El bosque boreal y los gigantes del petróleo

El bosque boreal de Alberta alberga un tesoro del que podría prescindir, las famosas arenas bituminosas, y es el mayor productor de petróleo del mundo, justo debajo de la superficie. Estos derivados del petróleo están formados por una mezcla solidificada de petróleo, arena, arcilla y agua. Para extraerlos, primero hay que talar la vegetación para despejar la superficie explotable, que luego se excava. Este proceso de extracción destruye las profundidades de estos ecosistemas prístinos. Este bosque de 5.000 años de antigüedad desempeña un papel crucial: alberga considerables reservas de agua dulce y ecosistemas frágiles como las turberas, humedales creados por miles de años de materia orgánica acumulada, que serían incapaces de resucitar tras semejante perturbación.
Por último, el transporte de este oro negro también es fuente de polémica. De los 840.000 km de oleoductos que atraviesan Canadá para transportar petróleo y gas natural, uno en particular es fuente de controversia: el oleoducto Trans Mountain. Desde 1953, transporta hasta 300.000 barriles de petróleo al día de Alberta a Columbia Británica. El anuncio de un proyecto para ampliar la red de Trans Mountain en 2013 levantó las iras de ecologistas y aborígenes. Ante todo, guardan un amargo recuerdo de los problemas pasados con el oleoducto, incluidas numerosas fugas de cientos de miles de litros de petróleo, que a lo largo de los años han tenido un profundo impacto en el medio ambiente. No es la primera vez que un proyecto de oleoducto es objeto de debate. El oleoducto Keystone XL entre Estados Unidos y Canadá causó polémica durante varios años, hasta que el Presidente estadounidense Joe Biden anunció que se prohibiría en 2021.

Política medioambiental

Tanto en el bando conservador como en el liberal, a menudo se acusa a la política medioambiental canadiense de inmovilismo. Por ejemplo, aunque el país fue signatario del Protocolo de Kioto destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ¡en realidad las aumentó un 25% entre 1990 y 2005!
El Partido Conservador, que estuvo en el poder de 2006 a 2015, tiene un historial muy desigual. Su inacción fue irónicamente recompensada en 2009, cuando la red de ONG ecologistas Climate Action Network concedió a Canadá el Fossil of the Day Award: un premio satírico otorgado a los países que más ralentizan las negociaciones sobre el clima. El Primer Ministro conservador, Stephen Harper, llegó incluso a convertir a su país en el primero en abandonar el Protocolo de Kioto, en 2011.
Aunque han aumentado las esperanzas con la elección de Justin Trudeau, del Partido Liberal, los ecologistas parecen decepcionados. A pesar de las numerosas promesas ecologistas (reducir las emisiones un 30% de aquí a 2030, y lograr cero emisiones de aquí a 2050), el Primer Ministro apoya indefectiblemente a la industria petrolera, hasta el punto de nacionalizar el oleoducto Trans Mountain por 4.500 millones de dólares canadienses para garantizar su ampliación. Para defenderse, anunció que los beneficios se destinarían a proteger el medio ambiente, un argumento que enfureció a los ecologistas. Durante el mandato de Trudeau también se habrá autorizado la cría de salmón transgénico.
Pero no todo es pesimismo. En 2022, Justin Trudeau ha anunciado la prohibición de los plásticos de un solo uso y ha liberado 9.000 millones de dólares en inversiones para el medio ambiente, que se destinarán a diversas medidas, como las energías renovables y los coches eléctricos. Canadá apuesta por los vehículos eléctricos, tanto que ha anunciado que para 2035 exigirá que todos los coches que se vendan emitan cero emisiones. Pero, ¿es esto factible? Además, se invertirá en edificios con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y en proyectos de energía solar y eólica. Pero con las elecciones previstas para 2025, está por ver si el nuevo Gobierno seguirá el ejemplo.

Energía en Canadá

Gracias a su riqueza paisajística y de recursos, Canadá dispone de numerosas fuentes de energía, lo que le convierte en el sexto productor mundial de energía, pero el cuarto en lo que se refiere a fuentes renovables. Y lo que es a la vez raro y apreciable es que cerca de 2/3 de su consumo de electricidad procede de fuentes renovables, gracias a un impresionante parque hidroeléctrico. Esto convierte a Canadá en el segundo productor mundial de hidroelectricidad. Sin embargo, esta fuente de energía depende de la red fluvial de cada provincia, por lo que la producción de las provincias es bastante desigual, con Quebec a la cabeza.

¿La ciudad más verde del mundo?

Tras su elección como alcalde de Vancouver en 2008, Gregor Robertson hizo una promesa: en 2020, su ciudad sería la más ecológica del mundo Diez años más tarde, al final de su mandato, la ciudad sólo ha alcanzado 8 de sus 18 objetivos... y no ha sido clasificada como la ciudad más verde del mundo. Sin embargo, el programa dista mucho de ser un fracaso, ya que, aun sin haber cruzado la línea de meta, se han logrado avances significativos. Los edificios de nueva construcción consumen ahora un 50% menos de energía que los existentes. Los carriles bici se han ampliado considerablemente, pasando de casi 1.800 km a casi 4.700 km al final del proyecto. El resultado: al aumentar el número de desplazamientos a pie, en bicicleta o en transporte público del 40% al 54%, la ciudad ha alcanzado su objetivo de reducir a la mitad el número de desplazamientos sin coche. En cuanto al objetivo de reducir un 20% la distancia media recorrida en coche por los habitantes de Vancouver, se ha superado con creces, con una reducción del 37% Otros resultados son menos impresionantes, pero igualmente dignos de mención, como la reducción del 9% de las emisiones de gases de efecto invernadero, frente a un objetivo del 30%.

