Historia(s) del cine bávaro
Ya en 1896, los hermanos Lumière filmaban Baviera. Para esta primera visión de la región, los cineastas eligieron la ciudad de Múnich y su Maximilianeum. La película, que dura menos de un minuto y puede verse en línea, capta a paseantes y carruajes tirados por caballos cruzando el puente de Maximiliano. Casi un siglo después, el escenario apenas ha cambiado.
El cine alemán floreció en la década de 1910, pero su crecimiento se vio frenado por la Primera Guerra Mundial, para volver a recuperarse bajo la República de Weimar. En 1919, el productor Peter Ostermayr fundó la primera productora de Múnich, Munich Lichtspielkunst, hoy conocida como Bavaria Film. Ese mismo año se rodó en Múnich la película Nerven . Dirigida por Robert Reinert, se considera una de las obras fundacionales del movimiento expresionista alemán, cuya película más conocida, El gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene), se estrenó un año después. Existe una copia restaurada de Nerven en el Museo del Cine de Múnich, cuyos archivos han conservado la película hasta nuestros días.
Desgraciadamente, este periodo de efervescencia del cine alemán duró poco, silenciado por la llegada de Hitler al poder. Al mismo tiempo, la ciudad de Núremberg se hizo tristemente célebre como lugar de reunión del partido nazi. Los gigantescos congresos celebrados allí en 1934 fueron captados por la cámara de la cineasta Leni Riefenstahl, que realizó una de sus películas más conocidas, El triunfo de la voluntad. Al pasear por el Centro de Documentación del Sitio del Congreso del Partido Nazi (Dokumentationszentrum), uno de los principales museos de Núremberg, se puede vislumbrar el Ehrenhalle, la piedra angular de la ceremonia grabada en la película. Es una forma estupenda de sumergirse en la historia de estas imágenes aún escalofriantes.
Tras la Segunda Guerra Mundial, las producciones europeas e internacionales reactivaron la economía cinematográfica de la región. Baviera Film se convirtió incluso en un centro neurálgico de la industria a partir de los años 60, acogiendo grandes películas como La gran evasión en 1963, Cabaret en 1972, Das Boot en 1981, La historia interminable en 1984 y Astérix y Obélix en 1999. Stanley Kubrick vino a Múnich en 1957 para rodar Senderos de gloria en el castillo de Schleissheim, antes de que el propio Alain Resnais utilizara el palacio en su película El año pasado en Marienbad en 1961. A principios de la década de 1970 se rodó en Múnich la película Charlie y la fábrica de chocolate, protagonizada por Gene Wilder. Fue durante este periodo cuando el director bávaro Rainer Werner Fassbinder produjo sus primeros largometrajes.
Fassbinder y el renacimiento del cine alemán
Nacido en Bad Wörishofen, Rainer Werner Fassbinder se interesó por el cine desde muy joven, devorando películas de todos los países y de todos los cineastas. No consiguió entrar en la escuela de cine de Berlín, y vivió de trabajos esporádicos mientras alimentaba su ambición de convertirse en director de cine. En 1966 rodó su segundo cortometraje, El vagabundo, en las calles de Múnich. Hombre de letras tanto teatrales como cinematográficas, creó su propia compañía, el Antiteater, con la que rodó su primer largometraje, El amor es más fuerte que la muerte, en 1969. Alimentado por las influencias cinematográficas de la Nouvelle Vague y el melodrama americano de Douglas Sirk, Fassbinder también quedó muy impresionado por el teatro de Brecht, que a su vez había sido una de las principales inspiraciones del expresionismo alemán. Entre 1969 y 1982, Fassbinder rodó casi cuarenta películas, la mayoría de ellas en Baviera. Entre sus primeras obras, El soldado americano (1970) es un homenaje a las películas de gángsters de los años 30. Cuenta la historia de un soldado que regresa de Vietnam, se instala en Múnich y es reclutado por mafiosos para llevar a cabo acciones sucias. En 1974, Fassbinder alcanzó la fama internacional con su película Tous les autres s'appellent Ali. Esta hermosa historia de amor entre Emmi, una viuda de 60 años, y Ali, un inmigrante marroquí veinte años menor que ella, ganó el Premio Internacional de la Crítica en el Festival de Cannes. Si quiere seguir los pasos de la película después de su visionado, el Asphalt Bar donde Emmi conoce por primera vez a Ali es ahora una acogedora pizzería en el número 30 de la Breisacher Straße. Y el restaurante Osteria Italiana, en el número 62 de la Schellingstraße, es también uno de los puntos de referencia de la película, ¡establecido desde 1890! Fassbinder rodó una decena de películas más, algunas de ellas éxitos populares. Las más conocidas son El matrimonio de Maria Braun (1978), Lola, una alemana (1981) y El secreto de Veronika Voss (1982). Estas obras están marcadas por los temas recurrentes del director: la tolerancia, la aceptación de uno mismo y el tratamiento del pasado de Alemania. Su vida terminó abruptamente en 1982. Rainer Werner Fassbinder está humildemente enterrado en el cementerio de Bogenhausen, en Múnich.
Los cines bávaros de hoy
Muchas producciones internacionales siguen utilizando Baviera como lugar de rodaje. En Múnich, incluso puede visitar en familia los estudios Bavaria Filmstadt , igual que los Estudios Universal de Hollywood. Conocer a Astérix y Obélix, montar en un legendario dragón de Lahistoria interminable o sumergirse en un submarino reconstruido: emoción garantizada. Los estudios siguen en funcionamiento y acogen regularmente rodajes de series alemanas y películas internacionales.
Para los fans del cine mainstream, también se pueden seguir los pasos de Harry Potter por las calles de Rothenburg, donde se rodaron algunas escenas de la séptima película, o pasear cerca de la Frauenkirche de Múnich, donde Freddie Mercury acude a recargar pilas en Bohemian Rhapsody (2018).
Por último, aprovecha los cines más bonitos de Baviera visitando el Roxy de Núremberg o el Museum Lichtspiele de Múnich, y mantente atento a los cines al aire libre a orillas del Danubio, que se organizan regularmente en verano en las principales ciudades.
