Los mejores restaurantes Vélo Pays Basque

El transatlántico no tiene intención de volver al mar...... Su capitán Patrick Damman ha tomado el gusto por la tierra, pero bajo el ojo de un océano que mece este magnífico restaurante y su terraza. En un ambiente clásico, la cocina del chef ofrece grandes clásicos preparados con productos frescos y locales. Por el lado del bistro, especialidades simples y sabrosas: jamón ibérico, chipirones, paella casera, cabeza de ternera con salsa de gribiche y un festival de mariscos con cangrejos, gambas, langostas del estanque de peces, ostras de Marennes y otros bulbos.... Los aficionados a la tradicional costilla de ternera a la plancha no se sentirán defraudados. Los gastrónomos se enamorarán del gofre de chocolate casero, los coulis y la nata montada, la boina vasca y su crema de vainilla o la crema de caramelo derramada...... La guarida de todos los placeres en torno a un personal muy profesional.... vista a la playa incluida en el servicio!

El Quais de l'Adour rebosa de buenos establecimientos, entre ellos esta auténtica Cidrerie -Sagardotegi en euskera-. Póngase en modo vasco para vivir una experiencia única: disfrute de una generosa cocina elaborada con productos frescos y locales, acompañada, por supuesto, de Sagardo -vino de manzana vasco- producido en el propio local; con la práctica del Txotx, el famoso ritual tradicional en el que se le invita a degustar la sidra directamente de la cuba. Es, sin duda, un lugar con un ambiente acogedor y festivo para pasar una velada con los amigos. ¿Estás preparado para sumergirte?

Desde la terraza confidencial elevada, se puede disfrutar viendo a Michel abrir las ostras o cortar los embutidos ibéricos. Christine, en el comedor, se encarga de que todo salga bien, como en casa: el cliente viene a disfrutar de un momento de delicadeza. Los platos son una invitación a la gastronomía, y enseguida se percibe el amor por la cocina y por la pareja. La decoración en tonos beige, que combina madera y plantas, y la pasión por el rugby son la guinda del pastel, o más bien el balón entre los postes. ¡El favorito del guía!