En 2019, Venise a subi une importante inondation lors de l'acque alta © Stefano Mazzola - Shutterstock.com .jpg
Jardins de la Biennale © Greta Gabaglio - Shutterstock.com.jpg

Una biodiversidad excepcional y frágil

Además de la ciudad de Venecia, el Patrimonio Mundial de la Unesco incluye también la laguna y sus entornos naturales artificiales. En términos más generales, más de 70.000 hectáreas de la laguna son de interés ecológico, en particular como zonas de reproducción o hábitats de unas 200 especies de aves migratorias y sedentarias. La biodiversidad es característica de las zonas húmedas: canales, marismas, islas, lagunas y desembocaduras de ríos. La laguna alberga poblaciones de archibebes, charranes, avoceta, garceta común y tarro blanco. En cuanto a las especies acuáticas, la laguna alberga diversas poblaciones de peces, cuya diversidad disminuye constantemente debido a los diversos contaminantes que afectan al lugar y a la sobrepesca. La flora presente en la laguna también es notable, con glicinias venecianas en las lagunas y juncos marinos cerca de las aguas ligeramente salobres.

Jardines y espacios naturales

En cuanto a espacios verdes, Venecia y su laguna harán las delicias de los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. La ciudad cuenta con numerosos jardines públicos y privados, algunos de los cuales están abiertos a los visitantes. El jardín de los Pères Carmes Déchaux, por ejemplo, está oculto a la vista y consta de varios parterres (huerto, huerta, jardín medicinal, viñedo y jardín "místico"). Entre los parques públicos, los Jardines Napoleónicos o Jardines de la Biennale, construidos en el siglo XIX, ofrecen un lugar para pasear y relajarse a lo largo de la orilla sur del barrio del Castello. Otros jardines más íntimos ofrecen encantadores remansos de paz, como los Jardines de Papadopoli, el parque de Villa Groggia y sus románticas ruinas, el Parco delle Rimembranze, bajo los pinos y junto al agua, y los Jardines de Savorgnan. Entre los jardines privados destacan los de los palacios: Cappello Malipiero Barnabò, Malcanton, Nani, Zenobio, Contarini dal Zaffo, Soranzo Cappello, Gradenigo; y el jardín de Ca' Tron dentro de una universidad, o el jardín del Claustro de San Francesco della Vigna. Hay otros lugares fuera de la ciudad donde descubrir la biodiversidad, como la isla de Lido, con su larga playa. Un destino menos frecuentado es la reserva natural de Ca'Roman, accesible por sendero desde el extremo sur de la isla de Pellestrina.

Riesgo de inundación y proyectos de mitigación

¿Está Venecia definitivamente condenada por la subida del nivel del mar? Una cosa es cierta: la subida de las aguas viene aumentando desde hace varios siglos. Está ligada a la naturaleza geológica y geográfica del lugar, sometido a dos mecanismos: por un lado, la eustasia, es decir, la variación del nivel del mar, y por otro, la subsidencia, que significa el hundimiento del suelo. El fenómeno se ve amplificado por el calentamiento global. Si a esto se añaden los vientos -la bora y el siroco-, que acentúan las inundaciones durante el acque alte, pueden producirse fenómenos extremos. Esto es precisamente lo que ocurrió en noviembre de 2019, cuando una terrible acqua alta otoñal inundó gran parte de la ciudad. Las soluciones para intentar frenar este tipo de fenómenos se basan ahora principalmente en el MoSe (MOdulo Sperimentale Elettromeccanico), un proyecto de 20 años que por fin está operativo. Este dique artificial está formado por 78 compuertas repartidas en cuatro barreras a través de los canales de la laguna. Está programada para elevarse con cada marea que se prevea superior a 1,10 metros. Se han propuesto otras soluciones para reducir el riesgo de que Venecia quede sumergida, como restaurar o recrear ciertas zonas naturales degradadas, lo que permitiría una mejor distribución del agua en la laguna. Otra idea que se ha propuesto es cambiar el curso de algunos ríos, antes desviados, para devolverlos a la laguna y generar un aporte de sedimentos.

Riesgos antropogénicos

Las actividades humanas en su conjunto han tenido como efecto el debilitamiento de la biodiversidad y de la propia ciudad: agricultura intensiva aguas arriba, sobrepesca, actividades industriales, turismo de masas, etc. También han provocado contaminación.

En particular, han provocado contaminación: contaminación ligada a las aguas agrícolas cargadas de pesticidas y vertidos acuosos y atmosféricos de las actividades industriales. Por ejemplo, la planta petroquímica de Porto Marghera, actualmente cerrada, vierte cada año varios miles de toneladas de efluentes tóxicos y lodos en la laguna y el mar Adriático.

Turismo de masas: un riesgo real

El turismo de masas ejerce una gran presión sobre el medio ambiente y causa numerosas molestias a los residentes locales. Los millones de visitantes anuales repercuten en el consumo y tratamiento de agua potable, el consumo de energía, la generación de residuos y el tráfico de la ciudad. También está la cuestión de la huella de carbono de los visitantes (sobre todo en términos de transporte). La cuestión de los cruceros se ha convertido en un tema muy delicado, sobre todo desde que un crucero chocó fuertemente contra un muelle en Venecia en 2019. Desde 2021, los buques de más de 25.000 toneladas ya no son bienvenidos, sobre todo en el canal de la Giudecca. Se les invita a navegar más atrás en la laguna. Además, el ayuntamiento ha tomado recientemente una medida aún más drástica y exhaustiva para controlar los riesgos asociados al turismo de masas. A partir de 2025, tiene previsto introducir una tasa turística de 5 euros a la entrada de la ciudad para todos los visitantes "de día" (no sólo los pasajeros de cruceros), con una fase de prueba en 2024, del 25 de abril al 14 de julio, para los turistas de día.

Hacia la ciudad sostenible

Recientemente se han puesto en marcha varias iniciativas para hacer la ciudad más habitable y "sostenible". Se han desarrollado planteamientos de "turismo lento", por ejemplo cerrando ciertas calles a los turistas para contener el flujo de tráfico en la ciudad. Crece la oferta de productos ecológicos, y una Carta de Turismo Sostenible para la Laguna Norte de Venecia promueve actividades turísticas ecorresponsables. Por último, se están haciendo esfuerzos en los ámbitos de la gestión de residuos, el tratamiento de efluentes de agua y la reurbanización de terrenos baldíos. El tiempo dirá si todas estas medidas son eficaces. Corresponde a los distintos agentes implicados contribuir a la protección del medio ambiente.