Una biodiversidad rica y amenazada

Canadá alberga una riquísima biodiversidad y un enorme número de biomas. Sin embargo, esta biodiversidad está amenazada por varios factores, empezando por la destrucción de nuestros entornos. Con un millón de kilómetros cuadrados de bosque intacto, es decir, ni fragmentado ni degradado, arrasado entre 2000 y 2013, Canadá es incluso el país con la mayor tasa de deforestación de bosque intacto. Sin embargo, esta cifra debe ponerse en contexto, en gran parte debido al tamaño del segundo país más grande del mundo. A escala nacional, Canadá ha perdido el 7,8% de sus bosques intactos en el mismo periodo, una cifra inferior a la media mundial.
A pesar de todo, esta destrucción de hábitats, unida al uso de pesticidas, la introducción de especies exóticas invasoras, la sobrepesca, la caza y la contaminación, está provocando una hecatombe entre la fauna salvaje. Desde 2003, el número de especies amenazadas en el país ha pasado de poco más de 200 a casi mil.

Calor peligroso

Al igual que muchos países del mundo, Canadá sufre olas de calor cada vez más largas e intensas. En 2021, una ola de calor histórica se extendió por todo el país, sobre todo en el oeste de Canadá, con un nuevo récord nacional de temperatura: 49,6°C registrados en Lytton (Columbia Británica). Las temperaturas abrasadoras provocaron varios centenares de incendios, sobre todo en Columbia Británica.
Aunque los estudios demostraron inmediatamente la relación de la ola de calor con el calentamiento global, no fue ni mucho menos la única consecuencia. De hecho, debido a su posición en el norte del globo, Canadá se ve especialmente afectada, ya que se calienta el doble de rápido que en otros lugares. Los glaciares, de los que hay muchos en el norte del país, se están derritiendo a un ritmo impresionante. Incluso se están derritiendo siete veces más rápido que hace veinte años, según un estudio de 2022 de la Universidad del Norte de la Columbia Británica (UNBC). Esto nos hace temer lo peor para el permafrost del valle del Mackenzie, que se ha ido calentando 0,2ºC al año desde 1980.

Parques nacionales

Con 37 parques nacionales y 11 reservas gestionadas por Parks Canada, el país tiene una larga tradición de zonas protegidas: ¡la primera data de 1885! Este es el Parque Nacional de Banff, en las Rocosas. El parque destaca por su terreno escarpado salpicado de lagos de montaña, y es de gran importancia ecológica, ya que alberga varios glaciares, bosques de coníferas y animales fascinantes como el alce(Cervus canadensis) y la marmota hoary(Marmota caligata).
Aunque Banff es el parque más visitado del país, no es el más grande. Ese récord lo ostenta el Parque Nacional de Wood Buffalo, con una superficie de 45.000 km2, ¡más grande que Suiza! Como su nombre indica, se creó en 1922 para proteger al bisonte americano, del que hoy alberga la mayor manada salvaje. Más de la mitad de los bisontes canadienses están afectados por la tuberculosis y la brucelosis bovina, dos enfermedades transmitidas por el ganado procedente de Europa. Su población es por tanto frágil, lo que hace aún más esencial protegerlos. Por último, el parque es también uno de los dos únicos lugares de nidificación de la grulla trompetera(Grus americana), el ave más grande de Norteamérica, que se encuentra en peligro de extinción.
El Parque Nacional de La Mauricie, en Quebec, también merece una mención, ya que está cubierto principalmente de bosques. De las 440 especies de plantas vasculares que prosperan aquí, 70 son raras. El bosque también alberga especies animales amenazadas, como el pequeño murciélago pardo(Myotis lucifugus), en peligro de extinción.
Además de los parques nacionales, hay cuatro zonas marinas de conservación de vital importancia. La flora y fauna marinas de Canadá son especialmente vulnerables y su protección es esencial. También está la zona marina protegida de Tuvaijuittuq, anunciada en 2019, que es la primera de este tipo designada por orden ministerial en virtud de la Ley de Océanos. Abarca casi 320.000 km2, lo que la convierte, con diferencia, en la mayor zona de conservación marina del país. Uno de los objetivos de esta zona protegida es estudiar el grueso manto de hielo del Ártico superior y su respuesta al calentamiento global. La normativa protege estrictamente la fauna del parque, incluidos los osos polares(Ursus maritimus), las morsas(Odobenus rosmarus) y las focas barbudas(Erignathus barbatus). Sin embargo, el pueblo inuit se beneficia de una excepción y, según el acuerdo firmado, puede "recolectar fauna silvestre".