La cultura celta y el pasado industrial

La cultura celta, que aún impregna el país, confiere gran importancia a la naturaleza y fomenta su respeto y protección. Si damos crédito a las leyendas galesas, como la de los médicos de Myddfai, que utilizaban plantas en sus consultas, a menudo era en los recursos de la naturaleza donde la gente encontraba su salvación. La naturaleza también fue puesta a prueba por la industrialización que se desarrolló en el siglo XIX, basada en la minería del carbón y la siderurgia. Esto forma parte del doble patrimonio del país. La mina y el valle son los personajes centrales de la novela de Richard Llewellyn de 1939 Qué verde era mi valle(para los cinéfilos, la película de John Ford del mismo nombre se rodó... en California). Hoy en día, sigue habiendo una pequeña actividad minera en Gales. La existencia continuada de una central térmica y de industria pesada pesa mucho sobre la huella de carbono de la región, impidiéndole alcanzar los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero fijados en su legislación.

Una legislación ambiciosa y medidas a seguir

Gales es un buen ejemplo en materia de medio ambiente. En 1998 se convirtió en el primer país en consagrar el principio del desarrollo sostenible en su Constitución. En 2008, el país fue nombrado Primera Nación del Comercio Justo, lo que significa que se ha comprometido a cumplir ciertos criterios, entre ellos la implicación de todas sus autoridades locales en este ámbito. Posteriormente se promulgaron dos leyes fundacionales. La Ley de Bienestar de las Generaciones Futuras, aprobada en 2015, fomenta la aplicación del desarrollo sostenible en los organismos públicos, incluida una sección sobre resiliencia territorial. La segunda ley, la Ley de Medio Ambiente (Gales), aprobada en 2016, pretende integrar la gestión sostenible de los recursos naturales y una mejor gestión de los residuos, y establece el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para 2050. La ley ha dado lugar a muchas acciones virtuosas. En 2017, Gales registró una tasa de reciclaje de sus residuos del 62%, lo que lo convierte en uno de los mejores países del mundo, con el objetivo de alcanzar una economía de "cero residuos" en 2050. Sin embargo, el país no está a la altura de sus ambiciones cuando se trata de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. El uso de combustibles fósiles es la principal causa. Según el National Atmosphere Emissions, Gales sólo ha reducido sus emisiones un 18% desde 1990.

Zonas naturales únicas y variadas

Gales es un destino que atraerá por igual a curiosos y amantes de la naturaleza, gracias a la belleza y variedad de sus paisajes, combinadas con su biodiversidad única. La región está formada por costas, páramos y montañas. Varias organizaciones trabajan para garantizar la protección de estas zonas, de forma compatible con un turismo responsable. Los visitantes pueden visitar uno de los 3 parques nacionales del país, o pasear por una de las propiedades del National Trust.

Parque Nacional de Snowdonia. Situado en el noroeste de Gales, es el mayor parque nacional en cuanto a superficie, y el monte Snowdon alcanza los 1.085 metros de altitud. Combina montañas, lagos y páramos de brezo con entornos costeros sencillamente sublimes, como playas de arena blanca y calas salvajes. Una red de senderos atraviesa estos paisajes excepcionales. Un tren de vapor turístico también permite acceder a determinadas zonas del parque.

El Parque Nacional de Brecon Beacons es totalmente terrestre. Está formado por montañas, mesetas, bosques y valles. También alberga pueblos pintorescos, como Hay-on-Wye, y un patrimonio cultural industrial. Las Montañas Negras fueron en su día un importante yacimiento minero, y la ciudad de Blaenavon, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga el Museo Nacional de la Minería. La zona ofrece numerosas actividades al aire libre, como senderismo, paseos en barco y en bicicleta, sobre todo a lo largo del canal de Monmouth.

Parque Nacional de Pembrokeshire: es un parque costero situado al oeste del condado. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de la belleza del paisaje, que alterna acantilados, calas y playas de arena.

Gales también ha conferido un estatus especial a ciertas zonas de su territorio que gozan de una belleza natural excepcional (Outstanding National Beauty). En Gales hay cinco de estas zonas: la península de Gower, la isla de Anglesey, la península de Llŷn, los montes Clwydian, el valle del Dee y el valle del Wye.

El National Trust

El National Trust for Places of Historic Interest or Natural Beauty, fundado en 1885, es actualmente el segundo mayor terrateniente del Reino Unido después de la Corona. Su objetivo es proteger lugares notables, como fincas, castillos, jardines y zonas costeras, facilitando el acceso a los visitantes. En Gales, la institución protege más de 250 kilómetros de costa.

Dos iniciativas "verdes" en Gales

"Aproximadamente el tamaño de Gales

"Aproximadamente el tamaño de Gales" es una expresión utilizada a menudo en sentido negativo en el Reino Unido, sobre todo cuando se estiman órdenes de magnitud para la destrucción de espacios naturales. Los activistas han decidido transformar su significado... positivamente. El fondo benéfico "El tamaño de Gales" ha recaudado en tres años dinero suficiente para proteger selvas tropicales del tamaño de Gales.

El Centro de Tecnología Alternativa (CAT)

Si busca soluciones prácticas para una vida ecológica, haga un corto trayecto en coche hasta el Centro de Tecnología Alternativa. El CAT fue construido en 1973 en una cantera de pizarra en desuso por voluntarios, ingenieros y arquitectos que querían experimentar con alternativas a los combustibles fósiles. Hoy es también una instalación que acoge y educa a todo tipo de público y un centro de formación universitaria.