerpos, y en los alrededores del pueblo de Sant Joan de Labritja.
En 2020, la serie de Netflix White Lines se instalará en la Isla Blanca. Creada por el responsable del éxito mundial de La Casa de Papel, la serie cuenta la historia de Zoe Walker (interpretada por Laura Haddock), una mujer que intenta resolver la muerte de su hermano, un DJ desaparecido en Ibiza hace casi veinte años. Aunque se ha rodado principalmente en la isla vecina de Mallorca por razones logísticas, el ojo atento reconocerá muchos de los escenarios ibicencos de la serie, empezando por el puerto deportivo de Ibiza donde se recibe a Zoe a su llegada. El lugar favorito de Axel, que descubrimos en flashbacks, no es otro que la Torre d'en Rovira, el lugar ideal para ver la puesta de sol en Ibiza. Y como no podía ser de otra manera, Dalt Vila, el casco antiguo de Ibiza, es uno de los escenarios principales de esta investigación, que probablemente no tendrá una segunda temporada en Netflix por falta de audiencia.

Estrella internacional del cine de Ibiza

Tanto en el cine como en la vida real, Ibiza y su ambiente siguen fascinando a guionistas y cineastas. Prueba de ello es la muy reciente película Ibiza de Arnaud Lemort, estrenada en 2019 con Christian Clavier, o la película homónima estrenada un año antes en Netflix, dirigida esta vez por Alex Richanbach con Gillian Jacobs, una de las protagonistas de la serie Community. Dos teatros, dos ambientes, pero sobre todo dos comedias que se complacen en enfrentarnos a la imagen del turista más o menos pesado en la isla de Ibiza. Sin olvidar llevarnos a los paisajes más icónicos de la isla, como la ciudad de Dalt Vila, por supuesto, pero también el paseo marítimo de Santa Eulària des Riu, un lugar por el que es bueno pasear una vez que cae la noche. Por último, otras apariciones notables en la pantalla son la película de Orson Welles Verdades y mentiras, que se rodó en parte en la ciudad del falsificador Elmyr de Hory, en Ibiza. O las pocas aventuras de la Pantera Rosa que han hecho escala en la isla, la más memorable de las cuales es sin duda En busca de la Pantera Rosa, dirigida por Blake Edwards en 1982. Y, por supuesto, la filmografía ibicenca no estaría completa sin Ibiza Undead, una película -bastante mala- sobre las desventuras de un grupo de jóvenes que se fueron a pasar las vacaciones de su vida a Ibiza, sin sospechar que un apocalipsis zombi se cernía sobre ellos.

¿Dónde ver películas en Ibiza?

Entre los locales nocturnos, las playas y los hoteles, los cinéfilos encontrarán su felicidad en las salas de los Multicines de Eivissa, el Cineregio de Sant Antoni o, por si fuera poco, al pie de las palmeras frente a las pantallas del Cinema Paradiso al aire libre. Así podrá disfrutar del aire fresco y vigorizante de Ibiza durante todo el verano, mientras persigue su pasión por el cine con un cóctel en la mano.